Niega Gómez Maganda fines políticos en las visitas del gobernador a Acapulco

 Nelly Bello * Aunque las visitas continuas, entrega de recursos económicos y obras en Caletilla y Tlacopanocha podrían redituar políticamente a los partidos políticos del gobernador René Juárez Cisneros (PRI) y el alcalde Alberto López Rosas (PRD), para la secretaria de Fomento Turístico, Guadalupe Gómez Maganda, esto no significa que sus hechos tengan intenciones político-electorales.

Gómez Maganda estuvo en las playas de la zona Dorada de Acapulco para saludar y atender a los turistas que optaron por esa zona para vacacionar. “Soy la secretaria de Turismo del estado, me envía el gobernador para darles la bienvenida”, decía en cada oportunidad a los visitantes.

En entrevista durante su recorrido, opinó sobre los reproches del síndico Marcial Rodríguez Saldaña, quien acusó al gobernador de manejar recursos con intereses políticos. “No tengo comentario, el gobernador trabaja todos los días como siempre, si pensáramos que lo que hace el presidente municipal también es con intención electoral, no tiene sentido”.

Comparó a ambos gobernantes, pues los dos fueron electos para trabajar, para resolver los problemas en sus ámbitos, “y si esto les reditúa en votos a los partidos políticos qué bueno, pero no es para eso sino para cumplir con la gente que los eligió”.

El primer encuentro de la secretaria fue con el turista defeño León Sevilla, quien respaldó a Acapulco ante los “ataques” de Semarnat sobre la calidad de sus aguas. Sin embargo el bañista no ha pisado Caletilla o Tlacopanocha porque “prefiero esta área”.

Otros bañistas pidieron botes de basura porque eran insuficientes; asimismo solicitaron atención en la imagen de la ciudad, pues “se ve basura en las calles”, dijo Luis Manuel Gutiérrez, quien además se quejó del exceso de vendedores ambulantes.

La turista María Guadalupe Dávila se acercó a Gómez Maganda cuando pasó frente a la Torre Coral, para informarle que a su llegada al aeropuerto abordó un taxi blanco con rojo para evitar el pago exorbitante de su traslado.

Pero relató chasqueada que tuvo que pagar 600 pesos por el viaje del aeropuerto al Club Bananas –atrás del Centro de Convenciones–. Gómez Maganda le preguntó si había anotado el número económico de la unidad, pero la turista le dijo que no y que se conformaba si la dependencia atendía el caso para evitar que se repitiera.

Entrevistada durante el recorrido, la funcionaria celebró que la Semarnat desistiera en la colocación de las banderas rojas en Calerilla y Tlacopanocha, “para que la gente lejos de alarmarse venga a disfrutar de nuestras playas; si hubiera un riesgo real que afectara su salud entonces todos estaríamos dispuestos a denunciarlo”.

Sobre la posibilidad de que el gobernador presionara a Semarnat para evitar las banderas, dijo que “eso habría que preguntárselo a ellos, no sé por qué tomaron esa decisión pero la aplaudo”.

Añadió: “Desconozco si el gobernador habló con secretario Víctor Lichtinger, pues lo que ha hecho hasta el momento es trabajar apoyando a los prestadores de servicios turísticos para que no se vean afectados en la temporada importante, pero le agradecemos a Lichtinger su decisión”.

Insistió en los reproches sobre la campaña dura contra Guerrero a través de los medios de información nacionales, y recordó la visita de Lichtinger a El Mañanero donde “sólo habló de Acapulco, cuando hay otros lugares con afectación, sólo hablan de Acapulco”. Pidió que, además de recomendaciones den recursos para mantener la bahía con la calidad que merece”.

Agregó que con las declaraciones “cundió la alarma” entre algunos turistas que le comentaron su preocupación por las noticias, pero que finalmente decidieron venir “y están confirmando que Acapulco es el de siempre”.

Estimó que la ocupación de cuartos en el Triángulo del Sol estaba en 93 por ciento; con 97 por ciento para Acapulco y Zihuatanejo, y el 98 por ciento para Taxco.

Dijo que la Sefotur espera que en los quince días que duran las vacaciones de Semana Santa las hospederías estén en 65 y 70 por ciento, y quede una derrama de mil millones de pesos.