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Representan El mártir del Gólgota en Santa Cruz ante cientos de personas

 Xavier Rosado * Los habitantes de la comunidad de Santa Cruz, representaron este viernes santo, las tres caídas o pasión de Cristo a la que titularon El mártir del Gólgota y que desde hace 35 años se escenifica en las principales calles de la colonia.

La principal vía de acceso a la comunidad, la avenida Santa Cruz, está clausurada desde el domingo de ramos por unos 30 comerciantes y los propietarios de los juegos mecánicos que ahí se han instalado para convertirse en “los mercaderes” de la obra.

Más de 50 actores conforman esta compañía de teatro religioso, la mayoría de ellos pertenecen al ex ejido de Santa Cruz, otros vienen de colonias de Acapulco como el poblado de La Venta, Renacimiento y Mozimba.

Para recordar el martirio de Jesucristo, los vecinos, con ayuda de la comisaria de Santa Cruz, Hermila Fierro Rodríguez y con la cooperación que organizan entre todos, representan esta obra callejera, dirigida por el profesor Efraín de Labra Gante.

Miembros de la comunidad se replegaron a los costados de la vía principal para observar el sacrificio de Jesús, representado por Rosendo Rodríguez Nieves, de 45 años de edad, quien desde hace 13 años hace este papel debido a una manda.

Comerciantes que expenden alimentos como enchiladas, tostadas, caldo de pollo, cocteles de fruta, aguas frescas, refrescos, quesadillas, sopes, elotes y otros bocadillos de la gastronomía mexicana, reciben afables a los visitantes que llegan de todo Acapulco y de muchos poblados vecinos a presenciar este acto inspirado por la creencia en Jesucristo, que a fin de cuentas, les reditúa abundantemente a sus bolsillos.

“Es muy conmovedor”, dijo tostada en mano, Julia Domínguez Mendoza, una de las asistentes que llegó de Mozimba a presenciar la representación, “lo que pasa es que en mi colonia pues no se hace nada de esto, por eso ya tiene varios años que traemos a los niños para que aprendan la historia de Jesús”.

Mientras, los romanos azotan a Jesús con fuetes de cuero y lo amarran del cuello con un látigo deshilachado ya por tantos años de uso, con el dolor real del actor.

Estas representaciones comenzaron el domingo de ramos con la escenificación de la tentación de Jesús y de la samaritana, en donde la virgen dolorosa, madre de Jesús se despide de su hijo.

También se recuerda la resurrección de Lázaro, las profecías y la entrada de Jesús al pueblo montado en un burro y recibido con palmas por los lugareños.

El jueves santo, los actores representaron la escena cuando Judas Iscariote vende a Jesús por 30 monedas de plata, la última cena, el lavatorio de los pies ante Anás y Caifás y la llegada de Jesús a la Cárcel.

El actor que representa a Jesús tiene que cargar una cruz de 140 kilos de peso, después de comparecer ante Poncio Pilatos quien se lava las manos y deja al criterio del pueblo y los sacerdotes, el juicio y penitencia del mártir.

En la escenificación muchos de los lugareños se visten a la usanza de la época, simplemente para acompañar a los actores en su trayecto, que recorre la principal avenida de la colonia y culmina en la parroquia de Santa Cruz.

El actor que interpreta a Jesús recibe el escarnio de los romanos y viste una corona de espinas verdaderas que laceran su frente. Jesús hace sus tres caídas, en las que se representan los cuadros en el que imprime su rostro en un manto o en el que su madre llora con él, pidiendo a los romanos que la condenen a ella en lugar de a su hijo.

Los niños, un tanto ajenos a lo que ocurre en la calle, se divierten comiendo algodones de azúcar, estrellándose cascarones de huevo rellenos de confeti en la cabeza o subiéndose a “los juegos”.

La escenificación culmina con la crucifixión de Jesús junto a los ladrones Dimas y Gestas.

En esta fiesta religiosa también se ofrecen fuegos artificiales, lotería, música de chile frito, comida y un convivio al terminar las representaciones del viernes santo, para el que contratan un sonido y en el que se mezclan los lugareños y visitantes.

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