Monitoreo independiente indica que Tlacopanocha y Caletilla están limpias

 * El muestreo se efectuó el viernes 11 en 26 puntos de la bahía, y estuvo a cargo del ecólogo Alejandro Oscós Alvarado * En la primera hubo 93 coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua; en la segunda, 32, reporta * El máximo permisible es 250, recuerda

* Pide que antes de colocar banderas rojas, Semarnat tome nuevas muestras 

Nelly Bello * Un estudio reciente a las playas Caletilla y Tlacopanocha –financiado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y elaborado por el ecólogo Alejandro Oscós Alvarado– detectó que el índice de coliformes fecales por cada cien mililitros de agua se redujo en ambos balnearios hasta alcanzar la calificación de Semarnat de playas limpias y sin riesgo sanitario.

Hasta las 12 del día, el viernes 11 de abril, en Caletilla había 32 coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua; mientras que en Tlacopanocha eran 93 coliformes. En coliformes totales, la primera playa tenía 32 por cada 100 mililitros, y la segunda 240 por cada 100 mililitros. El máximo permisible es de 250 coliformes fecales, recuerda.

Ayer al mediodía, el regidor del PVEM, Alejandro Carabias Icaza, presidente de la Comisión de Ecología en Cabildo, convocó a conferencia de prensa en Caletilla para difundir los resultados del estudio que hizo Oscós Alvarado el viernes 11 de abril, en ambas playas y otros 24 puntos de la bahía.

Este nuevo resultado se da casi dos meses después del muestreo de Semarnat y a dos días de que apareciera información en la página de Internet de la dependencia, según la cual Caletilla tiene contaminación de mil 100 coliformes por cada 100 mililitros de agua, y Tlacopanocha mil 300.

Debido a que sigue apareciendo en ese sitio de Internet, el delegado Octavio Klimek Alcaraz tiene la instrucción para colocar banderas rojas de advertencia por riesgo sanitario.

Debido a estos nuevos resultados, el edil del Verde Ecologista consideró que antes de colocar las banderas, Semarnat debería hacer un nuevo muestreo –como ya hizo en Veracruz– para confirmar la disminución a niveles aceptables para el organismo humano.

Dijo que no tiene intención de buscar a Klimek Alcaraz, pero que si el funcionario requiere de los estudios de su partido para analizarlos, están disponibles.

El ecólogo Oscós Alvarado, encargado del estudio más reciente, es presidente del Consejo Consultivo para la Transparencia y Combate a la Corrupción de Semarnat; se encargó de elaborar un estudio detallado de 1987 a 1990 sobre las condiciones del agua de la bahía de Acapulco, en el que participaron investigadores del IPN, y preside el Patronato Pro-Bahía de Acapulco AC, que es una organización reconocida por la dependencia federal.

La metodología para el estudio que utilizó Oscós Alvarado se ajusta al protocolo de Annapolis, y para el muestreo estableció 26 estaciones geoposicionadas con equipo satelital GPS, y determinó que en el transcurso de la mañana y mediodía del viernes 11 de abril las playas Caletilla y Tlacopanocha tenían aguas limpias y aceptables, “según la escala de Semarnat”, justo antes de la llegada de turistas de Semana Santa.

Aunque Carabias Icaza dijo que el nuevo estudio no tiene la intención de refutar o confirmar los resultados que obtuvo Semarnat, “pues se trata de información circunstancial” reprochó que los estudios que hicieron las dependencias federales no son suficientes para determinar “de manera absoluta” la calidad del agua, y mucho menos para instalar banderas de advertencia, pues “las condiciones de la calidad del agua de las playas cambia constantemente”.

Consideró que para lograr un sistema de información veraz y confiable para el turista, Semarnat necesita de un monitoreo continuo que se acerque al tiempo real, para ajustar continuamente el color de las banderas, porque hacerlo como actualmente lo hace la dependencia “es irresponsable y, más que informar al turista, desinforma y daña la imagen de Acapulco”.

Informó que los diputados locales y federales, así como los senadores “verdes” financiaron el estudio con 50 mil pesos, por lo que Oscós hará monitoreos hasta los primeros días de la temporada de lluvias, para determinar la diferencia en la calidad de agua de las playas entre la época de finales del estiaje y de las primeras lluvias.

Sobre las intenciones que podría tener la secretaria de Turismo federal, Leticia Navarro, de apoyar los resultados para favorecer a Cancún en la competencia por el mercado nacional –ampliada por la guerra en Irak, que inhibe al turismo internacional, principal mercado del Caribe–, Carabias Icaza consideró que la situación favorece la suspicacia.

“Es lo que en un momento dado se podría sospechar, pero debemos tener evidencia, soy partidario de que los asuntos se deben discutir con resultados y la ciencia en la mano”, dijo.

Dijo desconocer la exclusión de Acapulco, por parte de Sectur, de un programa federal para enviar recursos para construcción de plantas tratadoras y ampliar el alcantarillado, pero recordó que CNA apoyará en ese sentido con recursos para la construcción de tres plantas.

Luego de la conferencia, caminó con los prestadores de servicios turísticos y restauranteros de Caletilla por la playa. Al escuchar el resultado del nuevo estudio, los lugareños pidieron una copia y arremetieron con comentarios contra Semarnat; aseguraron que ahora “menos que antes” permitirían la colocación de las banderas.

En un documento que entregó, Carabias Icaza agrega propuestas para reducir la posibilidad de contaminación: un sistema de monitoreo continuo en playas de uso recreativo, para dar información responsable y respuesta inmediata en caso de altos niveles de contaminantes; instalar un consejo para aguas recreativas con los tres órdenes de gobierno, iniciativa privada y organismos no gubernamentales, para acabar con especulaciones; un programa para regularizar asentamientos en partes altas del puerto.

Asimismo, pide que la partida del Ramo 33 destinada para pavimentación con concreto hidráulico sea canalizada a la infraestructura sanitaria y de tratamiento de aguas residuales; censo de descargas clandestinas para clausura o regularización; canalizar aguas tratadas mar adentro, lejos de la costa; cloración de canales pluviales; programas de limpieza y vigilancia a cuencas y canales para evitar desechos sólidos o residuales.