No creen bañistas que Caletilla y Tlacopanocha estén contaminadas

 Jorge Nava * “Uno viene a meterse al mar, no a ver esas cosas”, soltó un turista defeño que descansaba bajo la sombra de una enramada en Caletilla cuando se le preguntó si le espantaba el anuncio de la contaminación de esa playa.

El turista Eligio Martínez Peña dijo que desde 1960 visita a la bahía tres veces por año.

El, al igual que otros turistas y acapulqueños que fueron entrevistados en un recorrido de por Tlacopanocha y Caletilla, dijo que no veía la contaminación.

Se observó que en el acceso a Caletilla, a un costado del puente que lleva al Mágico Mundo Marino, fue instalado un letrero rubricado por la Marina, Semarnat, la Secretaría de Salud y la de Turismo, donde se lee “Mar Limpio, cuidemos nuestras playas”.

El texto remata con: “playa certificada. Las aguas de esta playa  son aptas para actividades recreativas”. Pero nadie supo informar quién lo instaló ahí.

Sin embargo, nadie de los bañistas que llegaban se detenía a leerlo, y nadie de los prestadores de servicios supo explicar de su aparición.

Martínez Peña descansaba junto con su esposa en la enramada de un restaurante. Afirmó que no les ha pasado “nada”, después de los 40 años que, asegura, lleva visitando la bahía.

Dijo no asustarlo la información de que esa playa está contaminada, “pero eso ya hace de mucho tiempo, ya hace mucho tiempo y había ese mito de que Caleta y todo el mar estaban contaminados”, señaló.

Recordó el caso de la marea roja, pero afirmó que “uno viene a meterse al mar no a ver esas cosas”.

Citó que al turista mexicano le gusta mucho Acapulco “porque es muy bonito”.

“Caleta, es una playa maravillosa, yo tengo muchos años de venir y me ha gustado esta playa, es la oficial, nos gusta mucho porque todo está limpio”, expresó.

“Tres veces por año, porque ahora la carretera está muy buena, nos cuesta por la autopista, pero viene uno seguro, venimos con calma, y nos vamos con calma, venimos 10 días, pero va uno contento”, expuso.

Al ser abordado, el matrimonio compuesto por Miguel López Jasso y Norma Rodríguez Reyes dijeron que la playa está limpia.

 “Está perfecto el lugar, llevamos cinco días, hemos estado aquí; está tranquilo, al principio sí nos alarmamos por los niños, por la noticia”, pero aclaró que no notaron nada en comparación con otras playas en las que han estado.

La pareja originaria de Pachuca, Hidalgo, relató que lleva cinco años visitando el puerto, y detalló que fue en la hospedería donde descansan donde vieron las noticias acerca de la contaminación. “Ya nos íbamos a regresar porque pensamos que la iban a cerrar, pero no, no sé en qué hayan quedado (las autoridades), ojalá no la cierren porque es un lugar bonito y tranquilo”.

Tlacopancha, al igual que Caletilla, se vió atiborrada de bañistas que descansaban y bebían mientras tomaban el sol.

Allí, la defeña Rosa María Sánchez Viesas definió al lugar como tranquilo, cómodo, donde puede nadar a gusto.

Dijo que no veía contaminado al balneario, “no hemos sufrido ningún salpullido, no hemos visto el agua como nos dijeron que la teníamos que ver, oscura; está azul”.

Comentó que fue en un noticiero de televisión donde vio la noticia de la contaminación, pero dijo sentirse ella y su familia “tranquila”, porque “no hemos visto nada anormal, las aguas están en su color que nos dijeron que tenía que estar, entre azul y verdoso, y estamos tranquilos”.

Otro matrimonio, originario de San Luis Potosí, María del Refugio y Héctor Gallegos, mientras descansaban bajo una sombrilla, cuestionaron que si hubiera sido grave hubieran colocado una indicación.

Nadie les comentó de la información divulgada hace varios días en medios nacionales, según justificaron al revelar que de pura casualidad llegaron a esa playa.

Las oriundas del barrio Teconche Guadalupe Herrera y Hermila Caro dijeron que no se les hace que las playas estén contaminadas.

“Mira, manito, yo he venido aquí dos semanas seguidas y no tengo ninguna infección”, aseguró la primera.

Opinó que es mentira lo difundido, pues vio al alcalde alberto López Rosas a eso de las 13 horas “dándose unos chapuzones”.