Carlos Pérez Aguirre

Los grupos de poder y sus nefastas herencias

Poco tiempo –por fortuna– le queda a la actual segunda administración-desilusión que los ciudadanos de Guerrero nos llevamos respecto a un candidato disfrazado de izquierda y que fue postulado bajo el auspicio del grupo de los Chuchos, pero que tiene todos los sellos, las practicas y las mañas, así como corruptelas, del priismo más atrasado.
Hoy para nadie resulta novedoso el comentario de que el gobernador Ángel Aguirre solo aparentó y repitió sin convicción alguna el discurso que durante la campaña le construyeron: un panfleto “democrático y progresista” para que los ciudadanos creyesen que en un segundo periodo sería muy distinto, pero como se ha visto desde un primer momento, no fue así.
La ruta del gobierno de Aguirre Rivero ha sido la represión con asesinatos de por medio; las desapariciones de luchadores sociales que luego aparecen muertos; la apropiación para su familia y amigos de los contratos, concesiones, prebendas e infinidad de puestos en gobierno; el encarcelamiento de luchadores sociales, la concordancia y apoyo a propuestas del priismo federal en el poder, aunque sean contrarias al interés nacional; pocas acciones de gobierno y obras públicas inconclusas y de mala calidad y demagogia al por mayor y en la realidad falta de apoyo a los diversos sectores.
Y si todo esto fuera poco, la inseguridad y violencia en la entidad se han incrementado exponencialmente, sin que la autoridad actúe contra aquellos que han sido señalados directamente, muchos de ellos en funciones de gobierno y, adicionalmente, funcionarios en actividad que tienen denuncias de corrupción en anteriores gobiernos y en el actual, ¡sin que esté enterado el gobernador!
Pero toda esta situación de falta de gobernabilidad y evidente descomposición (muchos le llaman corrupción) de la actividad de gobierno, estuvo marcada por símbolos ominosos que iniciaron con el asesinato del mas viable candidato con formación en la izquierda, Armando Chavarría. Ese hecho ha empañado aún más a la actual administración, pues a pesar de que le ha demandado hasta el cansancio su solución, no ha generado ninguna investigación y por ende ningún resultado, no obstante que Ángel Aguirre fue un directo beneficiario de ese lamentable hecho.
Habrá hoy que preguntarse cómo actuaron en ese momento los grupos de poder en la entidad –expertos en represión y en mantener el poder a toda costa–, cuando vieron que un personaje ajeno casi totalmente a ellos, como lo era Armando Chavarría seguramente gobernaría la entidad (recordemos que Zeferino había pactado y de hecho el es miembro de esos grupos de poder).
Ángel Aguirre, como lo vemos hoy, de ninguna manera es ajeno a esos grupos, su cercanía y concordancia con ellos es indiscutible, además de totalmente visible. No se distingue en el gobierno actual la diferencia (excepto algunas excepciones) con los grupos tradicionales de poder y sus prácticas; los personajes en su gran mayoría son los mismos, sus mentiras y corruptelas son las mismas. Vale entonces la pena conocer más a fondo y mediante la creación de un grupo de investigación independiente las características y, sobre todo, los motivos del asesinato de ese importante personaje. Titishando. Ahora son más descarados los grupos en el poder, incluso al querer imponer como si estuviésemos en la edad media, en herencia, los puestos públicos a sus juniors y no solo del gobernador, sino también los vástagos de varios de sus actuales “funcionarios”. Ya existen serias denuncias en la prensa de que en estos se está volcando el apoyo de las dependencias de gobierno, sobre todo el DIF y Finanzas, en donde reinan los padres de dos de los posibles herederos al titulo de reyezuelos de dos importantes plazas.

[email protected]