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Escribe el dramaturgo Hugo Hiriart un texto satírico sobre los sexenios panistas

Cualquier pregunta sobre las causas, o el detonante, que llevaron a Hugo Hiriart a escribir El águila y el gusano resulta, en la práctica, innecesaria. Despistada, incluso.
“Qué raro que me pregunte eso. Pues el desastre que es este país”, responde amable pero con severidad.
Y es que resulta clarísimo: a la historia de Valdivieso, un político cuyas mentiras se urden en la oficina de gobierno, en la cama y ante el párroco –un relato de humor punzante– no podría ubicársele en otra parte.
“¿Usted cree que en México se puede escribir algo que no sea satírico?”, cuestiona, como eco de la misma pregunta que el poeta Juvenal hiciera sobre Roma, siglos atrás.
Escrita durante la “docena trágica” –como el autor llama a los dos sexenios panistas–, El águila y el gusano (Random House) se realizó con lentitud, desde 2009, y a carcajadas frente a la computadora, desatadas a partir de la “virtud santa” de la indignación.
En el texto, con estructura de obra de teatro, pero perteneciente al terreno de la narrativa, desfilan personajes mexicanos atemporales como Campuzano el “asesor del político”, Cosme el “pulquero” y la Güera Peñaloza, “dama, aún atractiva, admirada”.
“Nunca en mi vida he contado un chiste”, dice Hiriart, aunque su libro, que consterna y enardece, produce grandes risotadas. (Francisco Morales / Agencia Reforma / Ciudad de México).

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