Llama Rigoberta Menchú a indígenas de Acapulco a mantener viva su identidad

* Escucha quejas de discriminación hacia grupos étnicos * Le piden intervenir para que no queden impunes la masacre de El Charco ni los casos de esterilización forzada

Ossiel Pacheco * En el encuentro con indígenas que radican en el puerto, la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, no sólo habló de paz, sino que conminó a sus escuchas a mantener viva su identidad cultural, su espiritualidad y sus valores, y transmitirlos a sus hijos mediante el idioma.

Acompañada del alcalde Alberto López Rosas, la tarde de ayer en el auditorio al aire libre del parque Papagayo, la guatemalteca escuchó quejas por la discriminación con la que son tratados indígenas que radican en el puerto, aunque destacaron la iniciativa de crear una unidad de atención para etnias.

Delfino Gálvez, presidente de la Coordinadora de Indígenas en Acapulco, pidió su intervención para que no queden en la impunidad la matanza de El Charco y los casos de los indígenas esterilizados por la Secretaría de Salud del gobierno del estado.

El dirigente mixteco pidió a Menchú transmitir al mundo que los indígenas del puerto se oponen a la “bestialidad” que comete el gobierno de Estados Unidos contra el pueblo iraquí, y la masacre de la que han sido víctimas indígenas del estado de Guerrero.

Lamentó que aún se persiga en el puerto a los indígenas que trabajan en las calles para ganar el sustento, aunque resaltó que en el actual gobierno se les permite vender con más libertad su mercancía.

Ahí, ante indígenas, la guatemalteca de origen maya pidió aspirar a una educación con pertenencia cultural y se manifestó en contra de que la educación sea monolingüe. “No más paternalismo, ni segregación, ni racismo; para que los pueblos indígenas sean parte de la sociedad tiene que acceder a la modernidad”, dijo.

Los conminó a mantener la unidad del pueblo indígena, pero además a organizarse para hacer frente a las injusticias, al hambre, a la miseria y al racismo, “sin perder los rasgos que nos dan identidad, debemos ser transmisores de los valores que nos heredaron nuestros antepasados”.

Ataviada con un traje maya, Menchú Tum dijo que aun cuando los recursos materiales son importantes, pues “tenemos derecho a tener dinero, esto no es suficiente, sino que es necesario preservar la espiritualidad”.

Llamó a los indígenas a reivindicar su amor a la madre naturaleza, su sentido de comunidad, el espíritu de respeto y la no violencia. “Qué bueno que repudian la guerra, y sean solidarios con las víctimas de la guerra, porque sufren más las madres, los niños y los ancianos que ahí viven”, les dijo.

Sobre el estado de Guerrero, dijo haberse compadecido por tantas violaciones que se comenten contra indígenas, por lo que sucede en las comunidades ante la falta de oportunidades y de acceso para hacer florecer su cultura.

Sobre su visita al puerto la premio Nobel de la Paz argumentó que vino a hablar de la paz como valor y como cultura, y contra la guerra.

Terminado el acto, la huésped distinguida de la ciudad se trasladó al Palacio Municipal, donde fue recibida por los ediles en la explanada. Antes de comenzar la solemne sesión de Cabildo, junto con López Rosas, simbólicamente liberaron dos palomas blancas en señal de paz.

La sala de cabildos del ayuntamiento se llenó de funcionarios municipales, diputados locales, dirigentes partidistas, empresarios, ambientalistas, que asistieron a la sesión, en la que cada una de las fracciones manifestó su postura por la visita de la premio Nobel de la Paz 1992.

Hablaron el síndico Marcial Rodríguez Saldaña, por el PRD, y los regidores Rogelio Villanueva Camarena, del PRI; María de los Angeles González, por Convergencia; Alejandro Carabias Icaza, por el PVEM, y Guido Rentería Rojas, por el PAN.

La titular de la Sefotur, Guadalupe Gómez Maganda, acudió en representación del gobernador René Juárez Cisneros.

El alcalde López Rosas entregó la declaratoria a la huésped distinguida, quien ante los ediles pidió solidaridad con el pueblo iraquí, que carece de los medios para subsistir.

El alcalde porteño en su mensaje condenó el horror, el drama y la tragedia que vive el pueblo de Irak por la guerra, y dijo que la visita de la guatemalteca motiva al Cabildo a manifestarse contra la guerra y a favor de la paz, pues pareciera que ahora hablan las armas y no el diálogo ni la diplomacia.

Antes, por la mañana, el presidente municipal acudió con su esposa, María Eugenia Díaz, funcionarios y regidores perredistas, al aereopuerto Juan Alvarez para recibir a la premio Nobel, quien llegó a las 11:45 horas en un vuelo procedente de la ciudad de México, donde vive exiliada.

Ataviada con un traje indígena típico de Guatemala, la premio Nobel de la Paz fue recibida con porras de los funcionarios, entre los cuales estaba la secretaria del ayuntamiento, María de la Luz Núñez Ramos; la secretaria de Desarrollo Social, Rossana Mora Patiño; la coordinadora de los Servicios Públicos Municipales, Rosa María Gómez Saavedra, y la directora de Relaciones Públicas, Fabiola Vega, quienes vestían prendas blancas.

Estuvieron además las regidoras María de Lourdes Ramírez Terán y Ninfa Luna, y los ediles Wulfrano Salgado Romero y Rubén Padilla Fierro, y el director de Turismo, Roger Bergeret Muñoz.