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En el SNTSA, una disputa sindical con trasfondo electoral

Karla Galarce Sosa

Desvío de recursos, retención de hojas de préstamos y represión política por parte de Beatriz Vélez Núñez, son algunas de las acusaciones que un grupo de sindicalizados, encabezado por José Inocente Ariza Tapia, hizo contra la secretaria general de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) el 26 de julio de 2010, fecha en que al menos cinco secretarios estatales y más de diez secretarios subseccionales se deslindaron de la política que aplica la actual candidata suplente del PRI al Senado.
Ariza Tapia y un grupo de sindicalizados se deslindaron de la política que encabeza Vélez Núñez por considerarla “persecutoria contra quienes no simpatizaron con su proyecto político y contra su derecho a una mejor percepción salarial”, y señalaron que Vélez Núñez no cumplió con sus compromisos de campaña para llegar a la secretaría general de la sección 36 del SNTSA. Ariza Tapia convocó hace dos años a formar un frente para detener las irregularidades que presuntamente se cometen contra los sindicalizados, pues aseguró que la mayoría de las quejas de los sindicalizados son por hostigamiento laboral, falta de material de trabajo e instalaciones con los requerimientos mínimos necesarios.
Una semana después, el 21 de julio de 2010, el médico Eduardo Méndez Luna, quien contendió contra Vélez Núñez por la secretaría general, denunció que hubo al menos cien cambios de adscripción y unas 40 plazas que fueron entregadas con irregularidades.
Méndez Luna anunció también la integración de un expediente que incluyera la serie de irregularidades de la líder y que sería entregado a la Comisión de Vigilancia del Comité Ejecutivo Nacional de ese sindicato.
Agregó que, junto con otros diez representantes subseccionales se sumarían a la disidencia para denunciar las irregularidades y atropellos que ha cometido Beatriz Vélez Núñez contra quienes no apoyan su política.
Ambos médicos ofrecieron una conferencia de prensa el miércoles pasado para señalar presuntos desvíos de recursos de Vélez Núñez para la campaña de la candidata del PRI al Senado, Claudia Ruíz Massieu, de quien ella es suplente.
La disputa de ambos grupos por el control de la Secretaría de Salud Estatal (SSa) se percibió durante el cierre de la dirección del hospital Donato G. Alarcón en noviembre del año pasado, cuando comenzaron los señalamientos de la entonces delegada sindical, Patricia Romero Alarcón, y su grupo apoyado por Ariza Tapia, por supuestas imposiciones del entonces secretario de Salud Antonio Jaimes Herrera –actual candidato a la presidencia de Iguala por el Partido Verde Ecologista– en la dirección del nosocomio con el mayor número de sindicalizados de la entidad.
En octubre de 2011 comenzó la disputa por la dirección del hospital Donato G. Alarcón, que mantuvo cerrada el área de gobierno por el grupo de Vélez Núñez durante al menos dos semanas.
Ese mismo mes fueron cesados 16 trabajadores del hospital General de Zihuatanejo; en ese conflicto, Ariza Tapia reprochó que Vélez Núñez no los haya defendido, incluidos a los líderes de ese nosocomio, Bernardo Sepúlveda Gutiérrez, Rosalinda Hernández Bueno, ésta última separada de su cargo por “abandono de empleo”. Dijo que Beatriz Vélez “busca posicionarse políticamente tomando la dirección del Donato G. Alarcón”.
“Hay acusaciones de que ella (Vélez Núñez) está apoyando a Manuel Añorve, yo en este momento no tengo los elementos para aseverarlo y habría que preguntárselo a ella”, comentó en esa época.
El período más difícil en el hospital Donato G. Alarcón fue en noviembre del año pasado, cuando ambos grupos pretendían controlarlo al exigir la salida de los médicos que lo dirigían, pues cerraban las instalaciones y sólo mantenían el servicio de urgencias.
Actualmente ese nosocomio es dirigido por Juan Carlos Hernández Luna, el sexto director que el gobierno de Guerrero nombró en 22 meses.
En noviembre el año pasado, los sindicalizados del grupo de Vélez Núñez exigían también la destitución de la administradora del hospital, Anel Salgado Montalbán, hija del ex diputado local por el PRD, Wulfrano Salgado, a quien acusaron de malos manejos.
Los sindicalizados de ese lugar exigían que la designación se realizara en común acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa); para entonces ya pedían también la salida de Patricia Romero, a quien la mayoría de los sindicalizados exigían que fuera revocada del cargo.
Durante noviembre del año pasado, Beatríz Vélez entregó nombramientos como “delegados especiales” a Alejandro Monroy Chanona y a Marcos Sánchez Serrano porque los sindicalizados desconocieron a Patricia Romero.
Tras una votación, donde hubo jaloneos y gritos porque el área de gobierno estuvo cerrada durante más de un mes, luego de una elección, Patricia Romero fue sustituida por el intensivista Héctor Castillo Santiago, afín al grupo político de Beatriz Vélez.
El lunes pasado, el grupo que respalda a Vélez Núñez señaló la falta de artículos mínimos de limpieza en el hospital General Acapulco, donde también aceptaron apoyar a Vélez Núñez en la candidatura en la que actualmente compite por el PRI junto a Claudia Ruíz Massieu.
La conferencia se realizó a un costado del cubículo sindical de ese nosocomio, ubicado al interior del hospital, y en ella estuvo el delegado sindical del hospital Donato G. Alarcón, Héctor Castillo.
El jueves pasado, en una sorpresiva invitación a conferencia de prensa por la tarde, el grupo de Vélez Núñez señaló que las autoridades del sector salud avalan la entrega de contratos que José Inocente Ariza ofrece a cambio de votos para apoyar al PRD.

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