Manifestación ciudadana en el consulado de EU contra la guerra

* Finaliza la tranquilidad en la representación

Karina Contreras * Unas cincuenta personas, la mayoría perredistas, protestaron afuera del consulado de Estados Unidos en repudio al ataque militar contra Irak.

Dijeron que la agresión bélica es por la ambición de quedarse con el petróleo iraquí, y no por querer dar libertad. Los oradores fueron insistentes en señalar que no defienden al gobierno autoritario de Saddam Hussein, sino que reprueban la agresión al pueblo iraquí.

Con esta acción finalizó la tranquilidad que reinaba en torno al consulado desde el comienzo de las hostilidades, el miércoles.

Los manifestantes colocaron mantas y carteles con una paloma blanca, y entre las consignas gritaban: “No a la guerra, sí a la paz”.

Los protestantes, en su mayoría perredistas, llegaron antes de las 12 del día al consulado –donde no había actividad ni vigilancia especial, por ser día no laborable–, y entre ellos estaban los aspirantes a diputados Leopoldo Calderón Caballero y Benjamín Sandoval Melo; el presidente del Frente Cívico, Julio Ortega Meza; la ex diputada Rosario Merlín; Rafael Aréstegui; el dirigente de la CETEG Jorge Viel Morales, Leodegario González Figueroa y Fernando Terrazas. También se encontraban estudiantes y maestros de la Universidad Autónoma de Guerrero.

El presidente del Frente Cívico, Julio Ortega Meza, en su intervención repudió el ataque armado y la acción soberbia de Estados Unidos contra el pueblo de Irak. Luego se preguntó qué país sigue en la lista de las invasiones.

Ortega Meza agregó que la invasión tiene un trasfondo político y económico, y que la ambición de Estados Unidos es ampliarse en esa zona petrolera.

En un boletín entregado a la prensa, los inconformes manifiestan que no pueden quedarse callados e indiferentes ante la agresión. Agregan que no apoyan a un régimen autoritario, como el de Saddam Hussein, sino que se trata de apoyar los derechos de un pueblo, que también son los derechos del mundo.

Finalmente, los manifestantes se retiraron una hora después, no sin antes invitar a una reunión el domingo en el Zócalo a las 5 de la tarde.