Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Piden la acción del nuncio Bertello en el conflicto de un asilo en Iguala

Eduardo Albarrán, corresponsal, Iguala * Integrantes de la asociación civil Gerardo María Mayela, denunciaron las tropelías que han cometido en contra del asilo de ancianos de esta ciudad, el obispo de la diócesis de Chilpancingo, Efrén Ramos Salazar; de los presbíteros, vicario general Humberto Cervantes Sánchez, del vicario episcopal en la zona Norte, Emiliano Pérez Sotelo y de Mario Salgado Miranda, párroco del templo de San Gerardo, así como de un grupo de católicos azuzados por los mismos clérigos.

En un documento enviado al nuncio apostólico, monseñor Giuseppe Bertello, los directivos de esa asociación solicitan su intervención, porque desde la década de los 80 han venido sufriendo esa serie de anomalías que surgen por la disputa del terreno en el cual se ubica el asilo de ancianos, en donde les proporcionan comida, habitación, atención médica y medicamentos a adultos mayores.

Agregan que ellos han demostrado, ante todas las instancias legales, la legítima propiedad de ese predio con el folio 4844 del Registro Público de la Propiedad, emitido el 13 de noviembre de 1985 , pero que mediante un decreto del obispo Efrén Ramos Salazar,             pretenden se le quede a la Iglesia y no al asilo.

Aseguran que siempre han recibido resoluciones que protegen su legítima propiedad pero los autores intelectuales que pretenden despojarlos del predio encontraron en la violencia física y moral la vía más rápida para enfrentarlos “pues han envenenado a dos personas que se encuentran asiladas y que ni siquiera son ancianos sino paracaidistas”.

En el documento asientan que también “han envenenado a la población” de tal forma que a los integrantes de la asociación les prohíben el paso a las instalaciones del asilo y cuando se presentan tocan las campanas de la parroquia de San Gerardo, que se encuentra contigua al mismo, para que se reúnan y con palos y piedras los rechacen.

Señalan que por instrucciones del párroco de ese templo católico, Mario Salgado Miranda, construyeron una barda perimetral que dá a la calle, pero se encuentra en los terrenos propiedad de la asociación y el juez primero de lo civil de esta ciudad de Iguala, cuando lo hicieron de su conocimiento puso el término de 5 días para que la derribaran, por lo cual dictó un nuevo auto para que los demandantes acudan a demolerla, con el auxilio de la fuerza pública.

Advierten que en unos días acudirán a cumplir esta disposición, pero están seguros de que “la chusma dirigida por los clérigos” los enfrentarán y existe el riesgo de que se desate la violencia, por lo cual responsabilizan a aquellos y a las autoridades eclesiásticas del daño físico que pudieran sufrir.

468 ad