Tras las amenazas, amplía la UAG la caseta de vigilancia del edificio de Rectoría y se refuerza la seguridad privada

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

La Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) comenzó la obra de ampliación de la caseta de vigilancia en la entrada de la Rectoría y se reforzó la seguridad privada que opera en el inmueble, pero no hay presencia de policías estatales.
En un recorrido por las instalaciones de la Rectoría, ubicadas al poniente de la ciudad, se observó al menos a ocho trabajadores que realizan trabajos de construcción en la caseta de seguridad.
En la entrada principal y el acceso al estacionamiento del edificio, seis guardias privados de la empresa Jobamex vigilan el lugar. Para ingresar al edificio es obligatorio identificarse y registrar datos personales en una libreta de visitas.
Los guardias privados también tienen un detector de metales, que es usado para revisar a las personas que visitan el edificio, a quienes piden abrir sus bolsas y mochilas para verificar que no traigan algún tipo de arma.
Este miércoles no se observó a los policías estatales que vigilaban las instalaciones de la Rectoría, tras el secuestro exprés del director de Adquisiciones, el pasado 16 de julio, quien fue sacado por hombres armados del inmueble y tras varias horas en poder de los sicarios fue liberado con amenazas de extorsión a la casa de estudios, a la que exigieron el pago de una cuota presuntamente a un grupo de la delincuencia organizada.
El área de Comunicación Social de la UAG precisó que la obra forma parte de las acciones de seguridad que ha tomado la administración. Se informó que en una segunda etapa se levantará un muro de concreto, que sustituirá las rejas de metal que resguardan el inmueble.
Las medidas de seguridad habían sido anunciadas por el rector de la casa de estudios, Javier Saldaña Almazán, quien dijo que se digitalizarán los accesos en los inmuebles y para el comienzo del ciclo escolar, la Policía Estatal estaría vigilando desde afuera las instalaciones universitarias.