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Afectadas dos comunidades por las obras de la carretera Tlapa-Marquelia

* Señalan los damnificados que la empresa Constructora Torreblanca no ha cumplido con la reparación de daños * En la vía que tiene menos de un año, en sólo 60 kilómetros hay 87 derrumbes, más de mil 500 baches y 28 tramos destruidos

Tlachinollan, Tlapa * Los habitantes de las comunidades de La Ciénega y Ojo de Agua del municipio de Malinaltepec, no han encontrado respuesta de las autoridades ante los daños que la construcción de la carretera Tlapa- Marquelia ha causado en su bienes, informaron vecinos del lugar al Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan.

Los vecinos de La Ciénega se quejan del incumplimiento de los acuerdos establecidos por escrito con el dueño de la Constructora Torreblanca, ingeniero. José A. Torreblanca Hinojosa, quien firmó un acta de acuerdos con la comunidad donde se comprometía a resarcir el daño ocasionado por las obras de la carretera; situación que hasta la fecha no ha sido cumplida de manera satisfactoria.

Por su parte la profesora Adelfa Villani Rea, de la comunidad de Ojo de Agua, solicita a las autoridades su intervención para solucionar el problema de la reconstrucción de su casa, luego de que el pasado 9 de enero se derrumbara como resultado de un deslave ocasionado por los trabajos de la carretera.

El caso de Ojo de Agua

El 9 de enero, los trabajadores de la carretera con un trascabo estaban emparejando el cerro para levantar un muro de contención, y provocaron el deslave del cerro, el cual ocasionó que la mitad de la cocina de la casa de la profesora Adelfa se viniera abajo, y el resto de la casa quedara en evidente riesgo de derrumbe.

Al momento del derrumbe se encontraba en la casa la señora Heriberta Rea Moreno, madre de la profesora, quien apenas tuvo tiempo de salir de la casa, y gracias a la pronta actuación de uno de sus           hijos, que cortó el cable de la luz, se evitó una desgracia mayor.

“Nosotros no nos oponemos a la construcción de la carretera; es más, pensamos que es bueno para el pueblo, pero no es justo que no me ayuden con mi casa, no les pido mucho, ya tengo el terrenito para construir la nueva y ya recogí las láminas de la otra para volver a usarlas, sólo necesito que me ayuden con un poco de material y a aplanar el terrenito para construirla”, comentó la profesora Adelfa.

La profesora Adelfa Villani ha solicitado la intervención de las autoridades, incluso desde antes del derrumbe. En julio de 2002 envió un documento a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Chilpancingo, solicitando el apoyo para la reubicación de la vivienda.

“Les mandé un escrito, diciéndoles que me apoyaran a cambiar mi casita, porque ya sabía que se iba a caer con la carretera y todo lo que me dijeron es que sí me apoyaban. Pero ahora el de la construcción dice que sí me apoya pero que hasta que acaben lo que están haciendo, que cuando acaben su tramo regresan para apoyarme, pero yo ya no le creo”, comentó la profesora Adelfa, quien informó:

“Ya hemos escrito a la Secretaría de Comunicaciones, a la licenciada Xóchitl Gálvez en México (encargada de la oficina presidencial para la atención a los pueblos indígenas) y no hemos recibido ninguna respuesta. No es justo que no me ayuden a reconstruir, ahorita estamos mis hijos, mi mamá y yo viviendo apretados en un cuartito que acababa de construir.

“Cuando iba a venir el presidente y el gobernador, aplanaron bien rápido un terrenito para el helicóptero, entonces, ¿por qué no pueden ayudarme a mí?”, concluyó Adelfa Villani, maestra de primaria y madre de seis hijos.

Caso de La Ciénega

En la comunidad de La Ciénega, municipio de Malinaltepec, la gente se muestra inconforme por el incumplimiento de los acuerdos firmados el 22 de noviembre de 2002 con el ingeniero José Torreblanca Hinojosa, dueño de la empresa Torreblanca, luego de que éste se comprometió a reparar los daños ocasionados a la comunidad y entregar más obras como compensación por no haber cumplido con los acuerdos establecidos hace año y medio.

La inconformidad de la gente se deriva de que al momento de construir la carretera, la empresa encargada de las obras no tuvo el cuidado suficiente ni el respeto debido a la comunidad, ya que pese a las advertencias de los habitantes, los trabajadores provocaron deslaves que causaron daños en una parcela y la dejaron inservible, provocaron el corte de las mangueras que surten de agua a la comunidad, construyeron un canal de desagüe para la carretera que desemboca en el jardín de niños provocando con esto su inundación, y sobre explotaron de manera indebida y sin autorización uno de los cerros, informó la maestra Maurina Fidelio.

“Ellos llegaron y comenzaron a tomar el agua del manantial sin permiso, y a sacar las piedras y madera el cerro. Después de que terminaron este tramo siguieron sacando camiones con material del cerro, ese cerro es de la comunidad y no pidieron permiso, y hace año y medio hablamos con ellos y dijeron que nos iban a cambiar las mangueras rotas por tuberías y que iban a arreglar todo pero no cumplieron”, explicó la maestra Maurina Fidelio.

Ante el incumplimiento de los acuerdos, la comunidad decidió realizar un plantón en la carretera el día que el gobernador René Juárez y el presidente Vicente Fox visitarían la construcción, motivo por el cual el ingeniero Torreblanca solicitó negociar con la comunidad y se comprometió a reparar la tubería que lleva el agua al tanque de captación, construir un muro para proteger el manantial de los deslaves, corregir el canal de desagüe, construir una cancha de bastquetbol, donar 450 metros de malla ciclónica, utilizar la maquinaria para reabrir una calle y revestirla, donar una campana a la comunidad y construir gradas frente a la delegación Municipal.

A cambio, la comunidad daría su consentimiento para la utilización de sus recursos naturales.

Estos acuerdos fueron aceptados y firmados el 22 de noviembre de 2002, poniendo como fecha límite para la conclusión de los trabajos el 15 de febrero de 2003. Sin embargo hasta la fecha los acuerdos no han sido cumplidos en su totalidad.

“No estamos de acuerdo con que el ingeniero firme acuerdos y luego no los cumpla, cuando vinieron a construir la carretera nosotros les dimos hospedaje y los apoyamos, pero ellos abusan, se roban nuestro cerro y causan daño a la comunidad, además la carretera está nueva y ya está llena de baches”, comentó la maestra Maurina.

Avanzado deterioro en tan sólo un año

Durante una visita de miembros del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan a las comunidades para ver los daños ocasionados por la construcción de la carretera, se observó el estado de deterioro en el que se encuentra.

En tan sólo 60 kilómetros de carretera, se cuentan al menos 87 derrumbes con invasión parcial de la carretera de arena o piedra, más de mil 500 baches, y 28 tramos considerados como destruidos, ya sea porque los baches se comieron el pavimento o porque el carril simplemente se cayó al barranco. Lo más preocupante de esta inspección fue corroborar que muchos de los tramos no tienen más de un año de haber sido construidos.

“La carretera está en muy malas condiciones, tenemos que viajar a Tlapa y nos damos cuenta de que no le hacen caso, no es posible que en menos de un año desde que se construyó, ya esté destruida, hay pedazos que se fueron al voladero y nadie lo arregla”, concluyó Maurina.

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