La policía provocó a comerciantes del Acatianguis, justifica Antonio Valdés

* Acusa a los efectivos policiacos de abuso de poder y amenazas * Ahora esperan la reacción de la PGR, dice * En la operación, injerencia de López Rosas, insiste

Alfredo Mondragón * La gresca del sábado entre efectivos de la Agencia Federal de Investigaciones y comerciantes del Acatianguis, durante un decomiso de discos piratas, fue provocada por el abuso de poder y amenazas de los agentes hacia los vendedores, acusó líder de éstos, Antonio Valdés Andrade.

Consideró que el gremio espera la reacción de la Procuraduría General de la República, dijo que el Acatianguis ha empezado a estrechar lazos de comunicación con el comercio informal del puerto para unirse y adelantó que “los comerciantes se defenderán dentro del marco legal”.

El sábado por la mañana, comerciantes del Acatianguis, que se instala en el bulevar José López Portillo, repelieron con palos, piedras y varillas a unos 40 policías federales y estatales durante una operación de decomiso de discos piratas.

De acuerdo con la nota informativa publicada en El Sol de Acapulco, cuando desmantelaban un puesto, los policías fueron agredidos por un grupo de “vándalos seguidores de Toño Valdés”, mismos que incitaban a los comerciantes, por lo que los agentes federales y estatales salieron del lugar sin efectuar detenciones.

Entrevistado ayer por la mañana, el líder de vendedores ambulantes, Valdés Andrade, dijo que en la operación hubo injerencia del gobierno municipal perredista, que encabeza Alberto López Rosas, porque el fondo “es utilizar un grupo para exterminar a otro a nombre de la ley, atropellando los derechos de otros”.

Según información de los comerciantes del Acatianguis, la bronca comenzó porque los policías federales y estatales “agredieron a culatazos a dos vendedores, que están heridos, y porque el agente del Ministerio Público Federal (MPF), Fernando Bueno Villa, los amenazó con matarlos y meterles un balazo”.

Valdés Andrade calificó de excesivo el número de policías utilizados durante los decomisos, y dijo que “se debería ir a la sierra a combatir al narcotráfico y guerrilleros; los federales deberían entender que la gente tiene que comer; fue una reacción a la agresión, no tienen opciones de trabajo”.

Agregó: “La gente está indignada porque varias veces los policías incluso se pelean por la mercancía entre ellos mismos, porque se roban las grabadoras y otras cosas; el supuesto combate a la piratería sólo es el beneficio para que los grandes empresarios se hagan ricos”.

Valdés Andrade comentó que en las asambleas del Acatianguis se ha sugerido a los comerciantes que cambien de giro, pues la venta de discos compactos reproducidos es ilegal, y que si lo siguen haciendo es por su cuenta y riesgo.

“Es decir en lo jurídico estamos de acuerdo, pero en lo social no, porque se debería de atacar de raíz el problema, mientras haya un salario mínimo raquítico, no haya fuentes de empleo y la distribución de la riqueza sea sólo para unos cuantos, la gente tiene que buscar de dónde vivir y comer”, argumentó.

Por ello, consideró que la venta de discos compactos de reproducción casera “se debería reglamentar, porque un trabajador asalariado no tiene para comprar en una tienda un disco de 200 pesos, cuando en otros lugares lo puede adquirir a bajo precio”.