Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Castrejon Diez

El debate

 

 

Ante una campaña tan insulsa se esperaban los debates como si fueran fundamentales en el proceso electoral. Es claro que no se trataba de un concurso de oratoria, ya conocemos bien las capacidades de los candidatos. Uno es poco culto, otro es un populista, a otra no se le da el arte de Demóstenes y el cuarto no cuenta.

La preocupación en los cuartos de guerra de los candidatos no era el mensaje a la nación que pudiera inspirar a sus partidarios, sino que no la fueran a regar. Por otro lado el IFE puso tantas restricciones a los famosos debates que se volvieron tan acartonados que los mexicanos no pudimos ver realmente cómo piensan y cuáles son sus planes para gobernar el país. Un debate debe ser espontáneo, un moderador que trate de mantener el orden y dar la palabra a los contendientes. La realidad es otra, las restricciones son tantas que lo único que vimos fueron posiciones ya conocidas de cada uno de ellos, en el mejor de los casos volvimos a ver repetidos las spots que nos han acosado en los medios y en los anuncios espectaculares.

Una de las disposiciones que también llama la atención es que no podrían usar teleprompter, no podrían usar apuntes o ningún auxilio para refrescar su memoria sino que tendrían que ser espontáneos. En contradicción de esto están todas las reglas puestas para que no haya espontaneidad en el debate. Esto ya lo han criticado muchos analistas, pero también lo han criticado algunos de los candidatos. Es el IFE el que está restringiendo, tal vez con la idea de que solamente los spots y los espectaculares sean los que hagan la campaña porque tratan de evitar cualquier fricción entre los candidatos y el debate naturalmente se presta a fricciones.

Hay debates que han sido no sólo espontáneos sino que han sido decisivos en una candidatura como aquellos de Kennedy y Nixon y otros que han sido importantes en campañas políticas de otros tiempos y de otros países. En México debemos recordar aquel debate entre Ernesto Zedillo y Diego Fernández de Cevallos en el cual llegó Fernández de Ceballos con una mayor técnica de oratoria con la que pudo apabullar al candidato del PRI y sin embargo éste ganó las elecciones finalmente. Los debates son un punto de partida para poder medir la actitud y la capacidad de los futuros gobernantes, no se trata de un concurso de oratoria, se trata de que les soltaran las amarras para que pudiéramos oír cuales son sus planes si llegaran a ganar las elecciones y fueran a gobernar. Es claro que el uso del teleprompter sería poco adecuado, ya que existen dudas sobre las capacidades de enfrentar al público y de contestar preguntas. Algunos de los candidatos lo han hecho, otros no y hay una cerrazón, especialmente de parte del candidato del PRI a no responder directamente a preguntas abiertas al auditorio.

Hay varias reacciones en cuanto a los debates. Enrique Peña Nieto que es el puntero en esta etapa no quiso debatir a fondo porque se hubiera arriesgado a enfrentar foros abiertos en donde lo cuestionen. Ya que en los foros abiertos en que ha participado ha mostrado su poca habilidad para sortear las preguntas y además su poca preparación para este tipo de encuentros.

Por su parte López Obrador cuestionaba el manejo del tiempo, cuestionaba la posibilidad de tratar temas tan complejos en un minuto o dos que son las restricciones que estableció el sistema impuesto por el IFE. Siempre argumentó que estas limitaciones de tiempo son argucias para que no haya debate y es, a su modo de ver, una forma de proteger al candidato del PRI para que no interactúe en diálogos largos por limitaciones de tiempo que impuso.

Además habrá lo que se ha llamado foro de contraste de propuestas electorales que serán seis y en este no participarán los candidatos. Es una serie de restricciones a la comunicación directa con la ciudadanía, es más si se tiene tanto miedo a presentar en público una discusión abierta se podrían eliminar los debates y seguir como hasta ahora con una campaña de publicidad en exteriores y en pequeños slogans que es lo que se está vendiendo en la que es probablemente la más fría de las elecciones de que se tenga memoria.

Para colmo de males se les atravesó el futbol. El primer debate tuvo la competencia de la liguilla, uno de los partidos era a la misma hora del debate. Una televisora anunció que su prioridad era el partido y eso provocó un verdadero sainete. Para colmo, lo que más llamó la atención fue la presencia de la edecán y para acabarla de completar Quadri, el que no contaba estuvo más articulado que sus compañeros de debate. Triste resultado, que lo más comentado ha sido la presencia de la edecán.

 

 

468 ad