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Sacerdotes no han recibido amenazas como Solalinde, dice el padre Mendoza

Mariana Labastida

 

 

El coordinador de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Acapulco, Jesús Mendoza Zaragoza, informó que ya se elaboran protocolos de seguridad para los programas de atención a víctimas de la violencia, a fin de evitar que estén en riesgo, al igual que los sacerdotes y laicos que participen.

Consultado vía telefónica sobre si los integrantes de la Pastoral Social han sido amenazados, luego de que se informara que el coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Tehuantepec, Oaxaca, Alejandro Solalinde Guerra, se retiró de sus actividades a favor de los indocumentados por este motivo, Mendoza Zaragoza respondió que el sacerdote se encontraba en una situación de alta vulnerabilidad que en Guerrero no se tiene.

Dijo que en el estado se realizan programas vinculados con otros temas, como la atención a víctimas de la violencia, pero “no hemos recibido alguna amenaza”, aunque expuso que ya se elaboran protocolos de seguridad para evitar riesgos.

“En lo que toca a las víctimas de la violencia somos cuidadoso para no ponerlas en riesgo o por lo menos disminuirlos, pues vemos que puede haber amenazas”, afirmó.

Reiteró que ninguna parroquia ni sacerdote ni de las colonias de la zona conurbada han sido amenazados.

Mendoza Zaragoza explicó que apenas se analiza cómo se va a trabajar en las parroquias, pues se pretende activar más la labor con las víctimas de la violencia; “los sacerdotes tratamos de tener la mayor prudencia en cuanto a lo que hacemos y lo que decimos en el sentido de no ponernos en situaciones que no nos convengan, por el ministerio estamos conscientes de lo que estamos haciendo”.

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