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Buscan jóvenes en Chilpancingo recuperar espacios públicos con un bazar de arte

Rosendo Betancourt Radilla

 

Chilpancingo

 

Con una banda de rock, una de reggae, las mezclas de un DJ y todos jóvenes de Chilpancingo, terminó ayer el Bazar de Arte y Diseño Independiente organizado por chavos que buscan reencontrarse con las redes sociales y los espacios que les han sido arrebatados por la violencia.

Las organizadoras del Colectivo Enjambre, Aleyda Albarrán de 25 años de edad y Kendy Rodríguez de 23, recuerdan que la idea de organizar este bazar amenizado por música de jóvenes locales nació en enero “en Acapulco nos encontramos en una exposición con gente talentosa de Chilpancingo, la Sejuve nos pagó un proyecto productivo y expusimos en Acapulco, allá nos conectamos con más chavos, fue nuestro primer encuentro, por ejemplo, con el colectivo Papeles Verdes”.

La exposición que se realizó en el Parque Hundido de Tequicorral, conocido como Los Túneles, es independiente y participaron alrededor de 20 personas que venden artesanías hechas con materiales reciclados como frutas secas, papel, diminutas macetas hechas de un huevo de gallina y pinturas al óleo.

Las dos chicas coincidieron en que la violencia provoca que no existan espacios donde los jóvenes se reúnan e intercambien formas de expresión, pero rencontrarse, aseguran, no es tan difícil.

“Cuando tuvimos la idea salimos a la calle a buscar más jóvenes, a ver qué hacía cada quién y a invitarlos, así se hizo una cadenita con uno que pinta, otro que hace lo otro”.

Esta es la tercera ocasión que lo realizan, la idea es armarlo una vez al mes, y pueden hacer una valoración “la asistencia en general ha estado súper bien, ahorita con la falta de clases dejó de venir gente porque se va de vacaciones, pero llegan otros nuevos y nos siguen en Facebook y preguntan cuándo va a ser el siguiente bazar”, dice Aleyda.

“Otro plan es rescatar este parque que está muy olvidado”, dice mientras señala a un joven dibujando unas plantas encima de unas rayas al interior de los túneles “necesitamos un parque cultural, en Chilpancingo no hay un espacio abierto”.

Esto no ha sido sencillo para las organizadoras que son apoyadas por más jóvenes y un par de colectivos de estudiantes. “El Ayuntamiento tiene que darnos permiso, queríamos hacerlo en el centro, pero ahí sólo se pueden hacer exposiciones y nosotros vendemos cosas. Pedimos en la alameda, en otro parque hasta que propusimos Los Túneles, ahí nos dijeron ‘hagan lo que quieran’ pero fue todo un rollo estar en el Ayuntamiento”.

Cuando comenzaron a hacer las gestiones, en enero, relata Kendy Rodríguez, “el secretario particular nos preguntaba a diario ‘quién las apoya, qué político las respalda’ y le dijimos que era iniciativa propia. Él nos puso muchas trabas porque decía ‘ustedes no son una institución, una escuela, no son nada, ni una asociación’ y le dijimos que somos personas que quieren hacer algo diferente y queremos brindarle el espacio a los demás compañeros”.

“Al final, después de un mes de estar todos los días desde las 9 de la mañana a las 4 de la tarde, nos dieron el permiso”.

Del bazar, explica “es un espacio abierto para todos los que quieran innovar para los jóvenes creativos que quieran presentar lo que tienen, queremos aportar algo y quitar el estigma de que todos los chavos son ninis o drogadictos, hacemos algo diferente que hay que rescatar”.

“Lo peor es que la gente prefiere quedarse en casa a ver la televisión que salir a escuchar música, bailar y ver lo que está pasando en su ciudad, pero seguiremos luchando para abrir los espacios de expresión cultural alternativa”.

Un pintor que vende ahí sus obras, Diego Ramos Navarrete de 20 años, dijo que es depresivo que en la pintura encuentra una salida “al dolor que llevo en mi alma, por eso amo a cada una de mis pinturas, son pedacitos de mi alma, pedacitos que ya no me van a atormentar”.

Lleva pintando un año y medio y quiere estudiar arte, está esperando se abran las convocatorias.

Relató los elementos de una de sus pinturas al óleo que tituló El levantado “lo pinté por la violencia, vemos que raptan a las personas y las asesinan a sangre fría, quiero dar a entender el sufrimiento con la lágrima. La luna es muy significativa porque todo lo hacen en la noche, y así dejan el cuerpo, destrozado”.

“Hoy ya no puedo salir en la noche por el miedo, lo bueno es que me encontré con estos colectivos y ya empiezo a salir con más chavos pero por las noches ya no salgo”, lamenta.

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