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Demuelen el ex restaurante Tropicana; logra el gobierno estatal acuerdos con el empleado en huelga

Mariana Labastida
El ex restaurante Tropicana fue demolido ayer, y el gobierno del estado llegó a un acuerdo económico con el trabajador inconforme que seguía ocupando la construcción, Lauro Salinas Nava, después de cinco años de mantenerse en huelga.
Aunque no dio detalles de la cantidad con la que será indemnizado, Salinas Nava dijo que el martes pasado se reunió con el coordinador general del Ejecutivo, Humberto Salgado Gómez, con quien acordó que desalojaría para que entrara la maquinaria a derribar la construcción ubicada en la playa Tamarindos.
Ayer a las 7 de la mañana llegaron con la maquinaria empleados de la Dirección de Protección Civil, dos camionetas, una ambulancia y policías estatales para demoler el restaurante Tropicana.
Al medio día la construcción fue reducida a un montón de escombros ante la mirada de prestadores de servicios de la zona, quienes ocupaban el inmueble y que habían desalojado el lugar días antes para que se realizaran los trabajos.
Lauro Salinas era el único de los ocho trabajadores del ex restaurante que mantenía la huelga en el inmueble, pues a los otros siete el gobierno del estado en junio les dio una compensación de 45 mil pesos.
El 18 de junio el gobierno del estado intentó hacer la demolición del inmueble que se tuvo que suspender porque el trabajador huelguista seguía allí y solicitaba una audiencia con el gobernador Angel Aguirre Rivero, debido a que quería 100 mil pesos de compensación y una concesión en la playa para seguir vendiendo agua y alimentos.
Antes del intento de demolición, Lauro Salinas puso una queja, el 5 de junio en la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), y tres días después inició un ayuno; el 12 de julio se encadenó y el 15 de ese mes prestadores de servicios se sumaron a su petición en una marcha. El 23 protestaron a favor del trabajador que permanecía en huelga.
Salinas Nava consideró que su petición de 100 mil pesos y la concesión era justa por sus 30 años de trabajo en el ex restaurante Tropicana, y ayer, vía telefónica, dijo que había llegado a un acuerdo con el gobierno del estado, pero sin especificar si le cumplieron su petición.
La demolición del Tropicana se gestionó por Semarnat como parte del proyecto “ventanas ecológicas”, promovido por el ex delegado de esa dependencia, Pablo González Villalva, actualmente subsecretario de Asuntos Agrarios del estado.

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