Causan “grave daño” social los violentos que retrasan la reconstrucción, dice el arzobispo

Aurora Harrison

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, lamentó que los hechos de inseguridad obstruyan el proceso de reconstrucción en Guerrero, pidió a las autoridades dar garantías para que los trabajos no se retrasen y a quienes generan la violencia les demandó darse cuenta del “grave daño” que causan a la sociedad.
Lamentó lo ocurrido en Chil-pancingo, donde hombres armados irrumpieron en un terreno donde se edifican viviendas para los damnificados, y declaró que “con tristeza tenemos que preocuparnos” para que haya seguridad.
“Creo que tenemos que seguir insistiendo a quienes generan esta violencia, quienes están de alguna manera obstruyendo el trabajo de reconstrucción, que se den cuenta de la gravedad, del daño que están haciendo y que todos los que están siendo afectados que vuelvan a insistir en que las autoridades cumplan con su responsabilidad de dar seguridad”, dijo.
Durante su conferencia de prensa se le preguntó su opinión sobre la denuncia que presentaron en el Ministerio Público vecinos del fraccionamiento La Ceiba, en contra de las autoridades por no atender las afectaciones en sus viviendas por la tormenta tropical Manuel, dijo: “Cuando se tienen razones y fundamentos para presentar una denuncia, quien es ofendido, quien es el agraviado, la puede presentar ante la autoridad competente”, están en su derecho de presentarla y la autoridad debe atenderlos.
Sobre la alerta que emitió Estados Unidos para que sus ciudadanos no viajen a distintas ciudades del estado, declaró: “Creo que es una observación, hay que tomar las observaciones como invitaciones para poner atención en los temas que están señalando y habrá que generar nosotros mismos mejores condiciones de seguridad, para poder contrarrestar esas observaciones que están haciendo”.
De los desplazados de Tierra Caliente, por la inseguridad, declaró que la Iglesia estuvo apoyando a un grupo de personas que llegaron al puerto, pero que después éstos recibieron atención de autoridades civiles y “perdimos el conocimiento, pero estaban buscando un lugar dónde vivir alrededor de Acapulco y no tengo información de qué sucedió”.
Sobre la marcha del Consejo de Ejidos y Comunidades Oposi-toras a la Presa La Parota (Cecop) y organizaciones sociales, el viernes, para pedir la libertad del vocero Marco Antonio Suástegui, dijo: “He insistido mucho que se tenga información oficial, quienes tengan evidencia e inconformidad por su detención, que lo presenten ante la autoridad”.
Detalló que las manifestaciones crean “molestia y descontento”, generando que un problema afecte a muchas más personas, en lugar de que se resuelva en las instancias correspondientes.
Además, se le preguntó su opinión sobre el inicio del ciclo escolar 2014-2015, y pidió a los maestros poner el mayor esfuerzo para dar atención y acompañamiento a los alumnos para prevenir casos de bullying, porque son ellos a quienes les corresponde crear las condiciones de atención en el ambiente escolar y los padres de familia en sus viviendas.
“Los principales responsables de la educación de los hijos son los padres de familia, los maestros colaboran con los padres, y cuando se dan ese tipo de situaciones no hay ningún culpable, es cuestión de entender que hay educar a los hijos”, puntualizó.
Respecto al cobro de cuotas escolares, dijo que donde aparezcan ese tipo de irregularidades se debe denunciarlas.
Por otra parte, dijo que desde que se formalizó la relación Iglesia-Estado se ha tenido la obligación de informar de los ingresos a la Secretaría de Hacienda, que ahora está pidiéndoles que sea de manera electrónica, que no se niegan hacerlo, pero pidió tiempo para capacitarse, porque hay comunidades donde se desconocen las nuevas medidas.
“Se nos informó que se nos va a dar de tiempo hasta enero de 2015 y que se nos dará en esas circunstancias, de comunidades me-nores de 2 mil 500 habitantes, que se pueda tener una información central”, declaró.

Anima a los jóvenes a la paz

En su comunicado de prensa, Garfias Merlos dijo que el sector juvenil sigue siendo uno de los grupos sociales que requieren mayor atención de todos, porque es vulnerable; recordó que el papa Francisco habla de una crisis moral y espiritual, que hace estragos y los pone en riesgo ante las amenazas que pesan sobre toda la sociedad.
Detalló que en datos recientes del Inegi, los hombres jóvenes han sido las principales víctimas de la violencia homicida en el país. “Si bien la tasa de homicidios en 2011 fue de 23 por cada 100 mil habitantes, en el caso de los hombres llegó a 42.9, pero en el caso de los hombres de 25 y 29 años la tasa ascendió ese año a 84.5 por cada 100 mil”.
En los jóvenes de 20 a 24 años fue de 71.4 por ciento, y de 19 a 20, del 38.2 por ciento, por arriba de la media nacional, “datos fríos pero reales”, por eso el pasado 12 del mes en curso, en que se celebró el Día Internacional de la Juventud, la Arquidiócesis está elaborando un Plan Diocesano de Pastoral Juvenil, en el que los jóvenes se conviertan en protagonistas de los procesos de evangelización dirigidos a los mismos jóvenes.
“Reconocemos que los jóvenes de hoy tienen tantas necesidades espirituales insatisfechas, que tienen que ser atendidas de manera atinada”, dijo el arzobispo, por eso es necesario despertar todas las energías juveniles para la construcción de una sociedad sin violencia.