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Hubo intolerancia en el caso de la contaminación de las bahías: Klimek

* El delegado de la Semarnat habla en entrevista de la salida del ex delegado de la Profepa * El futuro de Guerrero no puede depender de Acapulco y Zihuatanejo, plantea

Aurelio Peláez * El delegado en Guerrero de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Octavio Klimek Alcaraz, opinó que en el caso del destituido delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Inocente León Pineda, hubo un sesgo de intolerancia que no ayuda al debate sobre el futuro de Guerrero, y señaló que la experiencia que deja el suceso es que se deben buscar otras alternativas económicas, en donde ya no se dependa sólo de Acapulco y Zihuatanejo.

Octavio Klimeck, fue entrevistado este viernes 21 en su oficina. En la charla, señaló que “en pleno Siglo XXI nuestro problema es crear un proyecto alterno, que no le apueste ni la inversión pública ni la privada a los dos destinos turísticos, que son los que generan finalmente el mayor ingreso económico, que son Acapulco y Zihuatanejo. Guerrero es más que Acapulco, más que Zihuatanejo, que tenemos muchas de las respuestas en el medio rural, esa es precisamente la solución, y creo que debemos abrirnos a un debate sobre las políticas de desarrollo económico”.

Transparencia en información ambiental

–¿Qué experiencia nos deja a los guerrerenses, a las instituciones, el caso Profepa-Inocente León Pineda (removido del cargo, luego de la molestia que provocó en el gobernador René Juárez, y otros actores políticos, la información sobre la contaminación de las bahías de Acapulco y Zihuatanejo, de la que se responsabilizó al ex delegado, aunque no fue él quien la difundió).

–Yo quisiera dejar muy claro que en todo asunto ambiental solamente se permite la búsqueda de la verdad. Que no podemos caer en una dinámica política que nos conduzca a enfrentamientos estériles. Porque así no se resuelven los problemas de carácter ambiental. Lo que tenemos que buscar es la verdad. Yo espero, como lo ha comunicado en su momento el señor Víctor Litchinger (secretario federal de Medio Ambiente), que haya un buen informe sobre la situación en general de la problemática que hay en los diversos centros de recreación turísticos en el país.

“Espero que informaciones como las que ha producido la UAG sean transparentadas, discutidas por grupos técnicos y sean conocidas por la sociedad. De tal forma que a través de toda esta información logremos de alguna forma ser más propositivos, encuadrar todo este asunto de los problemas ambientales hacia una búsqueda realmente de los caminos de la sustentabilidad en materia ambiental. A mí sí me preocupa que en pleno Siglo XXI, veamos este asunto de la fragilidad de nuestro proyecto de desarrollo para Guerrero.

No sobreconcentrar recursos en turismo

–Los estudios divulgados por la Profepa (sobre la contaminación de las playas) abarcaron unas 20 que son destino turístico, ¿entonces por qué en Guerrero hubo especial reacción?

–Creo que es porque en Guerrero nuestra ciudadanía, nuestra sociedad, depende mucho del turismo. Yo hablo de que en pleno Siglo XXI, nuestro problema es un proyecto alterno que no le apueste, ni la inversión pública ni la privada, a los dos destinos turísticos, que son los que generan finalmente el mayor ingreso económico, que son Acapulco y Zihuatanejo. Creo yo que Guerrero es más que Acapulco, más que Zihuatanejo, que tenemos muchas de las respuestas en el medio rural, esa precisamente es la solución, y creo que debemos abrirnos a un debate sobre las políticas de desarrollo económico sustentable en Guerrero, y verdaderamente necesitamos promover nuestros potenciales. Ahí está el potencial forestal, aunque se diría que nuestros bosques tienen problemas, es precisamente porque han aumentado las actividades agropecuarias en terrenos de potencial forestal.

“Tenemos ahí recursos por aprovechar en los propios bosques de Guerrero. Tenemos en fin otros destinos que también podrían sobrevivir del turismo, y que tenemos que potenciar. A qué me refiero con esto, a que si seguimos trabajando en sobreconcentrar nuestras inversiones, exclusivamente en puertos como Acapulco y Zihuatanejo en materia de desarrollo, probablemente seguiremos siendo dependientes, de que cuando se presenten contingencias de cualquier tipo, desde carácter propagandístico como se habló en un momento, hasta de carácter natural, recordemos huracanes como el Paulina, vamos a estar siempre indefensos, frágiles, en este tipo de situaciones.

–En el rechazo a la información de la Profepa coincidieron personas tan disímbolas como Félix Salgado, René Juárez, Alberto López Rosas. ¿Hacia donde debería conducirse este debate sobre el destino de Guerrero, y en el caso de la bahía?

–Hacia un debate, y lo hemos discutido en foros de política ambiental. Hacia un debate abierto con la sociedad en su conjunto, con los diversos actores políticos, desde los grupos ambientalistas, que en alguna forma como en el caso de Zihuatanejo, honor a quien honor merece, han hecho una lucha por defender su bahía, por defender su ciudad, en contra de problemas de mal desarrollo y de carácter ambiental, cuando antes en muchos casos, no se acostumbrada, que la defensa del paisaje, la defensa del crecimiento urbano anárquico, eran defensas también de la economía de esos lugares.

“Yo creo que ahora está quedando muy claro a otros actores, que han menospreciado el asunto ambiental, que es fundamental la defensa del medio ambiente, entonces no podemos estar siempre trabajando con medidas correctivas. Seguramente van a venir asuntos de saneamiento, porque es innegable que el crecimiento continuo de ciudades como Zihuatanejo, como Acapulco, hace que avance la mancha urbana, avancen los asentamientos irregulares, que tengamos más gente que tire desechos en barrancas, los tenemos que de alguna forma estar saneando, y ese es un técnicamente un problema del cual vamos a estar un día atrás, si mantenemos esta pauta de desarrollo.

–¿O puede ser también que por primera vez se haya tenido oportunidad de tocar estos problemas?, porque había antes la idea de crecer y ocultar los efectos del desarrollo, como en el caso de Acapulco, negando que existiera la contaminación de la bahía.

–Yo creo que los servidores públicos no tenemos ningún interés. No somos fraccionadores, yo no soy fraccionador, no soy desarrollador, no soy dueño de un comercio y nuestra obligación por lo tanto es buscar la verdad, al no tener ese tipo de interés creados. Es el momento de impulsar un sano debate sobre el desarrollo.

“Sé que lo que la gente busca es la verdad. Entonces si logramos impulsar la búsqueda del conocimiento, de una visión de futuro para Guerrero, creo que estamos a tiempo de transformar toda esta dinámica que hablábamos de enfrentamientos que yo considero que han sido inadecuados”.

Coordinación federación, estado y municipios

–¿Verlo como un caso de enfrentamiento federación-estados, de competencias turísticas?

–Yo lo que busco es impulsar asuntos de coordinación. Tenemos que coordinarnos en el pleno respeto al pacto federal, a la soberanía, al estado. Tenemos que buscar una mejor coordinación entre los tres órganos de gobierno, del gobierno del estado, los gobiernos locales, en una sociedad cada vez más democrática.

“Me preocupa que se creen en Guerrero todavía climas de intolerancia política, donde tirios y troyanos a veces han tomado actitudes donde no han permitido muchas veces el diálogo ni el derecho a defenderse. Uno es inocente hasta que se pruebe lo contrario en derecho.

“Me preocupa que gente de trabajo como el ex delegado de la Profepa (Inocente León), ni siquiera dijo lo que se dice que dijo, y entonces creo yo que como servidores públicos estamos en la búsqueda de la verdad y de cumplir en un Estado de derecho”.

–¿En el caso de la Semarnat cómo se ha integrado, hay Consejos que se han creado en este periodo, con ciudadanos?

–En los trabajos que consideramos conflictivos buscamos la participación de la sociedad, a través de representantes legitimados por los distintos sectores, creo que ahí hemos tenido un avance muy importante en Guerrero. No es casualidad que estuviéramos en Zihuatanejo. Previo precisamente a esos incidentes, impulsando un proceso de participación de la sociedad, y no nos fue muy bien, o sea desde el punto de vista de participación social, fue excelente, pero desde el punto de vista de evaluación, vemos todavía que tenemos un enorme rezago en credibilidad, la gente todavía no nos cree, estamos por un cambio y estamos realmente por resolver problemas y obviamente creo yo que nos falta entrar a una nueva cultura, una cultura política diferente, una cultura ecológica diferente.

“El caso de Inocente es parte del propio debate. Buscar una cultura de debate, activa, realmente que nosotros los que estamos comprometidos en defensa del medio ambiente, en la defensa del uso del suelo y de sus recursos naturales, en la defensa de los bosques, realmente tengamos el respeto de la sociedad en su conjunto y que nos permita realmente entrar a este debate al que estamos buscando que se integren todos los actores”.

–¿El papel del gobernador cuál sería, porque se habla de que recomienda delegados, y sin embargo no se le ha visto activo en esos temas ambientales?

–Ese es un asunto fuera de mi competencia, hay pleno respeto a la soberanía estatal.

–¿Ha habido respeto del gobernador a la Semarnat?

–Es una pregunta que preferiría no contestar, es un asunto que yo creo que lo que debemos buscar es mayor coordinación no solamente con el gobierno del estado sino con los ayuntamientos, porque es un déficit que viene de una cultura de muchos años, del centralismo que privó en este país.

–Recursos para estos programas, ¿cómo se podrán obtener?

–Eso es parte del problema. Necesitamos buscar salidas conjuntamente con los otros dos órganos de gobierno. Hay que entender que la contaminación por aguas residuales domésticas es asunto local, el 115 constitucional lo dice claramente. En un sistema federal nosotros estamos buscando participar, pero recae básicamente en autoridades locales.

“Otro problema es que en ciudades macro se vuelven más caros los servicios, como en Acapulco.

“Entonces nosotros debemos cuestionarnos si los procesos de inversión y desarrollo de futuro en el estado giran solamente en torno al puerto de Acapulco y es un debate que tenemos que abrir a la sociedad”.

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