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Diseñan estudiantes del IPN un sistema ahorrador de agua y energía en la ducha

Alejandro Ramos / Agencia Reforma

Ciudad de México

Tres estudiantes del Instituto Politécnico Nacional diseñaron un sistema que evita que en el baño diario se desperdicie el agua fría mientras ésta se calienta, con lo que se llegan a ahorrar entre 5 y 15 litros por ducha.
Alán Francisco Medrano, de 18 años, estudiante de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) del IPN; Óscar Alejandro García, de 18 años, alumno de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, y Diego Raúl Martínez, de 19, estudiante de la UPIITA, son los creadores del sistema ahorrador de agua.
Los alumnos explicaron que el sistema consiste en recircular el agua entre la red de la regadera y el calentador y regular la temperatura a través de un dispositivo electrónico. El líquido no sale hasta que alcanza la temperatura deseada, y esto lleva entre 35 segundos y un minuto.
Martínez mostró a Reforma el innovador sistema, el cual cuenta con un sensor y un dispositivo llamado pirómetro, que detecta la temperatura y manda la señal para que se controlen las válvulas, una para el agua fría y otra para la caliente; la primera irá recirculando hacia el tinaco o el calentador hasta que el sensor registre la temperatura que el usuario indicó; en ese momento deja de recircular y sale por la regadera ya caliente.
“El procedimiento sería, primero, encender el dispositivo electrónico (que consiste en una caja instalada como un contacto que de apagador de luz). Un botón es para encendido y apagado y otro para agua fría, con el cual la regadera funciona normal sin necesidad de que recircule el agua. Es un diseño que está compuesto por un pirómetro y un microcontrolador. Se ahorra entre 5 y 15 litros en cada baño. El tiempo varía por la distancia que exista entre la regadera y el calentador, así como por el tipo de equipo con que se cuente. Los calentadores comunes tardan más de 2 minutos en calentar el líquido”, comentó Medrano.
Por su parte, García agregó que, por ahora, el invento se encuentra en fase de ser patentado para que entre al mercado en los próximos meses, ya que, advierte, de no hacerlo con rapidez, corren el riesgo de que sea plagiado.
Se estima que todo el equipo tenga un costo en el mercado de 4 mil pesos más trabajos de albañilería y plomería, pero lo principal es que no se derroche agua en cada ducha antes de que se caliente.
Hasta el momento, los jóvenes han invertido más de 6 mil pesos en su sistema, y prevén que aumente conforme se realicen otras innovaciones.
Los tres estudiantes, que cursan el primer semestre de sus carreras, informaron que siguen perfeccionando el sistema, por lo que proyectan innovar con celdas solares y hasta con sensores de presencia, que se activarían hasta que el usuario haya ingresado al área de la ducha.
Martínez expuso que el equipo puede operar sin problema entre 5 y 7 años dependiendo del tiempo de vida de las válvulas.
“Tenemos planeado instalar una llave mecánica para, en el caso que no haya luz, se abra la llave y, en lugar de pasar por las válvulas, pase directamente a la regadera”, añadió.
Los estudiantes coinciden en que retomaron el concepto de la campaña de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de colocar una cubeta abajo de la regadera para capturar el agua fría y reutilizarla en otras actividades.
“La Conagua puso la idea y nosotros la perfeccionamos, pues, cuando se pone la cubeta bajo la regadera, no cae todo el agua dentro. Teníamos que hacer un proyecto más eficiente y práctico; también que fuera diferente a la regadera eléctrica”, destacó Medrano.
Martínez argumentó que el consumo de energía de su sistema es de 100 watts, mientras que el de una regadera eléctrica, de 3 mil.

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