Salió el sol para los bañistas en playa Revolcadero, donde no había anuncios de alto oleaje por Marie

Karla Galarce Sosa

Escaso número de bañistas se observaron ayer al mediodía en playa Revolcadero, donde las olas alcanzaron hasta tres metros de altura.
En un recorrido por la zona, desde el hotel Princess hasta los condominios Marena y Bamboo –un kilómetro de distancia aproximadamente– no se observó alguna bandera que alertara el alto oleaje y solo había un salvavidas dentro de la concesión del hotel Princess.
Los pocos bañistas que disfrutaban de la playa se divertían en la orilla del mar, los niños eran vigilados por sus padres y algunos adolescentes tenían tablas para surfear y deslizarse sobre las olas.
A lo lejos, la lluvia amenazaba con caer, pero durante unos minutos las nubes cargadas con agua cedieron y permitieron el paso del sol. Durante esos minutos, algunos huéspedes del hotel Princess salieron a los camastros de la playa para disfrutar del calor. Los visitantes que se alojaban en condominios, que eran muchísimos menos que los del hotel, también bajaron a sus áreas concesionadas para acostarse durante unos momentos en los camastros.
Los prestadores de servicios turísticos llegaron para ofrecer una diversidad de entretenimientos que iban de los paseos en cuatrimotos, a caballo, renta de tablas para surfear o masajes, hasta productos como sombreros, collares ropa o cocteles de mariscos.
Al tiempo que las nubes cedían al sol, la playa Revolcadero poco a poco se fue llenando de más bañistas, y en menos de una hora después del mediodía, se comenzaron a observar a las familias caminando, corriendo, o simplemente sentadas en los camastros o, mojándose los pies, aunque no se observaron a los salvavidas ni banderas que los alertaran del alto oleaje que dejó a su paso el huracán Marie.