Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Juan Angulo Osorio

AL DIA

  Guerrerenses en EU

Como cada temporada, miles de guerrerenses vuelven a su tierra a pasar con sus familiares las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Con documentos o sin ellos, paisanos de Illinois, California, las Carolinas, Texas y Nueva York –por mencionar los estados con más población de guerrerenses– vienen a Taxco, Ixcateopan, Iguala, Cocula, Teloloapan, Apaxtla, Acapetlahuaya, Tlalchapa, Coyuca de Catalán, Zirándaro, Xochihuehuetlán, Tlapa, Acapulco –algunos de los principales municipios expulsores de migrantes.

Pero a diferencia de lo que ocurre en otros estados, en que los migrantes son influyentes en la economía, la política y la sociedad, en Guerrero su fuerza social no rebasa al pueblo de que son originarios y, en el caso de las grandes ciudades, muchas veces no llega ni siquiera a los vecinos de las familias que se quedan.

Tan tenue es su presencia social, que en la opinión pública no se percibe a Guerrero como uno de los estados que por centenares de miles dejan sus oriundos para ir en busca de trabajo y de oportunidades en Estados Unidos, como sí es el caso de estados como Zacatecas, Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Puebla, e incluso Oaxaca, conocida por la tenaz y creativa presencia de los mixtecos de ese estado en la Urbe de Hierro, Nueva York.

Esto explica la indiferencia social ante la muerte de cuatro acapulqueños, un taxqueño y una atoyaquense en carreteras de Estados Unidos ocurridas a principios de este mes –los cinco primeros cerca de la capital de Iowa, el 2 de enero y la última cerca de San Diego el 9.

Y no es que los guerrerenses en Estados unidos estén desorganizados. Lo son particularmente los clubes de guerrerenses de Chicago, como expresión de paisanos nuestros que han levantado negocios que atienden a la población mexicana, o que son organizadores sociales reconocidos por la comunidad. Y apenas en la marcha por la paz que se efectuó el sábado pasado en Washington participó un guerrerense de un modo tal que mereció ser mencionado en una crónica periodística.

Sin embargo, por diferentes circunstancias los clubes guerrerenses no han sido capaces de establecer relaciones estables con los diversos actores de la sociedad local, como sí lo han hecho sus similares de Zacatecas, Michoacán y Puebla, por ejemplo. Concentrados en una política asistencialista, de apoyo a obras materiales en sus pueblos, los nuestros durante mucho tiempo han priorizado su relación con el gobierno del estado buscando complementar los recursos financieros necesarios para la construcción de iglesias y plazas de toros, y la pavimentación de calles, que son mayoritariamente los proyectos que promueven.

Esta situación, no obstante, puede verse como una etapa necesaria, que seguramente cursaron las asociaciones de migrantes de otros estados, concentrados ahora en la consecusión de los derechos políticos de los mexicanos que viven en Estados Unidos, como lo demuestra la reunión del fin de semana pasado en Las Vegas que congregó a representantes de más de 600 asociaciones de mexicanos.

De este lado también existe una gran responsabilidad por la separación de la gran familia guerrerense, casi un tercio de ella en Estados Unidos, sin contar a los cientos de miles que viven en la zona metropolitana del valle de México, expulsados por la pobreza, los caciquismos o la mediocridad que reduce la creatividad e iniciativa de miles de destacados profesionistas guerrerenses.

Ahora que se habla de reactivar el proceso de la reforma política, deben reconocerse los derechos políticos de los guerrerenses que radican en Estados Unidos. En Zacatecas ya se legisló para que puedan votar en la elección del gobernador, y avances similares hay en Michoacán. Aquí hay tiempo suficiente para incluir en nuestra Constitución y en el Código Electoral del Estado que los guerrerenses que viven en el exterior pueden votar en las elecciones de gobernador del 2005, como ambién ser considerados como candidados a diputados locales.

Ahora mismo tenemos presidentes municipales –o ex candidatos a alcaldes– que regresaron de Estados Unidos con ahorros alcanzados tras años de arduo trabajo, que invirtieron en sus pueblos donde ahora son personajes respetados y respetables. También éstos destacarán cada día más en la política del estado, y pronto influirán para que la presencia de los migrantes vaya más allá de ayudas inmediatas para abrir paso a relaciones políticas modernas y a una cultura del trabajo fecundo y productivo.

Encuestas en el PRD

De confirmarse que los precandidatos del PRD a diputados federales por los distritos 09 y 10 de Acapulco han aceptado a la encuesta como método para designar a los dos que contenderán en las elecciones de julio, estaríamos en presencia de un triunfo político de la dirigencia estatal y nacional que encabezan Martín Mora y Rosario Robles.

Ya muchos veían venir un nuevo enfrentamiento interno en las filas perredistas, de esos que siempre traen consigo desprestigio social y disminición de preferencias electorales entre los ciudadanos.

El PRI quiere demostrar que puede llegar unido a la lid electoral. Lo demuestra el destape del ex gobernador Angel Aguirre como su más probable candidato por el distrito 08 que abarca 12 de los 13 municipios de la Costa Chica. Destape que, además, indica que no van a rendir la plaza ante la fuerza que dejó ver el perredismo en los comicios locales de octubre pasado.

No se espera menos del lado del PRD. El anuncio de Mora sobre la aceptación de la encuesta, y la reunión del senador Armando Chavarría y del diputado federal Félix Salgado Macedonio pueden ser el anticipo de que esta vez no correrá la sangre entre los perredistas. Ya veremos.

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