Revisa CAPASEG los tres pozos en Mochitlán que abastecen la capital tras 25 años sin mantenimiento

Anarsis Pacheco Pólito

Mochitlán

Trabajadores de la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (CAPASEG), realizaron un aforo de 24 horas de tres pozos que abastecen a Chilpancingo como parte del proyecto federal para dar solución al desabasto.
Durante un recorrido realizado en el municipio de Mochitlán, donde se ubican tres pozos que suministran de agua potable a parte de la población capitalina, se pudo constar las condiciones en las que han operado desde hace 25 años.
En el lugar, el subdelegado de programas especiales de la CAPASEG, José Maldonado Serrano explicó que desde hace 25 años no se había recibido ningún tipo de mantenimiento en los tres pozos, lo que provoca que no se puedan explotar los mantos acuíferos para abastecer correctamente a Chilpancingo.
El funcionario señaló que el mantenimiento en los tres pozos es responsabilidad del gobierno municipal de Chilpancingo, ya que ellos son los que utilizan el agua para la ciudad.
La CAPASEG realizó por primera vez el aforo en los tres pozos de Mochitlán, como parte del proyecto federal de abastecimiento para la capital, además de mejorar la condición de cada uno de ellos.
El aforo consiste en medir la cantidad de litros por segundo que se pueden bombear, también se mide el nivel del profundidad del agua en el pozo, para saber la velocidad que la bomba podrá tener para bombear más litros por segundo.
El proyecto federal establece explotar los mantos acuíferos, además de cercarlos y construir en cada uno de ellos una habitación de máquinas para que funcionen correctamente las bombas.
Maldonado Serrano agregó que estas pruebas también sirven para descartar que los pozos estén comunicados entre sí.
Comentó que en la zona se generaban en cada pozo menos de 30 litros por segundo, pero debido a los trabajos realizados en cada uno de ellos, los tres llegan a sumar un estimado de 240 litros por segundo.
Señaló que se debe de reforzar en cada uno de los pozos el mantenimiento, ya que cuando se concluyan los trabajos encabezados por la CAPASEG volverán a ser administrados por la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach).
Durante la actividad encabezada por el organismo estatal, también se realizaron estudios bacteriológicos en cada uno de los pozos, los cuales cuestan 25 mil pesos cada uno, y los hace un laboratorio del estado de Morelos que cuenta con la certificación.
El encargado de la obra comentó que estos estudios tampoco se habían hecho en los pozos, pero recordó que el municipio debe estar encargado de realizar el monitoreo correspondiente para evitar su contaminación.