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José Luis Cuevas: deseo mantener intactas mis capacidades sexuales y artísticas

Xavier Rosado * Durante la presentación de su libro Cartas a Bertha, historia de un amor loco, el pintor y escultor José Luis Cuevas dijo que a su edad lo importante ahora es mantener intactas las capacidades sexuales y artísticas.

La velada literaria en la que el artista presentó un íntimo texto en el que devela la relación con su fallecida esposa Bertha Riestra, anunció su próximo matrimonio con la también pintora Beatriz del Carmen Bassán.

El acto se llevo a cabo en la alberca Ixtapa del hotel Fairmont Pierre Marqués con la presencia del escritor Arturo Córdova Just y más de 60 personas que asistieron con el fin de estar cerca del precursor de la generación de la ruptura en el arte mexicano.

La velada comenzó a las 21 horas tras de la llegada de José Luis Cuevas y del comentarista, quienes, después de ser presentados por la directora de Relaciones Públicas de los hoteles Fairmont Acapulco, Claudia Córdova Just, se instalaron en una sala instalada en un estrado junto a la alberca.

Arturo Córdova mencionó que las cartas bien podían representar la iniciación de Cuevas al arte de la escritura, porque no deja nada qué desear la estructura de estos textos que marca como impecables en términos literarios.

En su presentación mencionó que en el libro se presenta un “desnudamiento” de Cuevas, porque “hay cartas que no son del todo agradables, que son difíciles de asumir, pero uno entiende que la vida es una aventura contradictoria”.

Reconoció la valentía de Cuevas al publicar este libro en el que existen cartas, sobre todo en la segunda parte, que no lo favorecen; en ellas se evidencian aspectos íntimos de la vida marital del artista, como sus infidelidades que estoicamente soportó hasta la muerte Bertha Riestra.

En el texto escrito que leyó Córdova Just, mencionó que “el artista elabora una estrategia contra sus propias sombras, lucha para conseguir el privilegio de explicarse a sí mismo”.

Expresó también que el trabajo de un verdadero artista es inevitable, siendo el arte quien escoge a sus autores, “las obras se crean por la necesidad de encontrar significados, de que el deseo nos inunde y nos ponga en la ruta para ir más allá de la fugacidad de nuestras vidas”.

Del arte de Cuevas, el escritor mencionó que “acaso el arte sea arañar por un instante la terrible y maravillosa dimensión de estar vivos, de romper los moldes en los que nos encierran, de escoger el lugar que más nos gusta y derrotar en un momento glorioso a la muerte, su horizontalidad anónima”.

Agregó que es un artista en la inmersión en sí mismo, los cuadros son espejos con los que podemos conversar con nuestro lado oscuro.

Del libro Cartas a Bertha, historia de un amor loco resaltó la enconada pelea entre José Luis Cuevas y la familia de su extinta esposa, los Riestra, quienes no aceptaban al pintor por ser precisamente eso, un bohemio y un artista.

Dijo que el libro es un homenaje a dos jóvenes que caminan por el bosque de Chapultepec, dos muchachos que se meten cada uno “en la piel del otro”.

“En este libro, el joven José Luis, a través de su amada, se buscó a sí mismo, los libros, son cartas de amor, certificados de existencia. Cartas a Bertha… es la historia de una elección, una bitácora que guarda un secreto, lo que uno descubre en el libro de Cuevas es que el amor no da felicidad, sino iluminación”.

Al tomar el micrófono, José Luis Cuevas mencionó que el libro se llama así gracias al editor del mismo, Vicente Herrasti, quien sugirió el título “porque a Bertha la conocí precisamente en el manicomio, había iniciado sus estudios de psicología y había ido a La Castañeda, un manicomio en Mixcoac, Bertha iba a hacer sus observaciones de los enfermos mentales y sus prácticas de la facultad de psicología y yo iba a dibujarlos”.

Agregó que ese fue el primer encuentro con la que durante 39 años fue su esposa. Sin embargo, después de casi tres años de haber guardado el duelo por su mujer, confesó que desde hace ocho meses tiene una nueva pareja, la pintora Beatriz del Carmen Bassán, a quien llamó al estrado para presentarla al público.

“Donde va Beatriz voy yo y donde voy yo va Beatriz. Ella es mucho más joven que yo pero la edad no importa, lo que importa es que siempre se conserven intactas las capacidades sexuales y artísticas”, indicó el artista.

Anunció que próximamente contraerá nupcias con la pintora, de quien declaró estar “profundamente enamorado” de tal forma que hizo un juramento con ella para “jamás serle infiel”.

Acapulco en su memoria

Después de la presentación de su libro, Cuevas declaró a este diario que “no son muchas las veces que he venido a Acapulco, aunque está entre mis antiguos recuerdos, vine siendo un niño, en una ocasión en la época del Hotel Las Hamacas, era un hotel sumamente popular con sus hamacas y todo, no sé si esté ya un poco deteriorado o si conserve su antigua grandeza, recuerdo de pronto que en el hotel Hamacas se filmó una película mexicana en la que debutó Tin Tán, la película se llamaba Hotel de Verano y Tin Tán tenía una breve aparición musical con su carnal Marcelo y fue importante porque fue la primera aparición de alguien que se convirtió en uno de los grandes cómicos del cine mexicano”, expresó el pintor.

Dijo que en aquellos tiempos fue cuando vino en un viaje familiar y después volvería con su esposa y dos de sus hijas pero para tomar un barco que lo llevó a San Francisco, en los años setentas.

“Después no se porqué no regresé a Acapulco, pero ahora es un verdadero gusto regresar después de tantos años”, finalizó.

Al tiempo que firmaba autógrafos y saludaba a sus admiradores, mencionó al primer actor que representó el personaje del escritor Edgar Rice Borroughs, Tarzán, el hombre mono, Johnny Weissmuller. Dijo que después de haber llegado a Acapulco para filmar la película Tarzán y las sirenas, Weissmuller se enamoró de este lugar de tal manera que se quedó a vivir aquí y hasta la fecha está enterrado en un panteón a la entrada del puerto.

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