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Aún no hay transporte público a Tlacotepec tras el secuestro de una Urvan; hoy se cumplen cuatro días

 

*Hay desabasto de víveres y combustible en 80 comunidades de ese municipio, principalmente en la cabecera, informan vecinos. El municipio sólo tiene tres policías, recuerda el director de Seguridad Pública municipal

Redacción y Agencia Proceso

Chilpancingo y Tlacotepec

Este jueves se cumplen cuatro días de la suspensión del servicio de transporte público al municipio de General Heliodoro Castillo (Tlacotepec) desde Chilpancingo, luego de la versión de que una camioneta Urvan de la ruta Tlacotepec-Iguala había sido secuestrada.
Desde el lunes se suspendió el servicio de transporte público de Chilpancingo hacia  el municipio de General Heliodoro Castillo y la llegada de al menos seis unidades de la ruta Iguala-Tlacotepec.
En una visita a la base de esta ruta en la capital se confirmó que los choferes siguen sin realizar ningún viaje a Tlacotepec, pero se reservaron de hablar de los motivos.
A cuatro días de que las camionetas dejaran de salir los choferes que están en la base capitalina, dijeron que no saben cuándo se restablecerá el servicio.
“Todavía no hay salidas para Tlaco y no nos han dicho para cuándo se vuelva a viajar”, respondió uno de los choferes.
En la base de salida había varias camionetas, limpias y sin pasajeros, y continúan con los rótulos que anuncian que hacen viajes a Iguala, tapados.
Los choferes aseguraron que no saben por qué no se puede viajar, mientras otros sólo evitaron contestar.
La base de salida de las camionetas Urvans, ubicada en la colonia Morelos, sobre la calle Matamoros, lucía tranquila y vacía, mientras los choferes se mantenían limpiando cuidadosamente sus vehículos.
Por su parte, la Agencia Proceso (Apro), informó que los puntos que conectan los poblados de Mezcala y Xochipala, municipio de Eduardo Neri, ubicados sobre el tramo Iguala-Chilpancingo de la carretera federal México-Acapulco, está operando una gavilla dedicada al secuestro, robo y extorsión, según denunciaron transportistas y pobladores de Tlacotepec.
La ola de violencia contra habitantes de la sierra se recrudeció hace cuatro días y coincide con el retiro de un destacamento militar que mantenía la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desde hace ocho meses en las inmediaciones del poblado de Xochipala, que conecta la región centro con la sierra de la entidad, señalaron los afectados, quienes pidieron el anonimato por miedo a sufrir represalias.
La suspensión del servicio de transporte público de Tlacotepec a Iguala y Chilpancingo comenzó desde ayer y la acción está provocando desabasto de víveres y combustible en 80 comunidades de este municipio, principalmente en la cabecera que se ubica a tres horas de la capital.
En un recorrido que Apro realizó ayer se constató la ausencia de autoridad en esta franja de la entidad considerada como un importante corredor del narco en la entidad y que actualmente es disputado por diversos grupos delincuenciales.
La desolación impera sobre la carretera que conecta la región centro con la sierra, principalmente en el tramo del crucero de Casa Verde y el poblado de Xochipala, el punto donde se han cometido los asaltos en contra de pasajeros que viajan de la ciudad de Iguala a Tlacotepec a bordo de unidades de transporte público.
Esta situación obligó a los habitantes de Tlacotepec a realizar una asamblea popular en la plaza cívica de la comunidad para denunciar estos hechos.
En el encuentro realizado el martes por la tarde en esta comunidad enclavada en la sierra de la entidad, los inconformes lanzaron un llamado a las autoridades de los tres niveles para que frenen la violencia que se agudizó en los últimos días.
Al respecto, el director de Seguridad Pública municipal, Raymundo Catalán Nájera se declaró incompetente para enfrentar los problemas de inseguridad, argumentando que desde hace dos años en este municipio sólo existen tres policías locales.
Entrevistado en su oficina, ubicada en la sede del Ayuntamiento, un edificio gris que luce desierto después de las tres de la tarde, el funcionario municipal dijo que al principio de la administración del perredista Mario Chávez Carbajal sumaban 60 uniformados, luego desertaron 57 por factores de la narcoviolencia y las evaluaciones de control y confianza que no acreditaron.
Catalán Nájera señaló que hace falta coordinación entre autoridades municipales con el gobierno federal y estatal para reforzar la seguridad en el punto donde transportistas y ciudadanos de la sierra están siendo agredidos, indicó.
Mientras, habitantes de Tlacotepec reprocharon las ausencias prolongadas del edil perredista, quien se ha caracterizado por acudir esporádicamente al municipio sólo para realizar actos mediáticos en las comunidades, acompañado por Luis Alfonso Partida, El Yaki, el exvocalista de la banda sinaloense El Recodo.
Hasta el momento, las autoridades estatales y federales no han fijado una postura sobre la dramática situación que viven los pobladores de la sierra, quienes exigieron una explicación sobre el retiro del retén militar que estaba en la comunidad de Xochipala.

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