Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

CARTAS (Dice que Robin Sidney no denuncia que los ricos también contaminan la bahía)

Señor director:

Le agradecería que publicara estas reflexiones sobre la contestación de la señora Robin Sidney del día 4 de enero del presente año al maestro Rafael Aréstegui.

Cuando los pobres se levantan a luchar por pan, agua y por la tierra se les llama delincuentes, como es el caso del profesor David Molina Francisco, que merece todo mi respeto y admiración como luchador social dentro de la Universidad y fuera de ella; así calificaron a Zapata, Villa, entre otros, porque transgredieron los muros, murallas, leyes de los ricos y poderosos que quieren todavía tener el control de Acapulco, pero se les olvida que la población acapulqueña ya despertó y exige la recuperación de sus tierras que les han quitado los capitalistas a través de maniobras sucias en complicidad con las autoridades corruptas.

A la señora Robin se le olvida denunciar que los ricos están contaminando la Bahía de Santa Lucía, como el caso de Las Brisas, que tienen fosas sépticas en la mayoría de las residencias, el fraccionamiento Guitarrón, el fraccionamiento Pichilingue, los nuevos hoteles que están construyendo el lado este de la playa Revolcadero.

No vamos lejos, en la isla de La Roqueta, los restaurantes con sus drenajes de aguas negras, así como en la ruta de Pie de La Cuesta a la Barra de Coyuca, tenemos el hotel Parador, casas de huéspedes, balnearios como el kilómetro 10, Los Moyis, los diferentes centros recreativos que están contaminando los mantos acuíferos, los freáticos y se están destruyendo las cadenas alimenticias de los ecosistemas, pero son ricos y no hay señalamientos hacia ellos.

Es obligación de todos buscar soluciones que permitan el consenso y la concientización de la importancia de la ecología como alternativa del nuevo milenio, y no satanizar al pobre porque tiene hambre de un pedazo de tierra para una vivienda digna.

Veamos quién viola las leyes, los ricos o los pobres, pero eso no es el problema, que busquemos todos soluciones con verdadera vocación de una educación ecológica, turística-urbana, que nos beneficie a la humanidad.

 Atentamente:
Guadalupe Saligán Colón,
defensor del Parque Papagayo

468 ad