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Señalan a Zeferino en nueva declaración ante el MP por el caso Chavarría

*Ante un agente de la Procuraduría, el empresario Pioquinto Damián Huato sostiene que una noche antes del asesinato el diputado le dijo por teléfono que tenía miedo de que el gobernador lo mandara a matar

*Relata una serie de conflictos entre ambos porque Torreblanca pretendía controlar al Congreso y al PRD y nombrar al candidato para sucederlo en el cargo

En declaración ministerial, Pioquinto Damián señala a Zeferino como responsable del asesinato de Chavarría

*Declaró que una noche antes del crimen, el diputado le dijo por teléfono que tenía miedo de que el gobernador lo mandara a matar. Relata una serie de conflictos entre ambos porque el entonces gobernador pretendía controlar al Congreso y al PRD y nombrar al candidato para sucederlo en el cargo

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

El empresario y ex diputado federal Pioquinto Damián Huato, informó que este miércoles declaró ante un agente del Ministerio Público que Armando Chavarría Barrera le dijo en una llamada telefónica la noche? anterior a su asesinato que tenía miedo de que el gobernador Zeferino Torre-blanca lo mandara a matar.
Pioquinto Damián coincidió con el político cercano a Cha-varría y dirigente del Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo, quien el lunes anterior confirmó asimismo en su declaración ministerial su señalamiento de que Torreblanca es el autor intelectual del asesinato perpetrado el 20 de agosto de 2009.
El martes pasado el empresario fue notificado por la PGJE de que el miércoles por la tarde acudirían a tomarle su declaración a su departamento en el Zócalo capitalino, trámite que duró aproximadamente dos horas.
Comentó que relató al MP que se reunía constantemente con Chavarría en un salón “muy privado” del hotel Parador de Marqués, en la salida sur de esta ciudad. Declaró que desde seis meses antes de la elección para renovar el Congreso local, comentó que el perredista asesinado le pidió su opinión porque pensaba renunciar al cargo de secretario de Gobierno, “porque le estaban dando un trato muy malo, que lo tenían en total aislamiento”.
En esa ocasión le dijo que entendía que el gobernador To-rreblanca no le tuviera confianza pero que “ya le había dado diversas muestras de lealtad y que no lo consideraba justo que a esas alturas le tuviera desconfianza”.
Entonces recordó que Cha-varría Barrera le platicó de algunos desencuentros con el grupo político de Torreblanca Galindo, como el que tuvo con su operador y coordinador de Enlace Político Institucional, Julio Ortega Meza, a quien le envió un oficio “ordenando” que “diera de alta en la nómina a un fulano”, pero se negó y le recordó que “mi único jefe es Zeferino Torreblanca”.
Comentó que Chavarría “se alteró mucho y le preguntó si desconocía la ley orgánica de la administración pública, se sintió muy ofendido, muy humillado”, y que ese fue el motivo por el que decidió renunciar.
Pioquinto Damián comentó que en esa ocasión le recomendó que no renunciara, porque faltaba “mucho tiempo para el proceso electoral” y le sugirió que cuando fuera diputado local buscara la coordinación de la fracción perredista, “pero él se adelantó y me dijo que Zeferino iba a impulsar a Carlos Álvarez”, sin embargo “Chavarría le ganó”.
En su declaración ministerial el también ex diputado federal dijo que Chavarría le manifestó, cuando ya era diputado, que “se sentía humillado por el gobernador porque le seguía dando órdenes”.
Le comentó que Zeferino Torreblanca no le recibía las llamadas telefónicas a pesar de que ya era el presidente del Poder Legislativo, pero sí le enviaba oficios o le mandaba a “funcionarios de tercer nivel” para llevarles las órdenes del gobernador “para que pasaran tales leyes”.
En conferencia dijo que relató en su declaración que Chavarría Barrera estaba ofendido porque le remarcaba que “ya no era su colaborador, sino la cabeza de un poder y me dijo que ya no lo iba a permitir”.
Declaró que en esa ocasión le recomendó a Chavarría:  “No le des la espalda” al gobernador, y el perredista asesinado le dijo que no lo estaba haciendo,?pero que pondría límites.
Recordó que la noche anterior al asesinato, el 19 de agosto del 2009, Chavarría lo llamó para invitarlo a su fiesta de cumpleaños, que se realizaría la siguiente semana, y en esa conversación recordaron todos los incidentes y desencuentros entre el presidente del Congreso y Torreblanca.
La comunicación telefónica fue aproximadamente a las nueve de la noche y duró unos 30 minutos; Chavarría Barrera estaba en un restaurante vecino al Congreso local y Pioquinto en su casa.
Fue entonces cuando Chavarría le manifestó que tenía temor de que Zeferino Torre-blanca “lo mandara a asesinar” y Pioquinto Damián le recomendó que colocara cámaras de circuito cerrado dentro y fuera de su casa.
También recordó que “nunca me habló” del ex auditor del estado Ignacio Rendón Romero, por lo que no lo mencionó en su declaración ministerial, después de que se diera a conocer en estas páginas que en junio de 2011 el ex comandante de la Policía Ministerial, Trinidad Zamora Rojo, declaró que agentes ministeriales asesinaron a Chavarría Barrera por órdenes del entonces gobernador y que también tuvo que ver el titular del órgano fiscalizador.
El ministerio público le preguntó el miércoles a Pioquinto Damián si tenía algún motivo para sentir odio contra Zeferino Torreblanca, pero dijo que no, pero que sí “me siento incómodo porque no se ha hecho justicia a pesar de que han pasado tantos años”.
En su declaración dijo que no tiene dudas de que el ex gobernador es el asesino intelectual de Chavarría Barrera, “primero le quitó su escolta, luego lo acribilla”, e incluso afirmó que Chavarría le dijo el motivo por el que temía ser asesinado.
“Lo que pasa es que el señor (Zeferino Torreblanca) se quiere apoderar del Congreso, quiere nombrar un candidato (a la gubernatura), quiere controlar el partido (el PRD) y convertirse en el cacique nuevo de Guerrero”, le dijo Chavarría a Damián Huato.

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