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En la conmemoración de los mártires del 60, llaman a votar por Zeferino

Propone Juan Alarcón que el 30 de diciembre se establezca como fecha para conmemorar en la UAG a los estudiantes caídos durante el gobierno de Caballero Aburto

Teresa de la Cruz

Chilpancingo

A 44 años de la matanza del 30 de diciembre de 1960, en medio de críticas a los gobiernos priístas en la entidad y con llamados a votar por el candidato de la coalición Guerrero Será Mejor, Zeferino Torreblanca Galindo, ex dirigentes del Comité de Huelga del Movimiento Social de los 60, autoridades universitarias y perredistas recordaron ayer a los caídos en esa masacre.

El presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Codehum), Juan Alarcón Hernández, pidió al rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Nelson Valle López, que someta a consideración en el Consejo Universitario, que el 30 de diciembre se constituya como “fecha conmemorativa” para recordar a los mártires de 1960.

La mañana de este jueves, en la Alameda Granados Maldonado, ex dirigentes estudiantiles del movimiento de los sesentas así como autoridades de la UAG y dirigentes del PRD estatal, colocaron ofrendas florales en el monumento a los Mártires del 60 y montaron guardias de honor.

Ahí también los integrantes del Frente Cívico de Chilpancingo –que apoyan la candidatura de Torreblanca Galindo–, colocaron lonas que traían impresas fotografías de estudiantes abatidos el 30 de diciembre de 1960, y que tenían como encabezados textos que decían: “Herencias Priístas”,

De igual modo en el acto fueron distribuidos volantes titulados En memoria de los caídos el 30 de diciembre de 1960 –cuyo responsable según la hoja tamaño carta es Jesús Araujo– en los que exhortan a “construir  un nuevo proyecto” y llaman a que “votemos por Zeferino Torreblanca” “para desterrar la pobreza y la miseria en que nos han sumido (…) con beneplácito los gobiernos priístas”.

En nombre de la UAG tomó la palabra Nicomedes Fuentes García quien hizo un recuento de la “agresión” del gobernador Raúl Caballero Aburto contra estudiantes que buscaban conquistar la autonomía universitaria.

El presidente de la Codehum, Juan Alarcón Hernández, señaló que si en 1960 hubieran existido organismos encargados de la defensa de los derechos humanos “ese delito que sería tipificado como de lesa humanidad, no hubiera quedado impune y Caballero Aburto estaría en la cárcel”

Pidió que la UAG participe para que se fortalezcan las políticas públicas a favor de los derechos humanos, y demandó al rector, Nelson Valle López, que lleve al Consejo Universitario, un punto de acuerdo para que el 30 de diciembre se constituya como “fecha conmemorativa” para recordar a los mártires de 1960.

A abrir la puerta a un nuevo gobierno, llama Jesús Araujo

Durante su participación, el ex dirigente estudiantil Pablo Sandoval Cruz, integrante del Frente Cívico de Chilpancingo, indicó que “el mejor homenaje que les podamos rendir a los caídos del 30 de diciembre, es ofrecerles un nuevo gobierno democrático, popular, un gobierno que eleve y dignifique al pueblo de Guerrero”, en alusión al candidato de la coalición Guerrero Será Mejor, Zeferino Torreblanca Galindo.

Por su parte, el también ex dirigente estudiantil y miembro del Frente Cívico, y ex presidente del Tribunal Superior de Justicia en la administración del gobernador Rubén Figueroa Alcocer, Jesús Araujo Hernández, cuestionó el papel de los gobiernos priístas en su intento por mantener el poder y aseguró que hoy la “historia se está repitiendo, ahora son los hijos y algunos nietos de los que están peleando el poder, ejercitando las mismas estrategias”.

Araujo contó que en noviembre de 1960, antes de la masacre, “alguien nos mató” a un estudiante y para acallar el sepelio, Caballero Aburto instruyó a sus colaboradores “silenciar nuestras acciones”.

Entre quienes participaron, dijo que se encontraba el entonces director de Actividades Cívicas, Héctor Astudillo Bello, padre del actual candidato de la coalición Todos por Guerrero, Héctor Astudillo Flores, “él con una bocina –que colocó en una esquina del ahora Museo Regional– y música a todo volumen fomentaba la alegría” mientras pasaba el féretro.

Otra priístas que según Araujo participó en esa estrategia fue el secretario particular de Caballero Aburto, Manuel Añorve López, padre del actual coordinador de campaña de Astudillo Flores, Manuel Añorve Baños.

Cuestionó también el “enriquecimiento ilícito” de los gobernantes priístas y preguntó si el actual gobernador, René Juárez, tiene un capital que corresponde a su esfuerzo y salario.

Dijo que Guerrero necesita una restauración jurídica, porque está roto el orden constitucional, se entremezclan las atribuciones del poder Ejecutivo con el Legislativo, aquí los crímenes se escenifican”, y señaló que existe esta situación “porque (los priístas) son dolosos, ignorantes o perversos”.

Araujo llamó a los asistentes al acto a que el 6 febrero “permitan abrir una puerta para que entre una nueva forma de gobierno, un pensamiento honrado” en alusión a Torreblanca.

Algunos asistentes corearon porras a favor del candidato de la coalición Guerrero Será Mejor, y luego la presidenta del Frente Cívico de Chilpancingo, Ana María Bernabé Bromel, con otros miembros de esa agrupación, tomaron los micrófonos para recordar la masacre del 30 de diciembre de 1960.

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