En el estadio Corona se escribirá la historia final de dos equipos ganadores

Édgar Contreras / Agencia Reforma

Monterrey

Los Santos jamás han perdido un título de Liga cuando cierran la final en casa, pero Monterrey tiene la fórmula para lograrlo.
Cómo olvidar que apenas el pasado 25 de abril los Rayados se coronaron en la Concachampions y ganaron el boleto al Mundial de Clubes en el Estadio Corona, donde a pesar de caer 2-1, se impusieron 3-2 en el global por su 2-0 en la ida.
Ahí, en las instalaciones del TSM, el Monterrey apartó su boleto a Japón y demostró ser un equipo tan sólido como para levantarse de la lona antes de que acabe el conteo. Ayer, los regios dejaron la incógnita sobre el futuro campeón de este Clausura.
El empate es bueno para Santos, pero no determinante al no importar ya el criterio de mejor ubicación en la clasificación. El domingo en la final de vuelta debe haber un ganador durante el tiempo regular o la prórroga para definir al campeón; en caso de que no suceda habrá penales.
Los Guerreros no sólo tendrán que hacerle frente a las cuatro finales perdidas de manera consecutiva en sólo 2 años, sino también a ese fantasma de que los árbitros pitan mal y siempre en su contra.
En el Invierno 96 frente a Necaxa, en el Verano 2001 ante Pachuca y en el Clausura 2008 contra Cruz Azul los Guerreros siempre se coronaron en Torreón.
El único problema es que enfrente tienen al Rey Midas Víctor Manuel Vucetich, quien ha ganado las 12 Finales de su trayectoria.
De hecho, los Tecos dirigidos por Vuce le arrebataron a Santos la gloria en la primera final de su historia, en la temporada 1993-94.
No será sencillo tampoco para Benjamín Galindo revertir su historia. El timonel dejó en Toluca el título de Liga en el Apertura 2008 cuando dirigía a Cruz Azul y apenas en la Liga pasada le cedió a los Tigres la gloria. Ahora, la misión no es sencilla: hay que destronar al Rey Midas.