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Descarta la actriz francesa Marion Cotillard filmar una cinta sobre Florence Cassez

Hugo Lazcano / Agencia Reforma

Cannes

La actriz francesa Marion Cotillard descartó ayer que tenga planeado realizar o encabezar una película sobre su paisana Florence Cassez, quien está presa en México por el delito de secuestro.
“Absolutamente no voy a hacer una película sobre Florence Cassez”, declaró Cotillard en un breve encuentro en el marco del 65 Festival Internacional de Cine de Cannes, en el que se estrenó la película francesa De Rouille et D’os, que protagoniza.
Cotillard confirmó que viajó a México para conocer a Cassez y que estuvo con ella en el centro femenil en el que cumple condena.
“Pero no fui para preparar una película sobre ella”, reiteró la protagonista de La vida en rosa, largometraje sobre la vida de la mítica cantante gala Edith Piaf.
La intérprete reconoció, no obstante, que la historia de Florence Cassez, condenada a 60 años de prisión en México por un delito de secuestro que asegura no haber cometido, le “conmueve”.
“Me siento conmovida por su historia, sí, es algo que me ha tocado”, reconoció Cotillard al margen de la conferencia de prensa de ayer por el estreno de la película del director galo Jacques Audiard, que compite por la Palma de Oro y de la que es protagonista.
Sin embargo, fuentes del sistema penitenciario confirmaron a Grupo Reforma que Cotillard visitó a Cassez en el penal femenil de Tepepan el pasado sábado 7 de abril y el domingo 6 de mayo.
Fuentes allegadas a la primera visita de la actriz aseguraron a Reforma que ésta estuvo sólo unas horas en la ciudad de México para proponerle a la detenida hacer una película de la situación que enfrenta en el País.
La reunión, que duró tres horas y en la que también estuvo presente el asistente personal de Cotillard, se llevó a cabo en un ambiente cordial.
En la visita de mayo, precisaron internas y custodias que presenciaron el encuentro, Cassez estuvo de nueva cuenta con Cotillard en la sala de visitas del centro de reclusión.
En ese espacio además de una tienda de abarrotes, hay algunas mesas y sillas de plástico para que las reas pueden platicar con los visitantes.
De acuerdo con algunas reclusas que fueron testigo, la reunión (cuyo tiempo de duración no fue revelado) tuvo un momento de tensión entre la Cassez y la estrella de cine, aunque dijeron desconocer los motivos.
Comentaron que hasta antes de esa visita, la ciudadana gala estaba entusiasmada con la posibilidad de que la actriz de El origen llevara su vida al cine.

Se perfila Cotillard para la Palma de Oro en Cannes: críticos

Marion Cotillard, ganadora de un Oscar en 2008 por La vida en rosa, podría conquistar su primera Palma de Oro por su interpretación en De rouille et d’os (Óxido y hueso), de Jacques Audiard, que se estrenó este jueves en Cannes.
Y es que apenas en la segunda jornada del evento fílmico, la historia se vislumbró, para algunos críticos, como una de las favoritas para llevarse la codiciada Palma de Oro.
Para Matthias Schoenaerts, quien junto a Cotillard y el director presentó el filme en conferencia de prensa, la historia tiene un gran valor porque se basa en la reconciliación, ya sea entre hombre y mujer, entre padre e hijo o hermano y hermana.
“Aunque no quiero ser muy romántico, ni filosófico, para mí eso es algo muy importante en esta época”, comentó el actor.
La película evoca el cruce de dos destinos: el de Stéphanie (Cotillard), una entrenadora de ballenas, quien perdió ambas piernas en un accidente, y el de Ali (encarnado por actor belga Matthias Schoenaerts), quien participa en combates clandestinos para ganar algo de dinero.
Tras la proyección de la película para la crítica, explicaron que la adaptación del libro a la pantalla les llevó dos años de trabajo.
“Hemos sido fieles a la forma, y no a la letra, de esos relatos”, explicó el guionista, Thomas Bidegain.
“(Son relatos) sobre dos destinos rotos, dos personajes en situaciones difíciles. Y es la historia que queríamos contar: la de dos destinos sencillos que adquieren otra magnitud por accidentes. El personaje de Ali así como el de Stéphanie buscan con toda su fuerza física superar esas condiciones: ella su condición de amputada, y él su condición de proletario”, explicó.
Para Audiard, aunque se basaron en la novela, lo importante también era que surgiera una historia de amor.
“Son personajes en crisis, que confrontan una sociedad al borde de la barbarie, cuando se ve a gente buscando en basureros para comer”, dijo el realizador, quien hace tres años ganó, en este mismo festival, el Gran Premio del Jurado por su cinta El profeta.
Cuestionado sobre por qué eligió a Cotillard y a Matthias Schoenaerts, Audiard contó que siempre supo que un día iba a trabajar con la actriz francesa, después de que la vio en La vida en rosa.
“Quedé muy impactado por La vida en rosa. Es una actriz viril y sensual, capaz de ir hasta el fondo de una emoción. No conozco muchas actrices como ella”, dijo Audiard, quien descubrió al actor belga cuando vio la película Bullhead, y lo escogió para el papel de Ali.
El realizador explicó que su película, que precisó efectos especiales, para mostrar a Cotillard sin piernas, y luego con piernas de prótesis, no habría podido ser hecha hace 10 años.
“Yo soy nulo para la técnica, pero ahora el progreso te permite un realismo grande. En diez minutos, se hacían los efectos especiales”, exclamó Audiard.

Estremece la ópera prima Los salvajes

El argentino Alejandro Fadel estremeció al público de Cannes con su filme Los salvajes, proyectado este jueves en la sección Semana de la Crítica.
La película, sobre cinco jóvenes marginales que huyen de toda autoridad y van desapareciendo en medio de una suntuosa naturaleza y que concursa por la Cámara de Oro a la Mejor Ópera Prima, comienza en un reformatorio para adolescentes violentos, huérfanos de todo afecto. Cinco de ellos deciden fugarse, matando a uno de los vigilantes.
Fadel, de 31 años, nacido en Tunuyán (Mendoza), se dio a conocer como guionista de Pablo Trapero, para quien escribió Leonera y Carancho. También es el autor del guión de Cimarrón, película de Israel Adriano Caetano y de Representación, de Jorge Gaggero.
“Es evidente que en el cine argentino hay una renovación estética, hemos arrancado las ideas viejas, hacemos un cine moderno tras haber sido estimulados por películas como Pizza, Birra, Faso, Mundo grúa o La ciénaga, dijo.
“El guión sirve para imaginar, para organizar. Un profesor nos decía que el guión debería estar escrito en condicional: de ser posible Juan caminaría”, explicó.
En Los salvajes, su primera película como director, trabajó con actores no profesionales, con excepción de la única mujer del grupo de fugitivos, Sofía Brito, presente en Cannes. Los otros actores son Leonel Arancibia, Roberto Cowal, Martín Cotari y César Roldán.
Los salvajes fue rodada durante cuatro semanas en Córdoba y una semana en Mendoza con una cámara digital de alta definición.
“Nadie adelante y nadie atrás, ni siquiera la idea de familia es posible, son personajes completamente libres que pueden tener deseos, que nunca se quedan quietos, que siguen sus pulsiones vitales”, dijo el realizador.
“Quería que el espectador terminara por olvidarse de la trama, que dejara de lado la idea del género de la película, que comienza como un western para ir hacia otro lado”, precisó.
Fadel explicó que los orígenes de esta película están quizá en un tiempo de su vida que fue de caos personal.
“(Hubo un momento) de cierta depresión, de una especie de enfermedad. En ese entonces no sabía que eso iba a transformarse; gracias a la película las cosas personales dejaron de tener ese sentido”, añadió.
“Intenté que el punto de vista de la narración se fuera transformando, renovando. En el camino se van perdiendo cosas. La película se va desprendiendo de la trama, cada uno de los personajes va hacia su deseo, hacia su destino. La película podría seguir sin personajes”, explicó.

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