Carlos García Jiménez

Propuestas que cambiarán a Guerrero

En el contexto del segundo informe presidencial, que se presenta hoy ante el Congreso de la Unión y celebra que muchas promesas de campañas “están cumplidas” y que “México ya está cambiando”, hoy en la capital del estado se inician las mesas de trabajo que el Frente Popular para el Desarrollo Sustentable de Guerrero acordó con la Secretaría de Gobernación y el gobierno del estado para revisar las demandas sociales no atendidas en 2014, y para consensuar las propuestas estratégicas que en 2015 pueden cambiar la situación de marginación histórica que los guerrerenses padecemos.
Guerrero, envuelto hoy en una condición de desbordamiento social, en virtud de la injusticia e impunidad cabalgantes, tiene en las mesas temáticas una posibilidad para empezar a revertir los altos índices de pobreza, hambre y criminalidad que nos ponen en los primeros lugares de las estadísticas nacionales. Esta posibilidad podrá darse si y sólo si los titulares de las dependencias públicas involucradas asumen con responsabilidad institucional, con voluntad política y sin doble discurso, las propuestas que las organizaciones del Frente Popular han venido planteando desde la caravana a la ciudad de México el 3 de agosto.
De las siete mesas de trabajo planteadas, este 1 de septiembre sesionarán las de proyectos productivos y soberanía alimentaria (mesa uno), y financiamiento rural (mesa dos). Mañana, las de agua y medio ambiente (mesa tres), y capacitación y educación rural (mesa cuatro). Y pasado mañana, las de comunicación, transporte y energía eléctrica (mesa cinco), y desarrollo social (mesa seis). La mesa siete, que abordará los temas de gobernanza y democracia participativa no tiene fecha aún; si se realiza sin cortapisa y con una actitud constructiva, permitirá la viabilidad de los compromisos que se asuman en las mesas de trabajo.

Las demandas no atendidas

Las demandas y necesidades que las organizaciones han planteado a las dependencias públicas, y que no han sido atendidas adecuada o suficientemente, van desde aquellas que fueron previamente concertadas con los funcionarios gubernamentales (y suscritas mediante minutas de compromisos), pasando por las que ingresaron a ventanillas de acuerdo a las convocatorias y reglas de operación (muchas de ellas con folios o acuses de recibido), hasta las que durante años no han tenido siquiera una señal de que serán atendidas (y que cuentan con un abultado expediente de gestión).
Tal situación se ha hecho más crónica desde hace un año, cuando las tormentas Ingrid y Manuel exhibieron la lenta respuesta gubernamental para con los damnificados. A partir de ello, el gobierno pobremente ha intentado paliar la situación con el anuncio de decenas de miles de millones de pesos para la reconstrucción y fundación del “Nuevo Guerrero”, misma que sólo se ha concretado –por cierto muy tardíamente– en obras de relumbrón, como la habilitación de las carreteras Acapulco-México, puentes y La Pintada. La mayoría de los afectados siguen esperando.
Las demandas que esperan solución este año se concentran en un abultado expediente que difícilmente será abordado y resuelto en las mesas de trabajo. Se requerirá que las dependencias revisen de manera expedita cada una de ellas y que generen una respuesta en el corto plazo replanteando la aplicación de sus presupuestos, o gestionado la ampliación de los mismos.

Propuestas estratégicas

Además de las demandas no atendidas en el presente año, en las mesas temáticas se plantearán un conjunto de propuestas estratégicas para que sean incluidas en el presupuesto federal del 2015.
Se consideran estratégicas las propuestas que están orientadas a combatir el hambre, la pobreza, y la inseguridad; aquellas que en su aplicación beneficiarán a mucha gente; aquellas que permitirán la concurrencia de recursos de varias instituciones; aquellas que articularán de manera justa la producción primaria con la industria y el mercado; aquellas que involucran en su diseño y ejecución a los propios beneficiarios; aquellas que están orientadas a romper con el paternalismo y el clientelismo gubernamental.
A continuación, algunas de las propuestas estratégicas que el Frente Popular está planteando.
Para combatir del hambre, un programa especial de agricultura familiar en zona de alta y muy alta marginación que ponga énfasis en el establecimiento de milpas, huertos y granjas de traspatio, así como un sistema de bancos microregionales para la seguridad alimentaria (maíz, frijol y arroz) operado por las organizaciones productivas para abastecer a zonas deficitarias, siniestradas y comedores populares. Para mejorar la productividad, un fondo presupuestal para fortalecer y articular las cadenas productivas prioritarias con mezcla de recursos públicos, sociales y créditos, asimismo, que se establezca un sistema de módulos microregionales de producción y abasto de insumos agroecológicos (abono orgánico, abono verde, biofertilizante, insecticidas biológicos, etcétera) a cargo de las organizaciones que demuestran capacidad operativa para ello. Para resolver los conflictos agrarios, un programa de regularización agraria de linderos, parcelas, padrones agrarios, legalización del relevo generacional y reglamentos en ejidos y comunidades, y que atienda de manera pormenorizada los conflictos agrarios etiquetados como focos rojos y amarillos. Para atender la demanda de agua potable, un programa especial para atender el derecho humano al agua, priorizando los casos que involucran a más pobladores y llevan años sin ser resueltos. Para mitigar los efectos del cambio climático, un programa multianual de manejo integral de cuencas hidrológicas dando prioridad a las de mayores riesgos climáticos, tales como las del balsas, ríos de la Costa Grande y Costa Chica, y el de La Sabana y Papagayo en Acapulco. Para el desarrollo de las capacidades educativas, un programa de capacitación y educación rural no formal destinado a las organizaciones sociales que operen este tipo de proyectos; en materia de la educación básica, que se establezca un programa especial con recursos concurrentes de los tres niveles de gobierno para que se reconstruyan y rehabiliten las escuelas que resultaron dañadas por siniestros naturales; asimismo que se fortalezcan los programas de mejoramiento de la infraestructura y equipamiento de las escuelas de educación básica que lo requieran. Para rehabilitar los caminos dañados, habilitar redes de caminos principales a escala regional, municipal y microregional, y sus ramales a cabeceras municipales y localidades mayores de 100 habitantes. Respecto al servicio de energía eléctrica, que se establezca un subsidio al costo del servicio de energía eléctrica para la zona rural y suburbana; y que éste sea acorde al nivel socioeconómico de las unidades familiares y su consumo de energía. Para mejorar el bienestar social, transparentar los componentes operativos de la Cruzada Nacional Contra el Hambre en el contexto del Programa de Desarrollo Sustentable de Guerrero, e incorporar la participación de las organizaciones sociales en su planeación, operación y seguimiento; reorientar de manera específica los programas de desarrollo social vinculados a mejorar los ingresos, tales como empleo temporal, apoyo al migrante, iniciativas artesanales y opciones productivas. En materia de gobernanza y democracia participativa, que se formalice la reinstalación de la Comisión de Concordia y Desarrollo, y del Consejo Guerrerense para el Desarrollo Rural Sustentable, instancias en donde se deberán solventar los problemas de seguridad pública, justicia, gobernanza local y desarrollo integral y sustentable.
Si estas propuestas, y el conjunto de las propuestas que plantea el Frente Popular, son escuchadas, consensadas y promovidas para ser elevadas a rango de ley, de políticas de Estado y de presupuestos, seguramente estaremos ingresando a un nuevo modelo de desarrollo basado en la ley, en la planeación participativa, en la concurrencia institucional y en la corresponsabilidad de todos. Entonces sí podremos decir que al menos Guerrero ya se está moviendo.