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El encarcelamiento de Felipe Arriaga es parte de la represión a defensores del bosque, denuncian

*El Observatorio de Derechos Humanos promueve el envío de cartas al presidente Fox y a otras autoridades del gobierno mexicano para pedir la libertad del ecologista de la sierra de Petatlán

El Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH), solicitó al presidente de México, Vicente Fox, su intervención urgente ante la detención arbitraria del campesino ecologista de la sierra de Petatlán, Felipe Arriaga Sánchez, y demanda su libertad.

En una acción urgente, difundida en varios países a partir del 17 de diciembre, dicha organización no gubernamental, promueve el envío de la misma petición a las autoridades mexicanas.

Expone que con base en información enviada por la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), expone que Felipe Arriaga Sánchez, ex secretario de la Organzación Ecologista de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, detenido el 3 de noviembre de este año, es uno de los más viejos luchadores en contra de la deforestación de la sierra de Guerrero, y ya anteriormente ha sido víctima de hostigamientos de parte de las autoridades militares y policíacas en razón de su actividad, por lo que se teme que su actual detención sea parte del recrudecimiento de la represión en contra de líderes sociales y campesinos.

Señala que Arriaga Sánchez fue detenido bajo la acusación de homicidio contra el joven Abel Bautista Guillén, hijo de Nino Bautista llamado el “cacique” (nombre con que se conoce a alguien que tiene mucho poder en una región, inclusive, a veces sobre las autoridades respectivas), quien se dedicaba principalmente a la tala de bosques. Precisa que este homicidio ocurrió el 30 de mayo de 1998 en un lugar cercano al poblado de El Mameyal.

Indica que también fue acusado de asociación delictuosa, equiparándolo con una banda de delincuentes.

“Sin embargo, según testimonios, hace seis años, durante la fecha en que ocurrió este homicidio, el Sr. Felipe Arreaga Sánchez se encontraba en el poblado de Las Mesas curándose de la columna vertebral, debido a una lesión que le impedía caminar. Según las pruebas presentadas, ésta acusación carece de fundamento y parece ser el reinicio de una nueva escalada de represión contra los defensores del bosque”.

A pesar de estas pruebas que se presentaron en defensa de Arriaga Sánchez, y de que los presuntos testigos que lo acusan no se presentaron en el juzgado a ratificar la denuncia, el 9 de noviembre de 2004 un juez penal de Zihuatanejo, José Jacobo Orostieta Pérez, declaró formal prisión al ecologista.

Acerca de los probables motivos de fondo en la detención del ex secretario de la Organización Ecologista, señalan: “El Sr. Felipe Arriaga Sánchez ha constituido el mayor obstáculo para los interesados en la explotación forestal debido a que su postura pública consiste en que primero se realice un estudio en la zona de bosque para conocer el grado de destrucción que se ha producido y que se realicen obras de recuperación, mitigación o rehabilitación que permitan al ecosistema recuperar la dinámica y trayectoria que vivía esa zona antes de la perturbación provocada por la tala inmoderada que vivió de parte de grupos de caciques que durante años actuaron como rentistas sin preocuparse ni interesarse en el cuidado y manejo del bosque”.

Agrega que la Organización Ecologista de la Sierra de Petatlán fue creada en 1998 en defensa del bosque y, sus miembros, debido a su lucha, se han visto sometidos al acoso, las amenazas, la persecución y hasta el asesinato.

El Observatorio manifiesta “su preocupación por la integridad física y psicológica de los defensores que denuncian las violaciones de los derechos humanos, en particular en este caso por el señor Felipe Arriaga Sánchez y los demás miembros de la Organización Ecologista de la Sierra de Petatlán, y urge a las autoridades del Estado mexicano a que brinden una protección eficaz a todos los defensores de los derechos humanos”.

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