Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Humberto Musacchio

 

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

80 años del benemérito FCE

Las editoriales extranjeras que operan en México vienen por la ganancia fácil. Para ellas es igual producir libros que salchichas. Su afán no es promover la cultura, sino levantar dinero, tanto y tan pronto como sea posible. Hay una enorme cantidad de títulos que nunca publicarían porque probablemente no se vendan o sencillamente porque están fuera de su área de interés. Por eso, pedir la desaparición del Fondo de Cultura Económica como empresa pública es un despropósito que atenta contra la sociedad mexicana, necesitada de una élite ilustrada consistente. Por si fuera poco, el FCE es la única firma no mercantil que compite airosamente con las trasnacionales y ha llevado el pensamiento mexicano a todo el mundo de habla hispana. Es muy saludable que ante la provocación neoliberal nuestros intelectuales salgan a defender el Fondo como empresa necesaria y patrimonio de todos. Fernando del Paso recordó que fue el carnicero Gustavo Díaz Ordaz quien despidió en forma vergonzosa a don Arnaldo Orfila Reynal de la dirección del FCE, después de lo cual esta empresa pública atravesó por una de sus etapas más grises. Por fortuna aquello fue superado y hoy el Fondo es, no sobra repetirlo, la nave insignia de la cultura mexicana, un monumento a la inteligencia que debemos valorar y que vamos a defender. Que no quepa duda.

Reunión Nacional de Cultura

Rafael Tovar y de Teresa se reunió en Morelia con los responsables de cultura de cada estado y los funcionarios de organismos federales del ramo. Esas reuniones, que de primera impresión son una especie de muro de los lamentos, en otras ocasiones han arrojado resultados plausibles, como es la creación de varias instituciones de gran provecho para el país. Si bien es cierto que los titulares de las secretarías y consejos de cultura de cada entidad suelen ir a estas reuniones en busca del vellocino de oro, el intercambio de puntos de vista también ha servido para comprometer a los gobiernos locales en el patrocinio de actividades que antes solían dejarse íntegramente a la federación y aunque alcaldes y ejecutivos de cada entidad insisten en tramitar ante el Congreso de la Unión recursos etiquetados, gana terreno –o al menos eso deseamos– la idea de que los fondos disponibles deben manejarse en forma centralizada. Ojalá así sea.

El bodrio de Santo Domingo

No es sorpresa que los especuladores inmobiliarios traten de sacar ventaja violando leyes y reglamentos; sí lo es que, sabiéndolo, las autoridades no estén más atentas. En el caso de la horrenda construcción montada sobre el portal de Santo Domingo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha actuado en forma ambigua. Hasta ahora, la condena de la directora del INAH a la nueva edificación ha sido únicamente porque afecta “la visual”, cuando en realidad el peso y el tamaño de la estructura de acero ponen en riesgo toda la edificación colonial y ante el atentado flagrante se hace necesario actuar para evitar mayor daño.

Villoro, Stavans y De la Colina

Acaba de aparecer El ojo en la nuca (Ed. Anagrama, 2014), libro que recoge cinco conversaciones que sostuvieron en internet Ilán Stavans y Juan Villoro, quien lamenta que se hubiera entregado a Bryce Echenique el Premio FIL pese a que había plagiado más de 40 artículos. Curio-samente, en el artículo Ajedrez para idiotas, aparecido en La Jornada Semanal del 22 de agosto de 1993, Stavans cita un relato que escuchó “años atrás” y que “desde entonces carece de dueño”, el de un hombre sediento extraviado en el desierto que llega a un manantial y ve al lado “una virgen hermosa” a la que se dirige con un ruego: “Por favor, dime que no eres un espejismo”, a lo que ella responde: “el espejismo eres tú” y en el acto el hombre desaparece. Pero ocurre que el relato sí tenía y tiene un dueño que es José de la Colina, quien publicó en Diorama de la Cultura de Excélsior el 4 de julio de 1976 el texto llamado Espejismos, que en extensión no mucho mayor narra lo que Stavans consideró un bien mostrenco. El hecho llevó a Pepe de la Colina a preguntarse (El Semanario Cultural de Novedades, 29/VIII/93) si el espejismo no sería él y a preocuparse porque se trataba de un despojo de sus derechos de autor, “como si con las astucias de la Secretaría de la Hacienda no tuviéramos bastante”, comentó el escritor.

Del conflicto en Radio UNAM

Llegó a esta república un correo firmado por decenas de trabajadores de Radio UNAM de quienes no se publican los nombres por razones obvias. Dicen, entre otras cosas “que la administración del Sr. Fernando Chamizo carece de liderazgo y de una evaluación seria, objetiva y transparente para mejorar la programación de Radio UNAM… (que) se suspendieron programas sin previo aviso o sin ningún tipo de evaluación del Consejo de Radio UNAM, que existe por acuerdo publicado en la Gaceta UNAM el 7 de diciembre de 2009”. Los locutores ganan lo mismo desde ocho años, se practica el acoso laboral y hasta el plagio, situaciones de las que se ha informado al rector José Narro Robles y a la coordinadora de Difusión Cultural, María Teresa Uriarte”. Mientras tanto, ha continuado la contratación de personal en diversas áreas de Radio UNAM, por lo cual los trabajadores demandan una solución a sus problemas.

Breviario…

El próximo jueves se inaugura en la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada la exposición Retablos profanos del artista Mauricio Gómez Morín. La muestra consta de pinturas, cajas, ensamblajes, objetos y estampas digitales de quien es igualmente un estupendo diseñador gráfico. @@@ La Cámara de Diputados inauguró la exposición De Neza-hualcóyotl, rey, poeta, legislador; a Octavio Paz y democracia. Con un título tan esperpéntico, legítimamente puede suponerse que los señores diputados quieren equipararse al señor texcocano y al hombre de Mixcoac. Mejor que lean a los mencionados. @@@ Una excelente y una pésima: la primera es que Arturo Diemecke dirigirá la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional; la otra noticia es que Juan Trigos renunció a dirigir la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, harto de las intromisiones del rector de esa casa de estudios, quien no sabe un carax de música, pero le gusta llevar la batuta.

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