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Marco Antonio Leyva Mena

El candidato de López Obrador  

López Obrador es el precandidato más adelantando del PRD a la Presidencia. Ha intentado aparecer como la visión de una nueva izquierda. En realidad ha utilizado sus cargos para hacer grandes obras de ingeniería y ha dejado postradas las inversiones para generar empleo y ha hecho caso omiso ante las evidencias de la descomposición social manifestada en la escala interminable de delitos en la gran ciudad. Tláhuac no es un ejemplo aislado es la expresión cada vez más cotidiana de lo que ocurre en sus calles. Aún así, todo lo aprovecha para proyectarse electoralmente. Su llegada a Guerrero obedece a ello.

López Obrador tiene candidato en Guerrero. Es revelador no el nombre que maneja él mismo sino el perfil. Veamos:

1. “La democracia con dimensión social, para que no se convierta en una lucha simple del poder, ese quítate tú porque quiero yo”, en efecto la democracia es instrumento, pero su calidad está en la propuesta social que se legitima en un estado como el nuestro de tantas carencias y faltantes. El candidato perredista dista mucho de sostener una política social viable, frases como “no voy a quitar programas sociales los voy a ordenar” es, en términos discursivos, una modificación de la actual política social. La modificación es la receta de los grupos poderosos económicamente sin tener ápice, más que en sus oraciones, de compromiso social: que trabajen y que compitan con lo que tienen, el Estado sólo sirve en caso de conflicto y la regulación de las relaciones sociales y económicas son a partir de las leyes del mercado. Piensan que cuando el Estado alivia las desigualdades con su intervención le llaman paternalismo o populismo y ponen a competir a un campesino de La Montaña con un consorcio agroindustrial, que tiene números negros y con capacidad de exportación. Hacer eso en Guerrero es un crimen, ahondará las desigualdades y las diferencias entre unos y otros. Zeferino va con el mercado, Astudillo con el Estado.

2. Los perredistas demostraron, con sus actos, ese quítate tú para ponerme yo, olvidaron su esencia social y ante la posibilidad de triunfar por el caudillo, el pragmatismo se volvió cinismo o ausencia de vergüenza. Aceptaron al ex alcalde y sacrificaron sus principios y su propia militancia. Zeferino candidato externo por lo que no hay compromiso de nada, Astudillo candidato de un partido por lo que hay compromisos tangibles.

3. “Ese es el principal postulado de este libro. Luchar contra la desigualdad y la injusticia porque no se puede hacer nada en un océano de desigualdad”. Hasta el momento el candidato perredista no ha hecho propuestas precisas para aliviar los males que señala López Obrador; lo suyo es un océano de vaguedad, de la palabra cambio sin decir los cómos, de adjetivar la política y no proponer la política. Adjetivarla es atractivo para la mercadotecnia pero no precisamente para aliviar los males sociales que definía López Obrador. Zeferino mercadotecnia, Astudillo trayectoria y propuesta.

4. La familia “es algo que no valoramos lo suficiente. Es la principal institución de seguridad social…” es conocida la situación familiar de Zeferino, no ahondaré para que no se diga que se tiene una guerra sucia en su contra. Se lo dejo a los lectores. Astudillo tiene un cuadro familiar sólido que le ayuda al hombre a mantener la prudencia y los sentidos en las grandes decisiones. No explota. Hay infinidad de frases que dan cuenta de lo explosivo e inestable del carácter del candidato amarillo. De pensar si fuera gobernador, cómo tratará a las organizaciones sociales cuando le pidan ayuda para salir adelante. No va a tocar a su ritmo. Claro que no. Tocará a su ritmo, con las notas que él ponga y con los músicos que él decida. La tolerancia no se le da.

5. Señaló López Obrador a la migración como válvula de escape. Hasta ahora no se le ha escuchado a Zeferino una propuesta para los paisanos; Astudillo ha propuesto la creación del Instituto del Migrante, que contempla empleo para arraigar a los paisanos en sus lugares de origen, cobertura de salud para los que emigran, protección jurídica y estímulo a las actividades culturales para fortalecer los lazos de identidad.

6. “Fue un cambio de partido (refiriéndose al PAN a nivel federal) pero la política económica sigue siendo la misma”. Zeferino apoya a esa política económica. El apoyo que le dio al presupuesto enviado por Fox deja en claro su adhesión a esa política que hoy niega López Obrador; su apego al IVA y su rechazo a los programas sociales, aún cuando hoy lo niegue, son claras muestras de quién es Zeferino; él no nos engaña; es como es y dice lo que él considera que debe de decir. Respetable.

Por todo lo anterior es seguro que López Obrador no estaba pensando en Zeferino cuando definió su proyecto alternativo de Nación; más cerca de Astudillo que de Zeferino en la congruencia, sin profundizar su apoyo débil a Zeferino. En el fondo él sabe que algo no está bien.

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