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Entrevista con el embajador de Austria

*México tiene que aprovechar el cambio del euro para ganar mercado en Europa, dice Rudolf Lennkh

De visita de trabajo en Acapulco, el diplomático informa que hay aquí unos 40 austriacos y en México unos mil 300. Afirma que la relación bilateral se ha fortalecido

Ricardo Castillo Díaz y Adalberto Valle

El embajador de Austria en México, Rudolf Lennkh, considera que de cinco años a la fecha se ha fortalecido la relación entre ambos países gracias a un proceso birregional y estratégico entre la Unión Europea y América Latina, mientras que destacó que ve en esta región una democracia consolidada. “No hay dictaduras militares y no hay peligro evidente de algún golpe de Estado”, destaca.

De visita en Acapulco por motivos de trabajo con el cónsul de Austria en el puerto, Luis Walton Aburto, en entrevista con El Sur, el diplomático indica que las diferencias que pudieran existir entre su país y México por el penacho de Moctezuma que se exhibe en el museo de la capital austriaca, en Viena, no ha afectado ningún tipo de intercambio entre ambas naciones.

La charla se desarrolla en las oficinas del cónsul Walton Aburto, también dirigente estatal del partido Convergencia. Rudolf Lennkh reconoce a México como el único país que no aceptó de manera oficial la ocupación de Austria por los nazis. A consecuencia de eso, recuerda, unos mil 300 exiliados solicitaron su ingreso a este país.

“Para México, Austria nunca dejó de existir, por eso acogió a los refugiados como austriacos y no como alemanes”, celebra, y resalta que ambos países mantienen relaciones diplomáticas desde 1901 con la monarquía austro-húngara, tras la muerte de Maximiliano.

Rudolf Lennkh es uno de los 74 embajadores de Austria en el mundo. En México ya cumplió cuatro años y su misión concluirá en febrero. Éste es el tercer país de habla hispana en el que representa a su país, luego de que fue embajador en España y Argentina.

–¿Cómo ha sido la relación con el actual gobierno mexicano?

–Yo creo que siempre hemos tenido buenas relaciones con México a pesar del factor de la distancia geográfica, y esto se fortaleció con la pasada cumbre de jefes de Estado y gobierno de 58 países, un tercio del mundo, en mayo del 2004 en Guadalajara. Vino nuestro jefe de Gobierno y habló con el presidente Vicente Fox, y de ahí surgió la invitación a la próxima cumbre en el 2006 que será en Viena (capital de Austria). México coordinará a los países de América Latina y del Caribe, nosotros a los de la Unión Europea. Creo que hemos logrado una buena coordinación y esperamos tener la presencia del presidente de México. Eso es un empujón para seguir adelante en nuestra relación.

–En lo comercial se diría que es poco el volumen de negociaciones.

–Tenemos un volumen de comercio exterior en ambas direcciones de 300 millones de euros, unos 400 millones de dólares. No es mucho en el sentido de que no somos de los socios comerciales más importantes de México.

–Nos exportan maquinaria.

–En maquinaria por ejemplo se recuperó y me sorprende que a pesar del aumento del euro en el 2004 no hemos perdido mercado en México, al contrario se incrementaron las exportaciones por encima del 20 por ciento.

El embajador añade que hace un mes estuvieron en este país los compradores austriacos de la mayor cadena de supermercados en aquella nación para analizar el mercado mexicano de frutas y hortalizas, y así evaluar las ventajas que tendría comprarles a los productores nacionales”.

Lo anterior, señala, ayudaría a México a penetrar al mercado austriaco y a toda Europa. “México tiene que sacar provecho del cambio del euro y las divisas, como país tienen que hacer el esfuerzo de ganar mercado en Europa”.

–No podría decirse que hay similitudes entre los gobiernos de México y Austria.

–Sí, es una democracia pluripartidista. Desde hace muchos años ha habido cambios en el poder, ha gobernado la oposición. Pero sí hay una diferencia, de que allá ningún partido controla el parlamento y para gobernar es necesario tener los suficientes votos en el parlamento. Por eso el jefe del partido más votado recibe el encargo de formar el gobierno, pero para asegurarse la mayoría del parlamento hace una coalición con algún otro partido.

–La política europea es como de más diálogo, por ejemplo, se logró con todo y un amplio debate en todos los países una Constitución para la Unión Europea ¿Qué papel tuvo Austria?

–Son 25 países con intereses distintos. Austria es de los países más pequeños y lo que buscamos fue salvaguardar los intereses de los países pequeños y medianos, que no todo lo dominen los grandes y marginen a los pequeños. Eso lo hemos logrado con una coalición con otras naciones similares a nosotros. La Constitución europea es difícil de explicar, ni los europeos la entendemos, pero creo que es la primera Constitución del siglo 21 y tiene anexa una carta de derechos civiles de ciudadanos europeos, con una relación moderna entre Estado y ciudadano. En este caso América Latina tienen la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con efecto directo en los países que la integran, es decir, no están ajenos a un sistema de justicia.

–En Europa hay más facilidad para tener un gobierno así.

–Tiene mucho que ver con nuestro sistema de presidencialismo y parlamento. Tenemos una clara división entre un jefe de Estado, que es electo por voto popular, y el jefe de Gobierno, que es un político encargado por el presidente de la República para gobernar. Es una diferencia con la mayoría de América Latina. Somos ocho millones de austriacos con un parlamento de 183 diputados, creo que tenemos un parlamento relativamente grande.

–¿Cómo ve los procesos democráticos en América en los últimos años?

–Como europeos vemos un desarrollo muy bueno. Hace muchos años que en América Latina hay sistemas democráticos pluripartidistas, elecciones libres y no hay dictaduras militares. No hay peligro evidente de algún golpe de Estado. Vemos en este continente una democracia consolidada y nos da confianza, y nos alegramos por esto.

No es obstáculo para Austria el litigio con México por el penacho

–¿Cómo va el litigio sobre el penacho de Moctezuma?, este tema que ha sido tan espinoso.

–Es un tema presente en las relaciones entre México y Austria, pero no hay litigio. Austria sabe que hay cierto interés en México de personas individuales, de ONG’s por el penacho. No digo que es de Moctezuma, no lo sabemos, no hay comprobante histórico, pero quieren que de alguna manera regrese a México, estamos consientes de eso. Todavía las condiciones no están, pero en principio hay diálogo.

–¿Y no será obstáculo para la relación con este gobierno?

–No lo vemos así, pero estamos concientes que ese tema nos hace una sombra grande. Consideramos que entre países amigos no podemos excluir ningún tema, porque sabemos que México sí tiene ese reclamo por esas piezas prehispánicas. No quiero excluirlo del futuro, pero somos países amigos y debemos tratar ese tema con algunas condiciones a elaborar.

El embajador agrega: “Sabemos que es un objeto que ha sobrevivido y es altamente preciado. Todos los grandes museos del mundo están llenos de objetos de otras culturas”.

–Incluso apenas un presidente de su país planteó la posibilidad de devolverlo a México y eso causó una polémica, no sólo en Austria sino en toda Europa.

–Sí eso pasó hace ocho años, es el presidente que falleció en julio de este año tres días antes de terminar su mandato, Thomas Klestil. Este tema lo decide el gobierno, no el presidente.

–Incluso a la ministra de Cultura no le pareció muy buena idea.

–La ministra de Cultura se opuso, pero no creo que sea un tema conflictivo. Entre países amigos hay que hablar sobre cualquier asunto, sin que se envenene la relación.

–¿En México ha enfrentado usted reclamos sobre este asunto?

–Sí, la Embajada de vez en cuando recibe cartas, recibe visitas de mexicanos interesados en el tema del penacho y siempre hemos tenido puertas abiertas para platicar sobre el tema. No nos escondemos.

Reconoce a la Nobel de Literatura, “acérrima crítica” de su gobierno

Durante la entrevista el embajador Lennkh también reconoce a la escritora austriaca Elfriede Jelinek, quien hace unos días recibió el Premio Nobel de Literatura. De ella, él mismo se refiere como una “acérrima crítica” del gobierno austriaco, pero insiste en que es un gran reconocimiento para la literatura contemporánea de ese país. “Es una gran satisfacción para nosotros”, resalta.

–¿Qué opina sobre su obra?

–Es una obra muy individual, de muy alta emocionalidad. Retoma los temas de la lucha entre los géneros, del feminismo, la agresividad de los hombres contra las mujeres y acusa a los falsos idílicos patriotas, a los excesos del deporte y la cultura física, los excesos del turismo que tenemos, que ustedes conocen en Acapulco. Es una obra muy valiosa y es casi imposible traducir la obra en otros idiomas porque juega mucho con las palabras.

Inseguridad, corrupción y lenta impartición de justicia, “en cualquier país”

Rudolf Lennkh informa que en Acapulco viven unos 40 austriacos. Agrega que este puerto también es visitado frecuentemente por sus connacionales, aunque lamentó que no existan vuelos directos entre Viena y Acapulco. “Yo ya había estado en Acapulco, tanto de trabajo como de turista. Me gusta mucho pasar fines de semana aquí”.

–¿Cómo vive un austriaco, un europeo en un México que luce tan inseguro, tan corrupto, ¿qué quejas le dan los austriacos radicados en nuestro país?

–Los problemas de un país desde luego que afectan a las comunidades extranjeras o individuales que pueden ser víctimas del crimen, o las propias empresas. Es problema la corrupción o la posibilidad de disponer de un sistema judicial adecuado que rinda juicios buenos en un plazo de tiempo razonable, pero son problemas generales para todos los habitantes de cualquier país.

–¿Y en México cuántos austriacos viven?

–En México debe haber unos mil 300 austriacos, aunque no todos están registrados, porque los que están fuera no tienen la obligación de hacerlo en sus embajadas en el exterior. Entre ellos un grupo de emigrantes políticos perseguidos por el régimen nazi, quienes recibieron asilo en México durante la segunda guerra mundial. Llegaron unas mil 500 personas y la mitad se quedó en México. Ahora tienen sus descendientes, hay matrimonios, representantes de empresas y jubilados austriacos que se quedan por el buen clima.

–Aquí está la posibilidad de que el cónsul Luis Walton contienda por la alcaldía por segunda ocasión.

–Es una decisión personal. El busca un lugar en la función pública de esta ciudad y la respetaremos, siendo nuestro cónsul le deseamos lo mejor. Hay algo que ya es conocido, no es una sorpresa, que si él resulta electo como alcalde durante su mandato debería dejar de ejercer como cónsul de Austria.

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