Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

El 9 de octubre los visitó el presidente Peña Nieto y prometió reubicarlos, pero ahí siguen

El 9 de octubre de 2013, después de recorrer el encauzamiento del Hucapa con el gobernador Ángel Aguirre Rivero, el presidente Enrique Peña Nieto visitó a los damnificados en el albergue de la Udech. Entonces eran poco más de 700.
Allí les pidió su confianza, les prometió que estaría atento a que se les brindara el auxilio necesario y un programa para la construcción o reconstrucción de sus casas afectadas, después de identificar a quienes les reconstruirían sus viviendas y quienes deberían ser reubicados.
El Presidente explicó también que su gobierno adquiriría terrenos de reserva para construir nuevas viviendas y reubicar a familias en situación de riesgo en Chilpancingo. “Los damnificados, la mayoría por la crecida del Río Huacapa, estarán siendo proveídos de todo lo necesario para que estén bien en esta crisis”, les manifestó.
Peña Nieto les dijo que lo más importante es que las familias afectadas por la tormenta Manuel, reciban apoyo inmediato en comida y agua.
Esa vez fue acompañado por los secretarios de Gobernación, Comunicaciones y Transportes, Desarrollo Social, Defensa y Marina, así como por el gobernador Ángel Aguirre.
El Presidente no habló de fechas para entregar las casas a los damnificados que resultaran favorecidos con el diagnóstico, pero adelantó que en este momento de crisis, “será una oportunidad para emprender la construcción de nuevas viviendas a través de algunos programas” y que iniciarían planes de construcción de vivienda en terrenos de reserva territorial con el apoyo de la Sedesol, Sedatu y la SCT.
El presidente les dijo que sabría honrar su palabra, y que en coordinación con las autoridades estatales y municipales, el gobierno de la República les brindará el auxilio.
A 11 meses, ninguna de las familias que necesitaron la reconstrucción de sus viviendas recibió el apoyo de ninguno de los tres órdenes de gobierno. Todas las familias de este grupo abandonaron el albergue y, por su propia cuenta reconstruyeron sus casas. Los que perdieron totalmente sus casas y necesitan su reubicación siguen esperando la vivienda que les prometió el presidente.
A un año de la tragedia, la mayoría de las más de 700 personas que encontró Peña Nieto en la Udech ese 9 de octubre fueron abandonando el albergue.

468 ad