No se dan abasto las constructoras mexiquenses en la Tierra Caliente, se quejan alcaldes

No se ha informado claramente de cuáles son las empresas a las que se les adjudicaron los trabajos, “hay un acuerdo en lo oscuro”, denuncian

Israel Flores

Las tormentas Ingrid y Manuel provocaron que la presa del Caracol desfogara de repente a los municipios de Tierra Caliente ocasionando destrozos. Un año después, la región calentana tiene un avance menor del 50 por ciento en la reconstrucción de la infraestructura dañada.
Los presidentes municipales de Tierra Caliente consideran que la lentitud de los avances tiene que ver con un acuerdo oscuro entre el gobierno federal y las empresas que contrataron, originarias del Estado de México, que no se dan abasto para cubrir toda la obra que les asignaron, pues las mismas que trabajan en Altamirano tienen que ir a partes ubicadas a más de dos horas de camino desde este punto, y abandonan lo que hacen en un lugar para trabajar en el otro.
La máxima obra que el gobierno federal anunció y que incluso mereció la presencia del presidente de la República Enrique Peña Nieto, es la reconstrucción del puente Miguel Alemán que une a Altamirano con Coyuca de Catalán, de cuatro carriles, y con un costo mayor a los 500 millones de pesos.
La reconstrucción del puente Miguel Alemán iba con una obra complementaria que consistía en asfaltar y remodelar el bulevar de Altamirano de puente a puente, hasta los límites con Michoacán. La obra está detenida desde hace un mes y tiene un avance del 30 por ciento.
Asimismo, están sin ningún avance el puente de San Miguel Totolapan y el puente de Tlapehuala, ambos sobre el río Balsas. Este último tiene una brigada de trabajadores que hacen mediciones y tienen maquinaria, pero aún no comienzan los trabajos de construcción. Se estima que quede listo hasta diciembre.
También está caído el puente del río de las Truchas, entre Ajuchitlán y San Miguel Totolapan, tampoco se avanza en la reconstrucción; igual que el puente de Pueblo Nuevo en la sierra de Coyuca de Catalán, que no tiene atención y uno más en la sierra de Ajuchitlan, que son puentes pequeños. Los dos últimos tenían menos de 3 años de haberse construidos.
De igual manera sigue sin avances la reconstrucción del puente de Amuco de la Reforma, en Coyuca de Catalán, sobre la carretera estatal a Ajuchitlán, aunque hace dos meses que el gobernador dio el banderazo de arranque de la obra, hasta la fecha sólo avanzaron en la construcción de un camino alterno al puente, esta semana trabajaron en las contenciones de este camino, pero la construcción del puente está parada.

La escuela más dañada en Tlapehuala se reconstruye con donaciones de particulares

En la escuela Vicente Guerrero, de Tlapehuala, que se encuentra a la orilla del río Balsas y quedó completamente cubierta por el agua, además se calló una barda; a la directora nunca le notificaron sobre una reubicación ni recibió presupuesto para rehabilitarla, ni útiles escolares y libros para los alumnos.
En entrevista, la directora María de la Luz Rojas Arzola confirmó que cuando se habló de reubicación ella se enteró por los medios de comunicación, entonces visitó al presidente municipal Everaldo Wences Santamaría, quien le negó un terreno para reubicar la escuela, “me dijo que el ayuntamiento no tenía terrenos para reubicación, hasta el siguiente año, posiblemente”.
Durante cinco meses dio clases en la capilla del pueblo, y hace muy poco que regresó con sus alumnos a las aulas, tras remodelar sus instalaciones con recursos gestionados hace cuatro años en el programa Escuela Digna. Sin embargo, ni el ayuntamiento ni el gobierno del estado ni el federal aportaron recursos especiales para la institución.
“Nosotros teníamos fondos, que gestionamos desde hace cuatro años, del programa Escuela Digna, y con ese dinero levantamos la barda que se cayó, cambiamos la instalación eléctrica, le pusimos loseta a los pisos, compramos algunos equipos que se nos dañaron, y con apoyo de particulares, ex alumnos que viven en Estados Unidos, logramos hacernos de lo que nos faltaba, como el equipo de sonido”, expresó la directora.
Dijo que una brigada de ingenieros de la SEG, confirmó que la estructura de la escuela no se dañó, y que está sólida.
De esta forma la institución regresó a ocupar sus instalaciones a la orilla del Balsas, junto al puente caído. “Ahora, la verdad, estamos al tanto de los niveles de las presas, de los reportes de Conagua, porque sí hay temor, pero tenemos que trabajar”, indicó.
Recordó que el 16 de septiembre del año pasado, por diversos motivos acordaron no desfilar, “y qué bueno que no lo hicimos porque entonces aquí habrían estado los niños cuando la creciente llegó, a las 12 del día, y esto hubiera sido un desastre mayor. En 34 años que llevo aquí nunca había visto algo igual”.
Dice que tocaron puertas en todos lados para reponer los libros de texto, porque tampoco llegaron los que les anunciaron, “pero los útiles escolares para este ciclo escolar han llegado”.

Pobre avance en la construcción de viviendas

Las cuatro fechas que puso la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) como límite para entregar las viviendas o por lo menos un 80 por ciento de avance ya pasaron, y hasta el momento no se culminan los trabajos de reconstrucción de infraestructura dañada, lo que provocó la protesta de los alcaldes de los municipios calentanos afectados.
Primero anunciaron que sería en mayo, después se pusieron de plazo hasta junio. En julio vino el gobernador Ángel Aguirre, y dijo que a finales de agosto acordaron concluirlas, pero finalmente se aplazaron hasta el 15 de septiembre, sin que se vea avance.
Es Amuco de la Reforma, en Coyuca de Catalán, donde se aprecia un mayor avance en las viviendas, y son 15 casas pintadas y en proceso de revisión para entregarlas formalmente. Pero en ese pueblo hay 30 más sin terminar y algunas sin iniciar.
El alcalde de San Miguel Totolapan, Saúl Beltrán Orozco, dijo recientemente en su informe que hay por lo menos tres pueblos en su municipio donde ninguna de las viviendas se está construyendo, y es la misma situación en el resto de los municipios.
En la comunidad de Tanganhuato, municipio de Pungarabato, hay molestia de la gente contra las constructoras que pararon las obras. “Aquí vienen a tomarse fotos y fotos, y nada de iniciar la obra”, dijo la señora Carolina Alejo, una vecina de la comunidad.
La señora nos mostró su casa completamente caída a la que Sedatu valoró inicialmente como daño parcial. Más tarde, en medio de las inconformidades la revaloraron como daño total.
Hay al menos seis familias que viven bajo techumbres. En casas de adobe partidas por la mitad, con láminas que el ayuntamiento les entregó, en espera de que les construyan sus casas. La construcción de todas las viviendas que están para reubicación sigue parada.
La empresa que trabaja en Tanganhuato paró esta semana sus labores para continuar ahora en San Juan Mina, municipio de Tlapehuala.

No hay claridad en ganadores de licitaciones de obras

Para el diputado federal Catalino Duarte Ortuño son pocas las manos en las que quedaron las obras de Tierra Caliente, y la mayoría son de constructoras del Estado de México que trabajaron con Enrique Peña Nieto durante la campaña.
No se conocen con claridad los nombres de las empresas encargadas de las obras, tampoco la cantidad de empresas que se encuentran a cargo, pero por versiones de los propios responsables en sus lugares de trabajo, la lentitud de las obras se debe a que tienen que ir a otros pueblos a construir también.
Son los mismos ingenieros los que se ven en campo y que se mueven en los nueve municipios de la Tierra Caliente.
En la última visita de Javier Guerrero García a la Tierra Caliente, fue increpado por el alcalde de Cutzamala de Pinzón, quien le señaló que era necesario que contrataran más empresas, principalmente de la región, porque claramente las pocas empresas responsables de las obras no se dan abasto.
Sedesol y Sedatu se comprometieron a revisar el tema hace 15 días y a realizar una inspección de campo con los presidentes municipales para checar detalladamente las obras en donde no se estaba avanzando, pero hasta el momento no se ha informado de ningún resultado.