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Están endeudados aún los comerciantes del área que fueron afectados por Manuel

Karla Galarce Sosa

Los propietarios de negocios que fueron afectados por la tormenta Manuel, a un año del desastre en la zona Diamante, no se han recuperado económicamente pues aún pagan deudas que adquirieron para evitar la quiebra.
La tienda de autoservicio Costco, que fue saqueada durante los días de las inundaciones, no será reabierta, confirmó el secretario de Desarrollo Económico, Enrique Castro Soto, en entrevista.
Pese a los apoyos que ofrecieron los diferentes órdenes de gobierno a negocios establecidos en la zona del desastre, los empresarios aún mantienen deudas y pagan créditos que adquirieron para evitar perder sus patrimonios.
Enrique Castro Soto dijo que 11 mil de las 17 mil solicitudes que recibieron para créditos después de la contingencia fueron rechazados pues se trataba de comercios informales y la entrega de los apoyos debía ser a comercios establecidos.
La dificultad para pagar los préstamos adquiridos después del desastre que provocó la tormenta Manuel, la vive el empresario Manuel Estrada Escamilla, quien cerró su negocio original de computadoras, pues no recuperó la inversión original, a pesar de que recibió uno de los 7 mil apoyos que el gobierno estatal otorgó “de manera emergente” y de que también adquirió un préstamos que ofreció Nacional Financiera (Nafinsa) con “tasas de interés de 9 por ciento anual”.
Estrada Escamilla dijo que prefirió ofrecer su local en renta –ubicado en el corazón de la colonia Luis Donaldo Colosio– pues teme que una nueva inudación arrastre de nueva cuenta una inversión que costó años, a él y a su familia reunir.
En entrevista, el secretario de Desarrollo Económico, Enrique Castro, dijo que el apoyo para el restablecimiento de la actividad económica después del paso de los meteoros, se entregó primero por cantidades que los empresarios consideraron “insuficientes”, pues “no alcanzó ni para el detergente, o los insumos de limpieza” y, cuyos montos oscilaron entre los 5 y hasta 25 mil pesos para cada negocio legalmente establecido.
El funcionario estatal detalló que los montos fueron entregados “en función de las afectaciones que tuviera cada negocio”, al catalogarlo como un apoyo “inmediato” para que el comerciante pudiera hacer alguna reparación, hacer algunos inventarios y desarrollara actividades inmediatas.
La inversión que hizo el gobierno en esa primera etapa fue por 117 millones de pesos para todo el estado.
Después de las inundaciones, las calles principales de la colonia Luis Donaldo Colosio, así como las vías que conectan la zona Diamante entre los fraccionamientos, ya muestran una pujante actividad comercial, pues se observan cientos de negocios abiertos que ofrecen mercancías, servicios y alimentos en una amplísima gama.
En cambio, durante los días posteriores al paso del meteoro, se observaba mercancía inservible, muebles tirados en la calle e incluso, decenas de negocios como tiendas de abarrotes fueron víctimas de robos y saqueos.
Fueron, informó Castro Soto, 11 mil negocios los que fueron apoyados en la entidad, de los cuales 7 mil fueron de Acapulco.
Aseguró que fueron “muy estrictos” en la entrega de los apoyos, pues debían estar dados de alta en Hacienda y que ésta se registrara antes del desastre; otros requisitos fueron el mostrar fotografías de los daños y, que formaran parte del censo que conformaron las diferentes instituciones gubernamentales.
La mayoría de los apoyos fueron entregados en la zona Diamante, Pie de la Cuesta, Renacimiento, Emiliano Zapata y en la zona conurbada de Acapulco que registraron afectaciones por la tormenta.
“Nafinsa otorgó créditos con intereses blandos, por hasta 2 millones de pesos que redujo de 11 a 9 por ciento la tasa de interés anual, y se entregaron alrededor de 500 en toda la entidad”, expuso.
El funcionario estatal consideró que no hubo cierre de negocios debido a que durante la temporada vacacional de diciembre subsecuente a las lluvias, pues “hubo una cantidad suficiente de visitantes como para recuperar las pérdidas”.
En el caso de la tienda Costco, reiteró que no reabrirá, aunque comentó que “gracias a la aplicación de los seguros, los inversionistas recuperaron parte de la inversión, sin embargo la empresa no reabrirá la sucursal”.
Durante los días de contingencia, el Ejército y La Marina, así como la Policía Federal resguardaron todas las tiendas de autoservicios, pues luego de que la tienda Costco fue saqueada, hubo intentos de robo y saqueo en aquellas ubicadas en la entrada de la colonia Luis Donaldo Colosio.
Incluso, el Ejército tuvo que organizar el ingreso en grupos de diez personas a las tiendas de autoservicio y esperar a que grupos similares salieran para evitar algún percance.

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