Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Falta mucho para prevenir desastres por la desconfianza de sociedad y gobierno: obispos

 

*En un comunicado provincial a un año de la tormenta Manuel, los representantes de la Iglesia católica consideran que también se debe alentar la reconstrucción psicológica y espiritual de los ciudadanos. Es importante que el jefe del Ejército tenga conciencia de la violencia en Guerrero, asegura el arzobispo Carlos Garfias

Mariana Labastida

A un año del paso de la tormenta tropical Manuel, los obispos de Guerrero expusieron que hace falta “mucho” para la disminución de riesgos y atención de emergencia en el estado, por la desconfianza que existe entre la sociedad y el gobierno para trabajar en colaboración.
En el comunicado provincial, leído por el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, los obispos consideraron que es importante la reconstrucción de la infraestructura, pero lo es más la reconstrucción de las comunidades en el aspecto psicológico y espiritual de los ciudadanos.
En cuanto a lo dicho por el comandante de la Novena Región Militar, Martín Cordero Luqueño, el arzobispo Garfias Merlos dijo que es importante que el jefe militar tenga conciencia de la violencia en Guerrero, para que pueda generar las condiciones de seguridad, encontrando las formas de contrarrestarla.
En su conferencia de prensa do-minical,  Garfias leyó el comunicado de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco –además de él, Alejo Zavala Castro de Chilpancingo-Chilapa, Maximino Martínez Miranda, de Ciudad Altamirano y Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa–, el cual está dirigido a las autoridades civiles, miembros de la Iglesia y a la sociedad civil a un año del paso de la tormenta tropical Manuel, donde consideraron que se tiene que avanzar “mucho” sobre la prevención y atención de emergencias por fenómenos naturales, como lo son huracanes y sismos, “eventos frecuentes en nuestra región”, tanto en lo social como en lo gubernamental, para coordinarse con mayor eficacia.
Los obispos consideraron que aún se padece de “cierta inercia o desconfianza entre ambos ámbitos (social y gubernamental), que necesita ser superada por el bien del país”, para tener una dinámica de colaboración, para afrontar situaciones de crisis y hacer frente “al inmenso desafío de una reconstrucción”.
Exponen en el texto que Manuel fue la oportunidad de medir hasta qué punto “estamos preparados para disminuir los riesgos y para afrontar las emergencias”. Reconocieron la intervención de asociaciones civiles y sociedad, así como del gobierno para la reconstrucción, que “aunque de manera lenta, han estado ofreciendo resultados alentadores en algunos sectores de afectados”.
Sin embargo, los obispos resaltaron que hay un déficit en la atención a las personas, en la reconstrucción del tejido social, con la afectación mental y emocional que surgen en esas experiencias en los ciudadanos. Sobre lo cual, dijo el arzobispo Carlos Garfías, la Iglesia ha estado trabajando en Acapulco y las dos costas, en los centros de apoyo que se tienen y en la capacitación para extender la cadena de atención.
En el comunicado también ex-presaron su preocupación por “la carencia de una cultura ambiental generalizada, tanto en la sociedad como en las autoridades”, que no prevén las afectaciones “devastadoras” de las actitudes en relación con el manejo de contaminantes y el uso de recursos naturales.
“Preocupan mucho los proyectos mineros e hidroeléctricos”, exponen los obispos, quienes consideraron que es “tiempo de reaccionar”, generar cambios en una cultura ambiental y políticas públicas que salvaguarden el medio ambiente. “Pensamos que una manera privilegiada de prevenir los desastres naturales es, precisamente, cuidando la creación salida de las manos de Dios, de manera que no se provoquen mayores desequilibrios ambientales”.
Encomendaron el estado a santos guerrerenses y recordaron que el 4 de octubre se celebra la Jornada Provincial del Medio Ambiente.
Del trabajo que ha estado haciendo la Iglesia en las comunidades afectadas por Manuel, Gar-fias Merlos dijo que se está colaborando en La Pintada, para “el consuelo y la esperanza, para que puedan las personas del pueblo regresar a la vida normal, en las condiciones que ahora tienen después de lo que se ha podido avanzar en la reconstrucción de la comunidad concreta”.
A pregunta sobre la declaración del comandante de la novena región militar, Martín Cordero, quien dijo que la situación de inseguridad es crítica en el estado, el prelado católico respondió que lo dicho es desde las razones y responsabilidades del jefe militar.
“Es importante lo que esta diciendo, porque habla de la conciencia que tiene y del esfuerzo y empeño que estarán poniendo las fuerzas militares, para que se puedan generar condiciones de mayor seguridad e ir encontrando la forma de contrarrestar esa violencia, que él mismo está manifestando que se da en Guerrero”, expuso el arzobispo.
Consultado por otra reportera, respecto al incremento de los delitos del orden común, a partir del paro laboral de los policías municipales, Garfias Merlos dijo que “se necesitan tener las condiciones para que contemos con la presencia de seguridad”, que se tenga una respuesta y normalidad en la atención, “será importante que las autoridades, tanto municipales como estatales, puedan proveer de la seguridad en Acapulco”.

468 ad