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Denuncian presunta negligencia en la muerte de un sobreviviente de Aguas Blancas

Apolinar Ojendis falleció el sábado después de que fue atendido en el Hospital General de Acapulco, informa su hijo

 Jorge Nava  

Familiares del sobreviviente de la masacre de Aguas Blancas, Apolinar Ojendis Contreras, que murió este sábado, pidieron a las autoridades de justicia que intervengan para que se haga una exhumación del cadáver porque consideran que hubo negligencia médica en el Hospital General Acapulco, donde era atendido.

Julián Ojendis Mayo, hijo del que era uno de los 43 sobrevivientes de Aguas Blancas, acudió a la redacción de este diario acompañado del abogado José Sánchez, donde contó que el sábado 13 su papá murió arrojando flemas.

Declaró que ingresó el jueves 11 y el 12 lo dan de alta, a pesar que se sentía mal.

Señaló que se trasladó a la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, donde pidió apoyo y un grupo de abogados lo acompañó para buscar una entrevista con el director del nosocomio, pero no lo lograron, y posteriormente una abogada le dijo que tuvieran cuidado porque la vida de su padre corría peligro.

Julián Ojendis informó que su papá presentó una denuncia en esa Fiscalía el 15 de junio pasado contra el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y Héctor Vicario Castrejón, acusados de la matanza de campesinos en el vado de Aguas Blancas, y que por la institución, se enteró de que el caso está bastante avanzado.

Por eso pidió que se investigue la muerte de su padre, porque afirmó que hubo negligencia de los médicos, y que su familia accede a que se haga la exhumación del cadáver para que le hagan la necropsia.

El abogado José Sánchez llamó a las organizaciones no gubernamentales, a los sobrevivientes de esa masacre, a las viudas, para que los apoyen en esta demanda.

Explicó que Apolinar Ojendis falleció a consecuencia de enfermedades como hipertensión, diabetes y problemas gastrointestinales, padecimientos que tuvo a raíz de una lesión que sufrió el 28 de junio de 1985, en Aguas Blancas, que lo dejó sin poder caminar, porque una bala quedó incrustada en la columna vertebral.

Explicó que Apolinar Ojendis fue militante del PRD, comisario de la comunidad de Atoyaquillo, municipio de Coyuca de Benítez, en la región de la Costa Grande, y tras la masacre, recibió la promesa de Héctor Vicario Castrejón, y de Jorge Salgado Leyva, Secretario y Subsecretario de Finanzas en la época de Rubén Figueroa, de que se le iba a indemnizar conforme a la ley, pero no sucedió.

Abundó que cuando se inició la lucha en demanda del esclarecimiento de la masacre de Aguas Blancas, Apolinar Ojendis no participó, y fue con el gobierno de Ángel Aguirre Rivero cuando comenzó a participar junto a su hermana, Josefina Ojendis Vargas, en la demanda de pensión vitalicia para los sobrevivientes.

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