CARTAS (Niega Soberanis que haya coordinación de los gobiernos estatal y municipal para obras en Acapulco)

Señor director:

Mucho agradeceré la publicación de la presente para refutar la declaración sobre una supuesta coordinación en materia de obra pública con el gobierno municipal, hecha por el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del gobierno estatal, Juan Farill Herrera, publicada en su prestigiado diario el 13 de noviembre de 2004.

En primer término, exponemos que toda la obra pública es, y será siempre, bienvenida en nuestro municipio.

El gobierno de Acapulco ha sostenido en los últimos días una verdad evidente: el gobierno estatal ejecuta en 2004, obras aprobadas por el Congreso local desde 2002, programó obras de último momento sin planeación y coordinación alguna y no ha entregado, previo estudio técnico, las obras recientemente inauguradas.

Es muy sencillo de explicar: en 2002 el Congreso aprobó un presupuesto para ejercerse en 2003, donde se incluyó la construcción del paso a desnivel de La Garita, el paso elevado del bulevar de Las Naciones, el puente peatonal de la terminal marítima y los caminos rurales Agua Caliente-El Fraile y Kilómetro 42-La Providencia.

Durante todo 2003, el gobierno municipal señaló públicamente la inconclusión de estas obras ya programadas y el no comienzo de otras, como el del puente peatonal de la terminal marítima.

Todas las obras anteriormente mencionadas, al haber sido incluidas en el decreto de presupuesto de egresos 2003, debieron ser concluidas ese año pero no fue así, tan es el caso del paso a desnivel de La Garita, la cual apenas fue concluida hace un mes y a la fecha no ha sido entregada al gobierno municipal.

En razón de no concluirse la obra que debió ser entregada en 2003, en el presupuesto de egresos para 2004 se apunta una nueva inversión para una “segunda etapa”, cuando apenas un año antes no habían hablado de una primera etapa ni habían mencionado que se requería de otra; empero, un nuevo presupuesto se aprobó tanto para el puente peatonal de la terminal marítima al Fuerte de San Diego, como para los caminos rurales Agua Caliente-El Fraile y Kilómetro 42-La Providencia.

Lo anterior revela el retraso de la obra pública programada para Acapulco, lo cual afectó durante más de un año a los habitantes del municipio por el abandono de la misma, caso concreto el del paso a desnivel de La Garita.

Pero no sólo es el retraso, también lo es, y sobre todo, la falta de coordinación; el secretario Farill debe saber que no es lo mismo avisar que coordinar, como cuando llegó con el proyecto de Costera Panorámica el 21 de enero de 2004, con una inversión anunciada públicamente de 200 millones de pesos, los cuales –dijeron– vendrían de sus ahorros y aseguraron que aun cuando el proyecto se rechazara por los colegios del municipio de todas maneras iban a invertir esos 200 millones que tenían de ahorros; después no hubo nada y los 200 millones de pesos prometidos quedaron en el aire.

Afortunadamente para el país y para Acapulco, en 2004 se registraron cuantiosos excedentes petroleros, correspondiendo a Guerrero, de acuerdo con declaraciones del gobierno estatal, casi 400 millones de pesos, cuya distribución a los municipios no ha sido equitativa ni se ha transparentado.

De esos excedentes el gobierno estatal puso primeras piedras para obras en Acapulco, y al gobierno municipal sólo le avisó, en ningún momento se establecieron mecanismos de coordinación y se vio un propósito electorero.

En síntesis, el gobierno municipal de Acapulco, a través de la Secretaría que presido, está dispuesto a la coordinación, sin embargo deben reconocer que la obra de los excedentes petroleros no es obra planeada ni se deriva de alguna coordinación con el gobierno municipal. La propia eventualidad de los excedentes motivó obras de último momento, la cual –insistimos– es bienvenida en nuestro municipio aun cuando no fueron acordadas con el gobierno de Acapulco.

 Atentamente,
Ing. Orlando Soberanis Vargas
Secretario de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ecología