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Vigilan 5 mil efectivos de la Policía Federal y del Ejército las campañas de los candidatos

Benito Jiménez / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

A distancia o en corto, el Ejército y la Policía Federal han estado detrás de las campañas a la presidencia de la República.

Durante más de 40 días de proselitismo, al menos cinco mil efectivos han sido empleados para garantizar la seguridad de los cuatro candidatos durante sus giras en el interior del país.

Esto, aunque Andrés Manuel López Obrador rechazó la seguridad del Estado Mayor Presidencial (EMP), y Enrique Peña Nieto, posee su propia seguridad, emanada de ese órgano federal y del Estado de México.

El Ejército y la Policía Federal se han abocado a atender solicitudes de seguridad, por parte de las autoridades locales y del EMP, durante las visitas de todos los candidatos a la presidencia a los estados.

De acuerdo con fuentes militares, las solicitudes de apoyo han sido enviadas a las regiones y zonas militares cinco días antes de la visita de los candidatos.

Los despliegues se pueden observar a simple vista en los convoyes de los políticos, armados con fusiles de alto poder a bordo de camionetas operativas; en el resguardo de hoteles donde pernoctan los candidatos o montando guardia, de manera discreta y en el perímetro de los eventos de campaña.

En los llamados “focos rojos””, estados y municipios con un alto grado de violencia, los militares realizan patrullajes o reconocimientos en las inmediaciones de la localidad, donde se van a realizar los eventos de los candidatos presidenciales, mientras que la Policía Federal abre camino a los convoyes o vigila las vías que serán utilizadas por los aspirantes.

En al menos seis estados, antes o después de la visita de los aspirantes a la Presidencia, se han suscitado balaceras, ejecuciones, granadazos y hasta coches bomba… que no se han presentado durante los eventos de campaña.

Los despliegues para la seguridad de los candidatos han sido más visibles en Chihuahua, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Durango, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas y San Luis Potosí, de acuerdo con fuentes castrenses.

“La participación, en el caso de nosotros, del Ejército, ha sido a petición del Estado Mayor Presidencial, para coordinar la seguridad en torno a la gira de un candidato o la candidata, en apoyo a su logística de seguridad”, indicó un mando militar.

Aunque el Estado Mayor Presidencial dispone del Cuerpo de Guardias Presidenciales, este órgano ha solicitado en más de 80 ocasiones, el apoyo de los mandos territoriales del Ejército y la Policía Federal, y en ocasiones de la Marina.

Esto mediante la asistencia de sus efectivos para realizar cordones de seguridad, ya sea a distancia o en las comitivas de los candidatos.

Las autoridades locales, por su parte, también han solicitado el refuerzo de las zonas por donde estará el aspirante presidencial.

 

Apoyo militar

 

El 10 de abril, en Guadalupe Victoria, Durango, el Ejército resguardó un mitin de López Obrador.

También ha sido resguardado, de lejos, en Veracruz, Tabasco, Sinaloa, Baja California y Coahuila.

En Matamoros, Tamaulipas, el 13 de abril Josefina Vázquez Mota realizó cuatro eventos que fueron custodiados de manera directa por el Ejército.

La panista también fue resguardada en Chiapas, Guanajuato, San Luis Potosí, Morelos, Guerrero, Colima y Baja California, de acuerdo con fuentes militares.

Mientras que el 1 de abril en Ciudad Juárez, Chihuahua, elementos de la Policía Federal y del Ejército custodiaron a distancia un evento del priista Enrique Peña Nieto en la plaza principal de esa ciudad fronteriza.

Los operativos para el resguardo del priista también se reportaron en Nuevo León, Tabasco, Nayarit, Guerrero y Sonora.

En tanto, el 3 de abril, militares cuidaron la visita de Gabriel Quadri a Chihuahua. La vigilancia también se reportó en sus giras a Veracruz, Nuevo León e Hidalgo.

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