Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Ramón Sosamontes Herreramoro

 El Rais, Arafat

Podríamos escribir sobre Guerrero o sobre lo nacional, pero lo importante y urgente es hablar de Yasser Arafat, El Rais. Su esposa   Suha, mantiene la información del estado de salud de uno de los últimos grandes líderes del nacionalismo en el mundo. Y lo hace mientras se inicia el proceso de transición del poder en Palestina. Incluso se esperan golpes retardatarios provenientes de Estados Unidos avalando algún personaje desleal a Arafat y a su política soberana e independiente.

Ariel Sharon, presidente del estado judío, dijo que “después de los nazis Arafat es el hombre con más sangre judía en las manos”, palabras que seguramente se arrepentirá de haberlas dicho. Arafat es de los últimos grandes dirigentes de la historia de la humanidad que tienen el poder de unir y consensar a un pueblo, como en este caso es el palestino, haciendo frente a los intereses mezquinos como son los del actual gobierno reelecto de George W. Bush y de algunos países europeos. Aunque hay que reconocer que también algunos otros los apoyan.

A Arafat se le conoce en el mundo árabe como “El padre constructor”, Abu Ammar, quien consiguió el liderazgo entre los suyos   después de dar la pelea para que los palestinos aceptaran que los judíos pudieran vivir en esas tierras y de poner en la Constitución palestina que no era necesario guerrear contra los israelitas. No fue fácil y eso algunos sectores de judíos ortodoxos y de derecha no lo aceptan como un gran logro del pacifista Arafat.

Dicen que fue envenenado, no olvidemos que Ariel Sharon lo tenía preso en la ciudad Cisjordana de Ramala desde diciembre del 2001, tropas israelitas lo mantenían sitiado permanentemente, incluso llegó a bombardear su residencia, les quitó luz y agua para vencerlos y aún así Arafat no cedió al reclamo, tal vez justo, de llamar al levantamiento masivo contra Sharon, ese sí criminal de guerra con cuentas pendientes.

Un fedayin, comando militar que supo que la vía política era la salida y no la vía terrorista, desde 1973 hizo alianza con los países socialistas y movimientos de liberación nacional del mundo, incluido México, con quien mantuvo contactos serios. Lo recuerdo en un mitin de solidaridad para con los palestinos, en Berlín, entonces RDA, donde privilegió el diálogo a la violencia. Eran los momentos de secuestros de aviones y posteriormente el asesinato de atletas en la olimpiadas de Alemania, la otra, la de occidente.

La imagen de Arafat, la del uniforme militar, la kufia y el rostro jovial, huyendo de un país a otro. Sobrevivió a tres guerras árabe-israelí y numerosas luchas internas. En medio de eso surgió como uno de los líderes políticos más estimados en la escena internacional por su destreza negociadora y después como presidente de su pueblo, dirigía la Asamblea Nacional Palestina, donde confluyen todos los grupos y facciones políticas e ideológicas del pueblo palestino. Y los mantuvo unidos.

Al Fatah fue su organización inicial y de ahí a la Organización de Liberación Palestina. En 1972 a la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas llegó portando una pistola, y sobre todo, una rama de olivo que privilegió como la representación de la paz y a la vez la guerra injusta que se desarrollaba en Medio Oriente.

Los grupos derechistas y xenofóbicos israelitas odiaron y mataron a Yitzhak Rabín que firmó con Yasser Arafat los llamados Acuerdos de Oslo permitiendo el establecimiento de un autogobierno palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania y el reconocimiento mutuo entre Israel y la OLP.

Ese acuerdo los llevó a ganar el premio Nóbel de la Paz. Sin embargo  los acuerdos no tuvieron las consecuencias esperadas, Rabín fue asesinado y Arafat confinado a su encierro en su propia tierra y patria.

Nueva etapa en el Medio Oriente, Arafat en París como un cuerpo más y en su tierra las divisiones y pleitos por un nuevo liderazgo. ¿Hacia dónde se dirigirán los palestinos, la guerra total prolongada? Qué táctica. Con la reelección de Bush y la necedad de Sharon por un lado y por otro la ambición entre otros del coronel pro norteamericano Mohamed Dahlan del séquito de seguridad del Rais y de los grupos internos de carácter radical. La paz está en peligro. Lo de Irak no es nada con lo que podría venir. El mundo y en especial los israelitas lo van a extrañar.

[email protected]

 

468 ad