Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Manuel regresa…

*Avanzar por caminos construidos es negarse la oportunidad de construir mejores caminos.
Anónimo

El título de esta colaboración podría leerse como un llamado de los seguidores de cierto político, a quién le estarían pidiendo que regrese a competir nuevamente por la candidatura de su partido político a la gubernatura del estado o de sus críticos exigiéndole que devuelva los recursos públicos que le señalan que se llevó cuando se desempeñó como alcalde de Acapulco. Pero eso se lo dejamos a los seguidores o críticos de ese político, porque en esta colaboración no me refiero a ese Manuel.
Manuel, la tormenta tropical que azotó nuestro estado del 13 al 19 de septiembre de 2013 se llevó escuelas, puentes, 215 mil hectáreas de cultivos perdidas, 45 mil cabezas de ganado, carreteras, encauzamientos, automóviles, negocios, restaurantes, 35 mil casas afectadas, túneles, una hidroeléctrica, postes y centros de salud, miles de damnificados, 58 de 81 municipios afectados, 68 les dicen desaparecidos a los hermanos y hermanas de La Pintada que murieron sepultados por un alud, 59 mil evacuados, más de 218 mil personas afectadas y más de 100 vidas de hermanos y humanas guerrerenses, sobre todo de Atoyac, Acapulco, Malinaltepec y Chilpancingo; asimismo, se llevó esperanzas, planes de vida, ilusiones de cientos de miles de guerrerenses.
Manuel fue el decimosexto ciclón tropical formado durante la temporada de huracanes de 2013 en el Pacífico, así como el séptimo de ellos en alcanzar la categoría 1 y el más destructivo de la temporada 2013, el estado más dañado fue Guerrero, en especifico en Acapulco donde Manuel causó pérdidas millonarias, el segundo en 16 años en causar estos daños, después de Paulina, con el que comparte este título, otro huracán categoría 4 que azotó la misma región en la temporada de 1997.
Manuel se llevó muchas vidas y cosas de lamentar, pero también trajo otras igual de lamentables, como las promesas de la reconstrucción que nomás no avanza, los anuncios espectaculares como el Plan Nuevo Guerrero que ha de estar en los cajones de varios políticos y burócratas durmiendo el sueño de los justos, la comisión y comités para la reconstrucción que nomás no sesionaron ni informaron a la sociedad a la altura del desastre.
Manuel nos dejó ver la escasa cultura de la prevención, de protección civil, de comunicación y respuesta ante contingencias, de organización de esfuerzos conjuntos, hasta de liderazgos políticos y sociales.
Pero Manuel nos dejó también muchas lecciones como la de la prevención, la organización, la planeación, el respeto a la naturaleza, la importancia de la proyección civil; develó corrupción, incapacidad e indolencia gubernamental y social al construir, edificar y vivir en zonas de alto riesgo, la poca solidaridad entre nosotros los guerrerenses, porque recuerdo que se abrían y se abrían centros de recolección y nomás no se veía a la gente llegar con su ayuda excepto en algunos de ellos.
Por eso el recuerdo de Manuel debería hacer que regrese no su efecto desastroso, sino un Guerrero reconstruido en la conciencia de autoridades eficientes que avisen y pongan a salvo a la población, que planeen urbana y ecológicamente el crecimiento de la población, regresarnos una sociedad que respeta los causes naturales y los cuerpos de agua, solidaria con sus hermanos en la desgracia, regresarnos leyes que castiguen a quién permite y fomenta los asentamientos humanos en zonas de riesgo.
A un año de Manuel, muchas cosas de las que se llevó ya no regresarán, lo que nunca se llevarán los desastres es la esperanza que tenemos de organizarnos mejor como sociedad y gobierno, para hacer frente a las adversidades y para desplegar nuestro talento y recursos como estado, y así alcanzar una mejor circunstancia de desarrollo y bienestar para todos. Yo sí creo que un nuevo Guerrero es posible.
Vuela vuela palomita y ve y dile: que hoy voy a felicitar a todos los panistas y la los mexicanos, porque antier fue el 75 cumpleaños del PAN, el único partido de ciudadanos que a la política del país vino a civilizar.

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