Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Reciben clases bajo lonas en una primaria de la capital que las autoridades no querían reconstruir

 

*La SEP y el gobierno estatal alegaban que la escuela Luis Donaldo Colosio era responsabilidad de la empresa Ford, que la construyó como una donación a la colonia Villa Verde Norte

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Distribuidos en 13 aulas, 400 niños de la primaria Luis Donaldo Colosio, instalada provisionalmente en la colonia Villa Verde Norte, ubicada en la capital, reciben sus clases en carpas de lona y en un terreno prestado, que pertenece a la capilla del lugar.
El motivo es que 13 de las 15 aulas de esa escuela se colapsaron durante las lluvias de la tormenta tropical Manuel del año pasado, y ni la Secretaría de Educación Pública (SEP) ni el gobierno estatal atendieron con oportunidad la petición del director de la escuela, José Luis Ramírez Santos, y de la sociedad de padres de familia, para la reconstrucción del edificio, con el pretexto de que la institución funciona con donaciones de la compañía automotriz Ford.
Ante la falta de apoyo del gobierno, los padres de familia que habitan en siete colonias de la parte norte de la ciudad, cerca de la presa Cerrito Rico, buscaron el terreno, lo aplanaron y lo revistieron con grava y arena, pues se trata de un área fangosa, para instalar allí las 13 carpas de lona que les proporcionó el Ayuntamiento y que actualmente cumplen la función de aulas escolares.
Mientras tanto, un año después de que el edificio de esa escuela se colapsó, el gobierno federal apenas comenzó la reconstrucción del edificio en el mismo sitio donde se encontraba, a unos 10 metros del encauzamiento del río Huacapa, en la colonia El Amate, con recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).
El padre de familia Gabriel Núñez Mendoza denunció que esa escuela es una prueba de que los gobiernos federal y estatal, no han cumplido con oportunidad con la reconstrucción, “si no nos hacían caso a nosotros que estamos en la capital, imagínese qué estará pasando con las escuelas que sufrieron daños en La Montaña, por ejemplo”, dijo, y denunció que la Colosio comenzó a reconstruirse recientemente, después de muchas presiones de los padres de familia y de los maestros.
Esta escuela primaria estaba integrada por 15 aulas, 13 de ellas eran salones escolares y dos eran usadas como oficinas administrativas de la dirección. El edificio se encontraba a unos 10 metros del cauce del río, en la colonia El Amate.
Durante las lluvias del 14, 15 y 16 de septiembre del año pasado, el inmueble se inundó y 13 aulas se colapsaron. Protección Civil realizó un estudio técnico y determinó que ya no podrían ser ocupadas, por lo que los alumnos se fueron a ocupar un edificio de otra escuela en proceso de construcción, en la colonia El Huajal, ubicada por la misma zona.
La sociedad de padres de familia y la dirección de la institución informaron que desde el principio solicitaron al gobierno del estado y a la SEP, la reconstrucción del inmueble. Sin embargo, las autoridades evadieron su responsabilidad, con el pretexto que la suya es una “escuela Ford”, es decir, que fue construida y funciona con donaciones de esa empresa de automóviles.
Entonces, el director José Luis Ramírez y la sociedad de padres de familia acudieron a la Ford y solicitaron la reconstrucción del edificio, pero la empresa mandó hacer un nuevo estudio técnico y el resultado fue que, presuntamente, estaba en buenas condiciones y que podrían ocuparlo nuevamente.
Los maestros denunciaron que Protección Civil dio entonces marcha atrás a su estudio y avaló el realizado por la Ford, pero además autorizó que las aulas fueran ocupadas nuevamente, a pesar de que algunas eran solamente ruinas y otras estaban totalmente cuarteadas y representaban un riesgo para los niños.
El padre de familia Núñez Mendoza informó que los familiares se negaron a que sus hijos entraran a las aulas y gestionaron que, en todo caso, les enviaran carpas y las instalaron en los espacios disponibles del terreno de la escuela, entre los salones colapsados.
Dijo que, mientras tanto, solicitaron un nuevo estudio de Protección Civil y esta vez les respondió de manera incongruente, pues resolvió que las aulas “sí estaban en condiciones de ser ocupadas, pero que persistía el riesgo de una catástrofe”.
Agregó que por eso, al iniciar el actual ciclo escolar, los padres de familia por propia cuenta buscaron un terreno, que encontraron a un costado de la capilla de la colonia Villa Verde Norte, lo aplanaron y lo revistieron con grava y arena pues se trataba de un área lodosa. Allí instalaron las 13 carpas, en donde actualmente los 400 alumnos reciben sus clases.
Llegar allí no es fácil, cuando llueve los niños que viven en las colonias del lado poniente del río Huacapa tienen que atravesar un puente colgante, de casi 10 metros de largo. Mientras que los de las colonias del lado oriente, atraviesan charcos y caminan entre el lodo por un tramo de más de 20 metros.
Además, las carpas cubiertas con lona blanca que aportó el Ayuntamiento carecen de ventilación, y después de las 10 de la mañana, cuando hace sol, el calor es sofocante, “insoportable para alumnos y maestros”, dijo uno de los profesores.
Las improvisadas aulas se encuentran a menos de 10 metros del Huacapa, en donde se realizan los trabajos de reconstrucción del encauzamiento, por lo que el ruido de las máquinas y las voces altisonantes de los trabajadores llegan inevitablemente hasta los niños que reciben su instrucción primaria. También, durante las cuatro horas y media de clases, pues entran a las 8 de la mañana y salen a las 12: 30, soportan el olor fétido del agua negra que corre a cielo abierto por el encauzamiento.
El personal de la dirección informó que, afortunadamente, recientemente comenzaron los trabajos de reconstrucción de su antiguo edificio en la colonia El Amate, debido a la presión permanente de la dirección y de la sociedad de padres de familia.
Uno de los maestros denunció que tuvieron respuesta hasta que acudieron directamente a la Secretaría de Gobernación, y que los trabajos corren a cargo del Fonden, porque el gobierno estatal y la SEP no quisieron reconocer los daños que sufrió el edificio de esa escuela, sin importar los riesgos que corrían los niños.
“Recorrimos todas las instancias del gobierno estatal y federal, para que fueran reconocidos los daños que sufrió nuestra escuela y se le incluyera dentro de la reconstrucción, pero nadie nos hizo caso hasta que fuimos directamente a la Secretaría de Gobernación”, dijo Jazmín Flores, una madre de familia.
Por su parte, Gabriel Núñez dijo que la reconstrucción de Guerrero después de la tormenta tropical Manuel, no es como lo están informando los gobiernos federal y estatal, “no han cumplido con oportunidad con la reconstrucción, si no nos hacían caso a nosotros que estamos en la capital, imagínese como estarán las escuelas que sufrieron daños en La Montaña, por ejemplo”.
La escuela Luis Donaldo Colosio atiende a niños de siete colonias ubicadas cerca de la presa Cerrito Rico, al norte de la ciudad. Las más pobladas son El Amate, María Dolores, Huajal, San Rafael Norte y Valle Verde Norte, todas ellas afectadas por la inundación que provocó el desbordamiento del río Huacapa tras las lluvias de la tormenta tropical Manuel.
El personal de la dirección informó que los representantes de la empresa que reconstruye las aulas colapsadas, les ha informado que los trabajos tardarán por lo menos dos meses, por lo que calculan que será hasta a finales de noviembre cuando regresen a ocupar sus propias instalaciones.

468 ad