El Che optaría en el México actual por una lucha política, dice Paco Taibo II

 Presenta su renovada versión del libro Ernesto Guevara, mejor conocido como el Che

 Adalberto Valle Sánchez  

Para el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II, en este momento, cuando las puertas de un cambio político y social están abiertas, no se justifica que la sociedad pretenda apelar a la lucha armada como método para reclamar mejores condiciones de vida.

“En noviembre de 1910, yo hubiera seguido el llamado de Francisco I. Madero, contra Porfirio Díaz, pero hoy, hoy, a mi forma de ver las cosas, no justifico la lucha armada”.

Al presentar su renovada versión del libro Ernesto Guevara, mejor conocido como el Che, insistió en que a pesar de que el tan mencionado cambio democrático, es “tímido, pinche, descafeinado y que no da para gran cosa”, existen espacios para la lucha civil.

“Si el Che analizara la situación actual en México, optaría por una lucha política de otro corte. Hay que construir el cambio democrático, es difícil y duro, sí, pero hoy no soy partidario de la lucha armada”, recalcó.

En una conferencia con medios de información en la Universidad Americana de Acapulco, Paco Ignacio Taibo II –quien se calificó como un escritor de izquierda– destacó la lucha mediante la resistencia civil del acapulqueño Juan R. Escudero, de quien dijo, tiene la misma integridad moral, solidez, capacidad de lectura, enloquecimiento y reciedumbre del Che Guevara.

Sin embargo, lamentó que a pesar de ser uno de los personajes más notables de la historia de México, no se le reconozca de la manera que merece.

–A pesar de esas condiciones, hay lucha armada en México, y en el caso de Guerrero, se le preguntó.

–Preguntémonos dos cosas, ¿quiénes han creado las condiciones materiales para que haya gente que piense que la lucha armada es la única salida? ¿Cuánto agravio hay que no ha sido resuelto, cómo puede haber hospitales en zonas rurales a los que algún político se le olvidó construir el techo? La desesperación de los indígenas por sus condiciones, entonces puede ser una reacción la guerrilla.

Dijo que la guerra de guerrillas fue, es y será un método de resistencia militar de los pobres cuando se les cierran las puertas para transformar a las sociedades. “Cuando hay sociedades represivas, frente a dictaduras militares, ahí reaparecen las formas de lucha armada”, agregó.

Mencionó que la guerra de guerrillas en Guerrero, no se limita a Lucio Cabañas o Genaro Vázquez. “También está la guerrilla de los Pintos en la lucha contra Santa Anna, o de Pablo Galeana después de la segunda resistencia en la Independencia. También hay movimientos guerrilleros abundantes asociados al zapatismo”.

Sobre su libro, del cual dijo que se han vendido cerca de un millón de ejemplares en el mundo, comentó que cuenta con 100 páginas nuevas en las que hizo todo el esfuerzo para colocar al Che en “su época”, porque a Ernesto Guevara no se atreve a tratarlo como novelista.

Señaló que la vigencia del Che es moral, más que política, cuya filosofía propuso la guerra de guerrillas en una América convulsionada, que tenía como marco la guerra de Vietnam, el imperio norteamericano y las dictaduras militares en Latinoamérica.

Subrayó que Ernesto Guevara fue un personaje sumamente congruente entre lo que decía y hacía. “Por eso intenté hacer la biografía más minuciosa, más detallada y completa posible, de un personaje que lamentablemente con el paso de los años se había vuelto una imagen sin contenido, sólo era de posters y camisetas”.

Narró además que el único contacto directo con el Che Guevara lo tuvo a los 8 años, cuando a bordo de un barco lo escuchó dando órdenes, en lo que después se le conoció como la batalla de Santa Clara, el 8 de noviembre de 1958.

Por último, anunció que en un año publicará la biografía de Francisco Villa.

En la conferencia también estuvieron el director del departamento de Ética y Desarrollo Humano, Juan Carlos Nava; la coordinadora de Extensión Universitaria, María de la Cruz Rodrigo García y el director Académico de la UAA, Rafael Espinoza Manzo.