Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Confirman testigos que el grupo que comenzó la balacera en Apaxtla se llevó dos muertos y dos heridos

 Dirigentes municipales del PRD afirman que este municipio no es tranquilo, hay un grave problema de inseguridad

 Teresa de la Cruz Apaxtla de castrejón  

Testigos del enfrentamiento del sábado en esta ciudad aseguran que los disparos provenían de los dos grupos, y confirmaron que el grupo que comenzó los disparos, que se identificó como de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), se retiró con dos muertos y dos heridos.

Según versiones de dirigentes municipales del PRD en Apaxtla de Castrejón, los hermanos Heriberto y Ascención Trujillo Sotelo, quienes fueron muertos a balazos durante el enfrentamiento, son personas “muy cercanas” al presidente municipal priísta, Victorino Ávila Jiménez, e incluso aseguran que le prestaban apoyo para “intimidar” a quienes no comparten su forma de gobernar.

Según dirigentes del Comité Municipal del PRD consultados en sus oficinas el lunes y que pidieron omitir sus nombres por temor a represalias, al municipio de Apaxtla que hasta 1996 había sido gobernado por el PRI, “se le conocía como un pueblo sin ley, nadie ponía orden, había balaceras constantemente, muertos”.

Aseguran que al ganar el PRD esa localidad, que se encuentra dentro de la Zona Norte de la entidad, a 45 minutos de Teloloapan, “logramos estabilizarla con mucho trabajo, pero al llegar –el actual presidente municipal de filiación priísta– Victorino Ávila, otra vez empiezan los problemas”.

Para los perredistas, este municipio, de 9 mil habitantes, que tiene en su territorio la Base de Operación, Adiestramiento y Capacitación El Caracol, además de un destacamento del 27 Batallón de Infantería del Ejército, “no es pueblo tranquilo”, como aseguró el alcalde en entrevista el lunes por la mañana.

“Aquí vivimos un grave problema de inseguridad y es que recientemente se ha desatado una ola de robos, primero robaban partes de los automóviles, pero ahora los ladrones se han metido a algunas casas, también han habido asaltos en las calles, en los que se rumoraba que los Trujillo Sotelo tenían algo que ver”, indicó uno de los perredistas.

Dijo que el enfrentamiento del sábado 30 en dónde murieron cinco personas, entre ellas un niño de 7 años, “demuestra que Victorino Ávila es incapaz de                                         gobernar, incluso como autoridad él es responsable de lo que paso aquí, él debe velar por la ciudadanía”.

Criticaron que el presidente municipal haya deslindado a los hermanos Heriberto y Ascención Trujiilo Sotelo del tiroteo “él sabe perfectamente quiénes son, son personas muy cercanas a él, tanto así que cuando un grupo de perredistas tomamos el ayuntamiento el año pasado, los Trujillo Sotelo pasaban por ahí enseñando sus pistolas”.

Expusieron que no fue la única vez, y que también apoyaban a Victorino Ávila para intimidar a la gente que critica su incapacidad para gobernar.

Señalaron que las detonaciones de armas de fuego “son constantes” en esa cabecera municipal, “aquí hasta algunos jóvenes andan armados, lamentablemente en esto tampoco el síndico –Guillermo Damaso– hace nada, a él le llevan las armas decomisadas, pero las devuelve sin multar o castigar a nadie”.

Los perredistas afirman que con el enfrentamiento del sábado “mucha gente está molesta, sobre todo porque mataron al niño, que nada tenía que ver en eso”.

“Ambos bandos dispararon”: testigos

A 13 años de haber llegado a Apaxtla, Pedro Cuevas quien es dueño de una miscelánea ubicada frente a la gasolinera, se dijo sorprendido de la balacera del sábado pasado, “es algo que no habíamos visto, se han escuchado tiros, pero no así”.

Contó que el sábado, mientras se encontraba atendiendo su negocio observó que tres camionetas se venían siguiendo, cuyos tripulantes al llegar a una de las esquinas de la gasolinera, exactamente a una cuadra de la casa de los hermanos Heriberto y Ascención Trujillo Sotelo, se bajaron y comenzaron a hacer disparos.

El comerciante aseguró que al escuchar las detonaciones que duraron unos 10 minutos entre ambos bandos, “ví como toda la gente corría a esconderse, unos se metieron a la tienda de enfrente y otras se tiraron al suelo”.

Él también se resguardo, y lo único que observó es que el grupo que iba siguiendo a los cuatro tripulantes de la primera camioneta en la que también iban los hermanos Trujillo Sotelo, “vestían playeras negras, con siglas de la AFI”.

Agregó que alcanzó a ver cómo los presuntos agentes de la AFI disparaban con armas de alto poder, “de los otros no sé, sólo se escuchaban disparos pero de pistola de menor calibre”.

Pedro Cuevas aseguró que lo que sí vio es cómo los supuestos agentes “subieron a sus camionetas dos cuerpos que estaban tirados, otros dicen que vieron que otros dos iban heridos”.

Por su parte uno de los trabajadores de la gasolinera, Alberto Soto, aseguró que “todo parece indicar que las camionetas venían siguiéndose, pero ya se traían cerca porque al llegar a la esquina (de la gasolinera) chocaron, luego se bajaron y comenzaron a disparar ambos grupos.

El empleado de la gasolinera Guadarrama relató también que las dos personas que acompañaban a los hermanos Trujillo Sotelo trataron de correr y esconderse atrás de algunos árboles, pero fallaron en su intento, además de que las armas que portaban eran sólo pistolas y “no de grueso calibre”.

Coincidió en que el grupo que perseguía la camioneta en la que venían los Trujillo Sotelo y José Salazar Contreras originario de Sinaloa y el presunto agente de la                                         Policía Federal Preventiva, Neftalí Esquivel Flores, vecino de Cuernavaca, vestían playeras con siglas de la AFI, así como armas de alto poder.

Un presunto AFI le dijo que se tirara al suelo o se escondiera, dice un testigo

Michel Bahena Saravia de 10 años de edad, primo del niño Cristofer Bahena Barud quien fue muerto durante la balacera, contó que la tarde del sábado se dirigían hacía el parque de Nanchicahuite para jugar fútbol.

Cuando pasaban cerca de la gasolinera, las camionetas en donde venían los Trujillo Sotelo y los presuntos agentes de la AFI, se pararon y comenzaron a disparar.

Consultado en su casa ubicada a dos cuadras de donde ocurrieron los hechos, el pasado lunes, Bahena Saravia contó que al escuchar los disparos él y su primo Cristofer Bahena Barud, por separado corrieron para resguardarse del fuego.

Antes, le preguntó a un presunto agente de la AFI que estaba cerca de él, qué debía hacer “él me dijo que me protegiera, que me tirara al suelo o que me escondiera atrás de una pipa y lo hice, pero ya no vi a Cristofer”.

“A quién exigir justicia”, pregunta la mamá del niño

Para Britza Barud Castañeda, madre de Cristofer Bahena Barud, lo que le sucedió a su hijo quien el próximo domingo estaría cumpliendo 7 años, “es injusto, por que mi niño nada tenía que ver en ese problema”.

Barud Castañeda, quien es maestra en Tierra Caliente y que un día antes del tiroteo –el viernes– recién habían llegado a Apaxtla para entregar las invitaciones para la fiesta de Cristofer, dijo que al escuchar los disparos salió de su casa para ir a buscar a su hijo.

Pero al llegar al lugar, “ningún policía (municipal) me quiso ayudar, pero tampoco me dejaban pasar para ir a traer a mi niño que estaba en medio de la balacera, por eso sólo le pedía que corriera”.

Dijo que tras el tiroteo y con la ayuda de un vecino “fuimos en su moto por mi niño, llegamos por otra calle hasta donde estaba acostado sobre una banqueta, todavía estaba con vida y lo levanté para llevarlo con un doctor”.

La doctora que atendió a Cristofer le dijo que una bala le atravesó el pecho “y que además tenía roces de bala en las piernas, por eso quedó tirado, lo intentamos llevar a Teloloapan pero en el camino” la médica le sugirió regresar porque el niño ya estaba muerto.

Barud Castañeda dice que siente “coraje” por la forma en que mataron a su niño, “porque él nada tenía que ver con los problemas de los demás, quisiera ver a quién recurrir para exigir una explicación, pero a quién exigir justicia, si las personas que vinieron a matar a los de aquí ni siquiera se sabe de dónde son, dicen que eran de la AFI, pero otros dicen que no”.

Añadió que pedirá a las autoridades tanto municipales como estatales que le digan “lo que sucedió realmente, aunque creo que nunca sabré la verdad, ojalá que encuentren a las personas que le hicieron esto a mi niño, para que sean castigos por la ley”.

La balacera les provocó “un poco de miedo”, dicen comerciantes

Por su parte el dirigente de los comerciantes del mercado central de Apaxtla, Eleazar Soto Jaimes, aseguró que la impresión que les dejó el tiroteo del sábado, les provocó “un poco de miedo”.

Soto Jaimes señaló que el enfrentamiento les hace pensar en la posibilidad de pedir a las autoridades municipales que haya “más seguridad, eso sería una buena medida, quisiéramos que hayan más policías”.

Afirmó que a 10 años de la creación del mercado, ninguno de los comerciantes ha sido asaltado, aunque sí dijo que “hay rumores de que hay robos, pero aquí estamos tranquilos”.

Soto Jaimes aseguró que hasta antes del sábado Apaxtla había estado tranquilo, “sí se escuchan disparos, pero no como los de ese día”.

Sobre los Trujillo Sotelo, el comerciante los conoce muy poco, “sé que eran agricultores y ganaderos”, dijo.

468 ad