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Prepara el bailarín Serafín Aponte una ofrenda coreográfica a José Revueltas

*Se llevará a cabo en noviembre con los jóvenes acapulqueños a los que impartió un diplomado a mediados de 2013

El bailarín y maestro de danza guerrerense Serafín Aponte apoyará con su trabajo para la realización de un proyecto con relación a las celebraciones que se realizan en el país por el centenario del natalicio del escritor y militante de izquierda José Re-vueltas.
La participación del maestro fundador de la compañía Barro Rojo en la UAG se da luego de solucionarse las diferencias con la Secretaría de Cultura de Guerrero (Secultura) con relación a unos adeudos pendientes, y a pesar de la cancelación del diplomado de danza contemporánea que impartió el año pasado y quedó inconcluso.
En entrevista en el Centro Cultural Acapulco, explicó que una vez puestos de acuerdo, el montaje que se pretende presentar el 22 de noviembre se llevará a cabo con los jóvenes acapulqueños a los que enseñó durante el diplomado que impartió a mediados de 2013 y “lo que estamos haciendo es a partir del contexto de la producción literaria de Revueltas”, autor de obras emblemáticas de lo popular me-xicano y de la vida en las cárceles, que conoció como preso político de los gobiernos autoritarios del PRI.
Explicó que “la intención es la de retomar algunos elementos que tienen que ver con su posición política, su ideología y también su historia de vida; cosas que nos funcionen en algún momento como detonadores”.
Por ejemplo, detalló, “leímos una carta relacionada con el movimiento del 68 y sus reflexiones acerca del movimiento en Francia en la misma época, esto, un poco para contextualizar el momento en el que él vivió”.
No obstante, la idea no es la tomar un texto en especial de Revueltas, “sino solamente aquellas provocaciones, esos elementos en una especie de ofrenda coreográfica a la voz, al pensamiento, a la ideología del activista político”, indicó.
Del mismo modo, reveló, se entrecruzarán con situaciones del entorno actual, “cosas que no han cambiado, que siguen presentes lamentablemente en nuestro país” y que a su vez se sumarán a las experiencias de vida de los bailarines participantes con quienes lleva dos fines de semana de trabajo.
“La idea es la de seguir trabajando con los muchachos del diplomado; creo que vamos muy bien”, y aunque les falta formación“tienen una buena actitud de trabajo, lo que podría compensar lo que falta para darle continuidad a su proceso formativo”.

Barro Rojo, referencia ineludible

Para Serafín Aponte, quien recibió en diciembre pasado un premio a su labor como docente por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), hablar de Barro Rojo (ahora Barro Rojo Arte Escénico) es ineludible pese a que en principio pretendió “ser un proyecto más académico y de hacer una escuela que no cuajó por falta de apoyos, un problema que siempre ha existido en la entidad y con el cual se debe luchar”, agregó.
“En un principio fue un grupo que se conformó en los 80 (1982) por mucha gente que llegó de fuera del estado, como su director el ecuatoriano Eduardo Garrido, y los que estábamos en ese tiempo estudiando en la UAG (Univer-sidad Autónoma de Guerrero), en un momento en donde había mucha efervescencia de las artes, una proliferación de casas de la cultura por todo el estado y el proyecto de difusión cultural era un verdadero proyecto que trató de abarcar todas las betas artísticas”.
No obstante, recordó que alrededor de 1983 los problemas dentro de la UAG obligaron a sus integrantes a migrar a la ciudad de México.
A lo largo de 30 años la obra de sus integrantes consiguió elogios de la crítica, aplausos del público y distintos premios por su calidad técnica y artística, independientemente de la honestidad y convicción expresadas en su tarea diaria.
Con giras a diversos lugares de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, Barro Rojo, ahora con la dirección de Laura Rocha, se ha presentado no sólo en los lugares tradicionalmente concebidos para la danza culta, sino también en las calles, las plazas o cualquier espacio alternativo.
“Ya no estamos los originales porque la vida nos va colocando en otros lugares pero el proyecto sigue manteniendo su postura: ser un grupo histórico con un punto de vista fuerte y ético”, dijo Aponte tras recordar que él tuvo la oportunidad de dirigir al grupo cuatro años antes de su salida en 1994.
¿Es por ello su empatía para con los jóvenes que no pudieron concluir el diplomado con usted?, se le preguntó.
“Sí, porque para mí es un compromiso ético y moral; mi terreno es la danza y a partir de ahí mi compromiso con ellos es el de trasmitirles mi formación, mi experiencia y crear consciencia de lo que es ser un artista en esta época donde debe haber un compromiso con la sociedad y esa va a ser mi postura porque eso es lo que yo aprendí en mi origen”, e invitó a las instituciones del gobierno y a la universidad, a que estén conscientes de la importancia que tiene la formación de artistas en el estado.
“No hay que dejar de lado lo que en este momento urge y se requiere, pero hay que recuperar esos espacios de formación para que surja, dentro de lo posible, un movimiento que le dé identidad al estado y les dé una opción más de vida a los jóvenes”. (Redacción con información de Óscar Ricardo Muñoz Cano).

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