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Marchan los rechazados de la UAG a la Codehum para presentar una queja contra el rector Saldaña

Mariana Labastida

Integrantes del Movimiento Kiosko marcharon a la Coordinación Regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codehum) en Acapulco, donde una de las jóvenes rechazadas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) presentó una queja en contra del rector Javier Saldaña Almazán.
La representante de los estudiantes rechazados, Margarita Martínez García, expuso que ha habido omisión, incluso de la Codehum, porque no han emitido una recomendación ante el desinterés de las autoridades para atender las peticiones de los jóvenes.
Los estudiantes rechazados, junto con algunos padres de familia, marcharon a las 2 de la tarde, del campamento que tienen en la glorieta de la Diana a las oficinas de la Codehum en Acapulco, en plaza Cuauhtémoc. Durante el recorrido gritaron consignas, como “Aguirre, Saldaña ya no nos engañan, luchemos, queremos lo que merecemos”, “mis padres me dijeron te vas a estudiar, pero si hay problemas te pones a luchar”, “Saldaña escucha al joven en su lucha” y “Saldaña entiende la educación no se vende”.
Otras fueron: “Saldaña decía que nos apoyaría, mentira, no es cierto, no todo está resuelto”, “señor gobernador no haga caso omiso a nuestra petición”. El grupo, de unas 60 personas, fue repitiendo las consignas todo el camino.
Al llegar a las oficinas de la Codehum, la madre de Angela Saraí Hernández Borja, Angela Borja Hernández, firmó la queja por escrito que entregaría en representación de su hija, por ser menor de edad; en el texto, la joven narra cómo fue su proceso para ingresar a la escuela de Enfermería de la UAG, en la que no fue aceptada. En una parte del escrito, la estudiante rechazada expone que fue discriminada por su “posición social, por no tener a nadie que me apadrine para obtener el espacio en el bachillerato de Enfermería, es decir, por no tener ningún familiar que pertenezca a la clase social universitaria”.
También expone que inició una huelga de hambre por la falta de atención del rector, a quien los jóvenes rechazados han solicitado una audiencia. Pide a la comisión sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.
La queja fue recibida por la asistente del coordinador de la Codehum en Acapulco, Laurdes Villareals, y quedó registrada con el número Cra/199/2014-III.
La representante de los manifestantes, Margarita Martínez, le dijo a la recepcionista que la comisión ha sido negligente, que es mentira que los vayan a ver diariamente desde que están en huelga de hambre, ni tienen supervisión médica, a lo cual le respondieron que se revisaría el caso y precisaron que la Codehum no tiene servicio médico.
En declaraciones a reporteros, Margarita Martínez expuso que la Codehum ha sido omisa con la violación de los derechos humanos de los jóvenes rechazados, porque aunque ha participado como intermediaria con el Consejo Universitario, “no ha hecho un resolutivo a nuestras demandas”.
Martínez García reiteró que hay discriminación hacía los estudiantes, porque por no pertenecer a un grupo social económico más elevado “sólo entran hijos de un estatus social hacía arriba, a los de estatus social bajo no les permiten la entrada, porque no tenemos un padrino”.
Agregó que su preocupación son los 14 jóvenes que están en huelga de hambre desde miércoles, porque hay tres casos de jóvenes que se han desmayado, Estivali Gutiérrez y Carolina Aparicio, que enfermaron el sábado, y Aislé Ruiz López, que tuvo una complicación la madrugada de ayer. Y enfatizó que dialogando con el rector se arreglaría el asunto. La representante y los padres responsabilizaron al rector y al gobernador Ángel Aguirre Rivero, de la salud de los jóvenes en huelga.
“Los chavos están decididos, porque solamente así es un modo, a lo mejor no correcto pero dime cómo no se van a manifestar, si nos hemos ido a parar con oficios y han hecho caso omiso”, dijo la representante, quien indicó que ella no es responsable de ninguno de los que están en huelga, sino ellos mismos y los padres, que “están decididos a sacrificar a sus hijos para querer entrar”.
La madre de Estivali Gutiérrez, Guadalupe Reyes Morales, dijo que su hija es mayor de edad y decidió ponerse en huelga de hambre, porque “solamente llevándolos a extremos puede el señor rector llegar a nosotros”. Reprochó que es “injusto” que haya entrado al bachillerato de Enfermería la “gente que tiene dinero y posibilidades de entrar”, y que los “humildes, la gente de pueblo que somos, no podemos”.

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