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Muere de dengue hemorrágico un niño guerrerense en un campo de Sinaloa

*Denuncian los padres negligencia médica en el IMSS de Guasave

Carmen González Benicio

Chiepetepec, Tlapa

El niño guerrerense Salvador de la Cruz Reyes, de un año con 11 meses, murió en un campo de Sinaloa de dengue hemorrágico; los padres acusaron a la empresa de no ayudarlos y denunciaron negligencia médica en la atención.
Salvador, del pueblo nahua de Chiepetepec, fue sepultado en el panteón de la comunidad ayer jueves, a las seis de la tarde, luego de que su cuerpo fuera trasladado por sus padres de ese estado a su comunidad y llegaran como a las 9 de la mañana.
Salvador murió en la unidad del IMSS de Guasave, Sinaloa el pasado 23 de septiembre a las seis de la mañana por negligencia médica, aseguraron sus padres quienes contaron que permaneció ahí 18 horas sin atención, ya que lo ingresaron a las 9 de la mañana del día 22, en calidad de urgencia y lo atendieron hasta las dos de la mañana del día 23 para suministrarle suero solamente y cuatro horas después les dijeron de su muerte.
Sus padres, Sebastiana Reyes Modesto y Evelino de la Cruz Ibáñez contaron que el médico no les dio una explicación convincente de la muerte y la trabajadora social, de nombre Marisol, les dijo que murió de muerte natural, pero no creen que haya sido así y en el acta de defunción 00493, del Registro Civil se asentaron las causas: de acidosis mixta severa, choque hipovolémico, sangrado de tubo digestivo, según el médico, Jesús Aquilino Verdugo Bernal, del sector salud quien la firmó.
La familia tenía unos días de haber llegado al campo El Gallo, de la empresa agrícola Sacramento. Salieron de Tlapa el 13 de este mes y llegaron el 15 en compañía de sus cincos hijos, Martina de 13 años; Josefina de 10 años; Reyna de 7 años; Blanca Estela de 5 años y Salvador de un año con 11 meses, quien cumpliría dos años el 19 de octubre y era el primer varón del matrimonio.
Los padres contaron que sólo trabajaron cuatro días, y les iban a pagar 92 pesos al día, trasplantando planta de jitomate, pero tras el incidente no les dieron nada, ni saben si la empresa responderá, porque en un primer momento les dijeron que toda la cuadrilla, de 48 adultos y seis niños, iba a ser regresada a la región y que les pondrían un autobús por parte de la empresa, aunque eso ya no ocurrió al pedir ayuda a otras instancias en Sinaloa.
El matrimonio dijo que no pagó el seguro porque debían dar 35 pesos que no tuvieron en ese momento porque tenían que llevar algo para el camino, pero lo tramitaron días después, cuando ya estaban allá.
De acuerdo a la encargada del área de Migrantes Internacionales y Jornaleros Agrícolas del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Margarita Nemecio, la familia solicitará una investigación por las irregularidades cometidas en la atención al niño, ya que al dejarlo en la guardería del campo no les dijeron nada preciso y ahí intentaron culpar a los padres de que ellos no le dieron los cuidados adecuados, además de intentar que firmaran una hoja deslindando de responsabilidades.
Agregó que existe una visible evasión de responsabilidades de la empresa, que no apoyó a los jornaleros e intentó correrlos ante los cuestionamientos de qué había pasado con el niño y aunque eso no ocurrió, sí evidenció la violación a los derechos laborales de los indígenas nahuas.
Aunado a eso, la empresa les dijo a los padres, desde que se reportó el fallecimiento de Salvador, que lo enterraran de inmediato y que ellos les facilitarían un terreno donde hacerlo y que durante los cinco meses que estarían allá le podrían llevar flores, “entendemos que no era un panteón, sino un lugar de la empresa, pero los padres dijeron que no”, dijo Margarita Nemecio.
Mencionó que ante la decisión de los padres, la empresa no quiso asumir los gastos porque la familia llegó a su comunidad en un autobús que cubría la ruta.

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